7 Blades (PlayStation 2)
Konami se arriesga con una apasionante historia rebosante de acci¨®n y samur¨¢is que har¨¢ palidecer incluso al mism¨ªsimo Onimusha: Warlords y a las otras aventuras del estilo...
La inmersi¨®n en una historia larga y congruente, sin lagunas y con ¨¦nfasis en mantener al jugador imp¨¢vido delante del televisor mientras discurre acci¨®n constante, escenas cinem¨¢ticas y un control sencillo e intuitivo son las premisas de la que tan solo pueden presumir juegos como Metal Gear Solid, Ocarina of Time, e incluso Tenchu Steels of Assasin, productos que, salvando sus diferencias, han marcado una pauta demasiado arraigada como para pasar por alto su presencia.
7 Blades |
Pese a la corta vida de Playstation 2, en su casi a?o de vida no ha proporcionado a ninguno de sus usuarios una aventura que consiga hacer sombra a las obras de Hideo Kojima, Shigeru Miyamoto o Yasumi Matsuro, (responsable del excelso Vagrant Story), un hecho, que Konami va a dar por zanjado con la inminente edici¨®n en el pa¨ªs nip¨®n de su primera gran epopeya en la consola negra de SONY; 7 Blades.
La historia emanada de las mentes de KCEJ nos cuenta como en medio del Shogunato de Tokugawa, el grupo cristiano Dejima ha sido expulsado del archipi¨¦lago hasta una isla donde se exilian los criminales del Jap¨®n imperial del siglo XVI. Sin embargo, la corte religiosa planea sublevar a todos los habitantes de la zona para conseguir desprenderse del control por parte de la ¨ªnsula matriz, y eliminar al causante de sus desdichas.
A partir de ah¨ª es donde se perfila la apariencia de los dos protagonistas indiscutibles del compacto: Gokurakumaru y Yuri. El primero de ellos es un hombre cuyos conocimientos de artes marciales se conjugan con el uso de hasta 7 Katanas a fin de abrirte paso entre hordas enemigas a base de incisiones de las que brota hemoglobina a raudales. Por otra parte, la mujer del t¨¢ndem controla todo tipo de armas arrojadizas que van desde arcos y ballestas, hasta los primeros atisbos de la p¨®lvora en una escopeta muy rudimentaria.
7 Blades |
7 Blades, acerc¨¢ndolo aun m¨¢s a lo que es realmente una experiencia cinematogr¨¢fica, cuenta con la supervisi¨®n de Kaizo Hayashi, uno de los directores m¨¢s respetados en el pa¨ªs del sol naciente, y del que los programadores est¨¢n trasladando gran parte de sus conocimientos al desarrollo de su proyecto m¨¢s ambicioso.
7 Blades |
Todo esto queda patente en las escenas de acci¨®n en medio de enormes aldeas inabastables a simple vista, y donde se dan cita hasta 60 enemigos de muy diversa providencia, sumi¨¦ndolos en batallas y saqueos alcanzando uno de los momentos cenitales en cuanto a reyertas de la historia de los videojuegos. Con todo, el transcurso del juego en s¨ª no est¨¢ exento de elementos explorativos, interactuaci¨®n con personajes y hasta secciones plataformeras desperdigadas por los 7 niveles de que consta el compacto.
Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n a parte del incre¨ªble atrezzo, es la soberbia reproducci¨®n del Jap¨®n feudal, repleto de elementos y detalles que muestran el especial ah¨ªnco por parte de KCEJ a la hora de introducir al jugador en un mundo veros¨ªmil y atractivo, siempre teniendo en cuenta, el resultado que pueda inducir el disputar tu territorio con un Ninja Zombie sediento de sangre.
7 Blades |
En cuanto al especto visual, ya quedamos abrumados el pasado ECTS al ver lo bien que aguanta los 60 Hz en pantallas a reventar de objetos, destellos recreados con un generador de part¨ªculas de aupa (especial atenci¨®n a las gotas del humor rojo y a las explosiones), efectos de luz, y gran dosis de texturas pigmentadas que emulan las superficies terrinosas de los senderos que inundan todo el pa¨ªs. No obstante, adolece en la carencia del anti-aliasing, producto del cual la mayor parte de los objeto se bordean de forma indeseada.
A toda esta jovialidad se le a?aden m¨¢s de 12 horas de escenas cinem¨¢ticas por doquier entrelazando los m¨²ltiples actos que van surgiendo durante tu periplo, con una perfecta sincronizaci¨®n entre el movimiento facial y las voces dobladas, de momento, solo al idioma del pa¨ªs de origen.
7 Blades |
Si hici¨¦ramos un poco de memoria, caemos en la cuenta que gran parte del cat¨¢logo de t¨ªtulos de aventuras se hunden en un control demasiado complicado, destrozando el trabajo sobrenatural que hay detr¨¢s de cada uno de los rincones que estructuran toda la pieza. A la postre, el juego pod¨ªa volverse pesado y aburrido por lo engorroso que resultaba girar al personaje sobre si mismo a fin de encararle en la direcci¨®n correcta, y la respuesta retardada a tus indicaciones en un intento desesperado en pos de la supervivencia en su propio universo. Con el objetivo en mente de suplir todas estas decepciones, 7 Blades adopta ideas de otros tantos juegos que tiraban mucho m¨¢s del stick anal¨®gico, que del octodireccional D-Pad.
Junto a la maniobrabilidad exclusiva de Yuri y Gokurakumaru, el control retoma parte del famoso Z-Targetting de Zelda 64. Con el trigger L1, podr¨¢s visualizar y enfocar a tu enemigo, mientras que con R1, cambias el objetivo hacia otro punto. La c¨¢mara adoptar¨¢ una posici¨®n trasera algo m¨¢s elevada a la cabeza del luchador principal, aunque de todas formas, accediendo a R2 y L2, podr¨¢s rotarla a tus anchas buscando cual de las perspectivas es la id¨®nea para terminar con ¨¦xito la brega. Tambi¨¦n existe una toma en primera persona (al igual que en las aventuras de Link si cargabas con el arco) que exige m¨¢s tiempo para apuntar, y que en el caso de Yuri, provoca mucho m¨¢s da?o debido a su pericia a los mandos del trabuco.
7 Blades |
KCEJ tiene entre manos una bomba de relojer¨ªa que puede estallar en cualquier momento, un juego, que har¨¢ justicia al potente hardware de PS2 a la espera de Metal Gear Sons of Liberty, Final Fantasy X, Zone of Ender y un largo etc¨¦tera de juegos que todav¨ªa quedan demasiado lejos de nuestro alcance como para saborearlos a gusto. Mientras tanto, los usuarios de la plataforma de 128 Bits de SONY en Jap¨®n ya est¨¢n disfrutando del que seguramente sea uno de los mejores juegos del 2001.
- Acci¨®n
- Aventura