Civilization, por fortuna para todos los amantes de este juego, ha vuelto a las manos de Sid Meier despu谷s de que este abandonara su alma mater, Microrpose y fundara Firaxis. En el E3 pudimos acceder a jugar a una versi車n temprana pero funcional de lo que va a ser la secuela de tan cl芍sico juego.
Lo primero que destaca es la mejora gr芍fica del t赤tulo, aunque es un aspecto en el que esta saga nunca ha destacado y esta no vez no es una excepci車n. Los gr芍ficos distan mucho de ser espectaculares y est芍n muy lejos de algunas maravillas que hemos podido ver en esta edici車n del E3, pero su funcionalidad y el cuidado por el detalle de los mismos en m芍s de lo que necesita el juego para brillar con luz propia.
Una cosa que parece clara es que no vamos a asistir a un nuevo Civilization II, no va a haber un salto tan grande entre una versi車n y otra y lo que se pretende es afianzar y mejorar lo que ya es un gran juego mediante algunos cambios puntuales pero significativos, pero sin correr riesgos.
El primero y m芍s importante de estos cambios es el de sistema de diplomacia que ahora es mucho m芍s funcional y divertido. En vez de estar encasillados en una serie de frases para entendernos con los enviados de otras civilizaciones, usaremos nuestros bienes para canjearlos por otros. Esto funciona de forma que cada vez que entremos a negociar con alguna civilizaci車n tendremos una lista completa de nuestros bienes formados por recursos, descubrimientos, tratados de comercio o protecci車n e inncluso ciudades, por poner algunos ejemplos. El como canjeemos estos bienes ser芍 fundamental para establecer nuestras relaciones por todo el mundo.
El segundo aspecto m芍s significativo es la entrada de la cultura como cualidad fundamental de una civilizaci車n. A medida que avancemos en el juego realizando descubrimientos y construyendo maravillas subiremos nuestros puntos de cultura, cuando esos llegan a niveles altos obtendremos una ventaja moral sobre otras civilizaciones menos cultas que quedar芍n cegadas por las luces que desprende nuestro pueblo, lo que har芍 mucho m芍s f芍cil obtener tratos ventajosos.
El juego promete bastante y se le est芍n incorporando las dosis necesarias de innovaci車n para evitar que los jugadores sientan estar jugando a un remake de Civ II, cuando el juego est谷 listo, algo que se ignora por completo, podremos ver si Sid Meier consigue transmitir de nuevo su magia a esta gran saga.