Luchando por el podio? de la simulaci¨®n F1.

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Para ser sinceros ese aspecto del juego no es determinante. Ya est¨¢n disponibles en la red conversiones y actualizaciones de pilotos y escuder¨ªas para la temporada actual. Parece que la FIA dosifica con prudencia sus licencias y tras conceder a Grand Prix 3 (GP3) la del 98, Ubi se ha llevado la del 99. Por cierto, pr¨®ximamente aparecer¨¢ la actualizaci¨®n oficial para GP3 del a?o 2000. Sea como sea, parece que nadie consigue poner en nuestras manos la temporada oficial del 2001.

Pero en el caso que nos ocupa m¨¢s que la rabiosa actualidad el comprador tal vez busca una buena experiencia de conducci¨®n e inmersi¨®n en el trepidante y emocionante mundo de la F1. Parece que F1RC se ha centrado en esos aspectos y ha conseguido un magn¨ªfico producto.

Para ser sinceros ese aspecto del juego no es determinante. Ya est¨¢n disponibles en la red conversiones y actualizaciones de pilotos y escuder¨ªas para la temporada actual. Parece que la FIA dosifica con prudencia sus licencias y tras conceder a Grand Prix 3 (GP3) la del 98, Ubi se ha llevado la del 99. Por cierto, pr¨®ximamente aparecer¨¢ la actualizaci¨®n oficial para GP3 del a?o 2000. Sea como sea, parece que nadie consigue poner en nuestras manos la temporada oficial del 2001.

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Pero en el caso que nos ocupa m¨¢s que la rabiosa actualidad el comprador tal vez busca una buena experiencia de conducci¨®n e inmersi¨®n en el trepidante y emocionante mundo de la F1. Parece que F1RC se ha centrado en esos aspectos y ha conseguido un magn¨ªfico producto.

El secreto de tales golosinas visuales consiste en primer lugar en la utilizaci¨®n por parte de los productores de la tecnolog¨ªa GPS de situaci¨®n que les ha permitido realizar unos mapas sumamente precisos de cada circuito. El aspecto de los recorridos es poco menos que indistinguible de las tomas reales de c¨¢maras a bordo que podemos observar en las retransmisiones de los Grand Prix. A este efecto ayudan en gran medida unas excelentes texturas y un detallado modelado de objetos alrededor de la pista. No puedes dejar de observar con detalle los recorridos de M¨®naco y Melbourne. La sensaci¨®n de presencia es realmente superior a la de cualquier juego que hallamos probado en el pasado.

Aunque se debe mencionar que el aspecto del p¨²blico en las tribunas es bastante pobre. La repetici¨®n continua de ciertas texturas ofrece un aspecto de mosaico muy poco real.

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Parecido cuidado se ha puesto en el dise?o de los coches. No solamente muestran las texturas correctas (eso s¨ª, sin anuncios de tabaco) sino que sus formas corresponden a las reales. Cada escuder¨ªa exhibe sus particulares dise?os en alerones, pontones, tomas de refrigeraci¨®n, etc.

Los neum¨¢ticos tienen un estupendo aspecto y la estructura tridimensional de las llantas le a?ade un toque de verosimilitud al conjunto.

No obstante, hay ciertos detalles que no est¨¢n a la altura de este conjunto. En concreto es especialmente doloroso el caso de los cockpits. Ni los volantes ni los brazos tienen muy buena pinta. M¨¢s bien ofrecen una vista esquem¨¢tica y del todo in¨²til como elementos informativos para el piloto.

Menos mal que podemos escoger entre varias vistas desde las que conducir. Y como la informaci¨®n m¨¢s ¨²til aparece en los m¨¢rgenes de la pantalla, es probable que la mayor¨ªa de los jugadores escojan un punto ligeramente por encima del morro del coche. De paso ganamos unos metros de visibilidad de la pista.

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Este del volante es un olvido lamentable. Tanto m¨¢s cuanto el equipo de producci¨®n nos regala con otras posibilidades adicionales como el recorrido previo del circuito que resulta una util¨ªsima herramienta para memorizar los circuitos. Tampoco se entiende que pinta una imagen 3D del coche en rotaci¨®n en la pantalla de selecci¨®n de circuitos. Son detalles que reflejan que el equipo de programadores tiene capacidad suficiente para rematar el producto y corregir esos fallos.

Lo mejor es que para disfrutar de este espect¨¢culo no ser¨¢ necesario disponer de un equipo desmesurado. A partir de 500 MHz el movimiento en pantalla es bastante fluido y s¨®lo en momentos de aglomeraci¨®n de veh¨ªculos o accidentes se ralentiza notablemente.

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La mayor¨ªa de los pilotos querr¨¢n empezar por el modo contrareloj hasta adquirir suficiente pr¨¢ctica para medirse a otros conductores. Se pueden grabar las vueltas para analizar su telemetr¨ªa, aunque esta herramienta no est¨¢ muy bien resuelta. Faltan algunos par¨¢metros de gran utilidad para la puesta a punto y s¨®lo podemos ver en pantalla cuatro medidas de cada coche simult¨¢neamente. En un simulador de este calibre cabe exigir la presencia de una telemetr¨ªa m¨¢s completa puesto que, de no haberla? ?c¨®mo podremos sacar todo el jugo al surtido de ajustes mec¨¢nicos de que disponemos?

Una vez se lancen a la competici¨®n se hace necesario tener en cuenta que el juego incorpora (o puede hacerlo) la normativa de la FIA sobre penalizaciones y banderas. No se os ocurra adelantar con banderas amarillas o tendr¨¦is que ir a cumplir un "stop and go".

Lo mismo ocurre en el caso de que os resist¨¢is a un adelantamiento. Si vais a ser doblados se os advertir¨¢ y en caso de obstaculizar al pr¨®jimo ver¨¦is un indicativo texto: "Overtaking refusal". Si, eso tambi¨¦n conlleva un "stop and Go". No es menos importante la norma del 107% en clasificaci¨®n o cosas tan curiosas como que puedes ser penalizado si al incorporarte tras una salida de pista circulas un trecho en direcci¨®n contraria.

Como el juego cuenta con la licencia oficial del a?o 1999 se incluyen los circuitos de esa temporada. Aparece Sepang y ya no est¨¢ Argentina. Lo mismo ocurre con pilotos y escuder¨ªas. Podemos contar con Marc Gen¨¦ y Pedro de la Rosa pero nos quedamos sin ver a Fernando Alonso.

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Al parecer Ubi Soft se dispone a lanzar en breve un parche que resolver¨¢ este problema y alg¨²n otro. Pero a la publicaci¨®n de esta an¨¢lisis a¨²n no disponemos de ¨¦l.

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Dejamos al criterio del lector la opini¨®n que merece un juego que sale con un defecto tan grave. ?Nadie en Ubi Soft o entre sus "beta-testers" dispone de un volante de este tipo? ?Se trata acaso, de un modelo rar¨ªsimo?

El caso es que una vez en uso los efectos de vibraci¨®n al pisar los "pianos" o la p¨¦rdida de tracci¨®n al derrapar nos dan una excelente sensaci¨®n de conducci¨®n. Realmente nos parece sentir que dirigimos el coche. Tan s¨®lo echamos en falta el bacheado de la pista. El coche parece ir sobre una autopista reci¨¦n asfaltada y falta ese continuo vibrar de un coche a 300 Km./h sobre las ondulaciones de la carretera.

Dejando atr¨¢s este engorroso lance ?qu¨¦ podemos decir del modelo f¨ªsico?

Un fen¨®meno habitual con los simuladores de conducci¨®n es que en un primer intento siempre parecen "raros" por comparaci¨®n con otros ya conocidos. Tambi¨¦n es el caso. Pero a medida que le dedicamos tiempo vamos habitu¨¢ndonos y apreciando su comportamiento.

En suma: es realmente bueno. Hay varios niveles de dificultad pero una vez nos lanzamos al m¨¢ximo realismo comprobamos que estas bestias son dif¨ªciles de conducir a tope. No hay problemas en dar unas vueltas a medio gas pero en el momento que pisamos a fondo aparecen unos centenares de caballos y hay que ir con mucho tino para librarse del derrape.

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Hay que tener en cuenta que los F1 actuales tienen unas suspensiones dur¨ªsimas y unas cargas aerodin¨¢micas brutales en comparaci¨®n con los turismos. Por tanto las reacciones aparentemente irreales que muestran en el juego son, probablemente, m¨¢s fieles a la F1 de lo que parece.

Resumiendo, reacciones vivas y muy poco tiempo para cazar una tren trasero deslizante. No hay que esperar a que el coche se cruce para corregir. Esto no es el Rally de C¨®rcega. A¨²n dir¨ªa m¨¢s, hay que adelantarse al derrape.

Adem¨¢s el derrape puede aparecer de improviso en plena recta o a la salida de una curva suave. Un ejemplo claro es la curva parab¨®lica de Monza. Basta con pisar el acelerador con m¨¢s alegr¨ªa de la debida para conseguir una visita al c¨¦sped o a las trampas de arena. En ambos casos se puede volver a la pista pero se habr¨¢ perdido un tiempo precioso y adem¨¢s los neum¨¢ticos quedan sucios para un buen trecho.

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Caso aparte es el de las carreras con lluvia. Un firme que de repente parece hielo y una visibilidad muy reducida se unen en un c¨®ctel letal. Conviene echar un vistazo a las previsiones meteorol¨®gicas porque la aparici¨®n de lluvia con un coche reglado para seco y con neum¨¢ticos de seco lo vuelve casi inmanejable.

Con lo dicho no cabe calificar al juego de injugable o err¨¢tico. Al contrario es, en este aspecto, muy real y tan s¨®lo exige de nosotros que le dediquemos un tiempo a conocer las reacciones del coche y los l¨ªmites de la mec¨¢nica. Este componente de dedicaci¨®n y mejora progresiva es muy gratificante y gustar¨¢ a los aficionados m¨¢s duros.

Un caso: basta con que un coche quede cruzado en el asfalto para que los que viene detr¨¢s se empotren contra ¨¦l como si sufrieran de ceguera moment¨¢nea. No es raro ver en cualquier carrera tapones de coches luchando por moverse y liberarse mientras otros, en vez de esquivarlos, parecen esperar parados su turno para golpear al cruzado.

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Confiamos en que el pr¨®ximo parche solucione este problema pero, sinceramente, tal y como est¨¢ el juego resulta francamente irritante salvo en los modos de entrenamiento y contrareloj. Y, claro, ?en que se convierte un juego de carreras en el que no puedes echar carreras?

Tal vez la soluci¨®n pase por ignorar al ordenador y echar alguna partida en red con otros amigos. Seg¨²n el manual pueden conectarse hasta 22 jugadores como pilotos u observadores en red. Uno se pregunta donde puede encontrarse una red de 22 ordenadores con volantes (el juego con teclado es poco menos que imposible) pero seguro que m¨¢s de uno organizar¨¢ duelos a cara de perro con ese amigo al que te gustar¨ªa avergonzar.

Visto lo visto, la estrategia en carrera pasa a ser un factor secundario. Se impone una buena dosis de rezos para que quien nos persigue no opte por las habituales frenadas tard¨ªas que nos sacar¨¢n de pista.

No obstante la cosa puede mejorar con un buen trabajo de taller antes de la carrera. Aprovechemos la modalidad de pr¨¢cticas para dar con unos buenos reglajes. En general resultar¨¢ ¨²til llevar un plus de carga aerodin¨¢mica que nos permita trazar las curvas con m¨¢s velocidad que el pr¨®jimo. En efecto aunque salimos perdiendo en velocidad punta nos evitaremos que nos cacen a la entrada de las curvas y, de paso, esa carga nos facilitar¨¢ las frenadas cortas en caso de apuro.

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Naturalmente hay circuitos como Hockenheim y Monza donde hay que descargar el coche al m¨¢ximo y padecer en las curvas. No hay alternativa.

Ah, una advertencia: cada coche exhibe un rendimiento distinto. No es igual seleccionar un Minardi que escoger un Ferrari para nuestro piloto. Una comparaci¨®n entre vueltas de distintos coches revela que la potencia y el manejo cambian de uno a otro. Habr¨¢ que practicar con distintos. O se puede jugar a "Acabo de llegar y s¨®lo hab¨ªa un volante libre en Minardi". Este detalle es digno de encomio porque a?ade un factor real que otros juegos han ignorado. Ahora tu rendimiento depende tanto de ti como de tu veh¨ªculo y motor.

Y, por cierto, si encuentras el manejo inc¨®modo ve a la pantalla de control y ajusta la sensibilidad del volante. Puedes optar entre lineal, exponencial y logar¨ªtmica. Te recomiendo la exponencial pero sobre gustos y colores?

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Tambi¨¦n podr¨ªa ganar F1RC en el apartado de verosimilitud de la conducci¨®n. Este es un aspecto delicado puesto que los gustos de los jugadores son muy dispares. No me atrever¨ªa a dar una victoria definitiva a F1RC. Pero si disfrutas con los retos de moderada dificultad bien podr¨ªa ser este tu simulador id¨®neo. Por aclarar su posici¨®n dir¨ªa que es m¨¢s dif¨ªcil que GP3 pero m¨¢s f¨¢cil que F1CS2. Por ejemplo, los derrapes son mejores en F1RC pero los accidentes y el modelo de da?os resultan poco plausibles.

No podemos dejar de mencionar que el que es considerado como mejor simulador en aspectos t¨¦cnicos y de conducci¨®n de F1 (Grand Prix Legends de Sierra) est¨¢ basado en la temporada... de 1968. Por cierto, en estas fechas se puede encontrar rebajado al irrisorio precio de 495 ptas. O sea, 2,98 euros.

Sin embargo, F1RC pierde muchos enteros en lo que respecta a la IA de los otros pilotos. Es realmente duro ver como carrera tras carrera se empe?an en retirarte de la pista en cualquier frenada o golpearte sin piedad mientras te incorporas a la pista.

En cierta medida ese preciosismo visual y ciertos defectos como una ca¨®tica estructura de men¨²s (El apartado de ABS, por ejemplo, est¨¢ en la secci¨®n de nivel del piloto) nos hacen pensar en un producto heredero de un dise?o para consola m¨¢s que destinado al mercado del PC. Esos men¨²s necesitan, ciertamente, una remodelaci¨®n. Tanto en su estructura como en su aspecto. En muchas ocasiones resulta un ejercicio de imaginaci¨®n averiguar el efecto de ciertos botones. Especialmente inc¨®modo es el caso de las sesiones de vueltas r¨¢pidas y telemetr¨ªa. Nada le incomoda m¨¢s al jugador que cualquier obst¨¢culo innecesario entre ¨¦l y la carrera.

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En resumen F1RC es o puede ser un excelente simulador si se corrigen algunos fallos (IA, Sonido, ausencia de bacheado)

Como adem¨¢s su aspecto visual es magn¨ªfico y su modelo f¨ªsico realmente bueno sin necesidad de un ordenador hiper-acelerado no corremos ning¨²n riesgo al suponer que va a presentar una dura batalla por el trono de la simulaci¨®n F1.

Debe decirse, no obstante, que el contenido est¨¢ razonablemente bien explicado y no hemos encontrado barbarismos ni t¨¦rminos mal traducidos. Lo cual en otros productos similares es el pan nuestro de cada d¨ªa. Se trata, pues, de un manual razonablemente correcto pero insuficiente.

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