Con El destino del Drag車n me he enfrentado a sentimientos contradictorios. Mi primera impresi車n era de que se trataba de una nueva versi車n de Age Of Empire sin nada de especial, pero pronto me di cuenta que ten赤a los suficientes elementos innovadores
Lo primero que hay que dejar claro, aunque es una cosa que ya he hecho, es que El Destino del Drag車n no es Age of Empire, aunque pueda parecerlo. Bien es cierto que de 谷l toma su base, pero, con un estilo marcadamente oriental, en vez de partir de la nada se ha cogido un modelo occidental y se ha intentado mejorar incorporando una serie de novedades que le dan al juego un car芍cter propio. Tampoco deja de ser cierto que si te gusta Age of Empire seguramente te va a gustar El Destino del Drag車n porque comparten una cierta esencia.
B芍sicamente, el juego no se diferencia demasiado con otros RTS a primera vista: Tienes tu pueblo, creas aldeanos, los mandas a por recursos, los traen, haces barracas, construyes ejercito y matas a los malos, que es la "apasionante" tem芍tica que muchos RTS comparten hoy en d赤a. Esta primera impresi車n queda borrada cuando llevas jugando un rato.
La gesti車n tambi谷n ocupa un hueco importante en El Destino del Drag車n pues no solo se trata de construir edificios, hay que controlar los impuestos, asegurarse que haya comida y bebida para mantener la moral de las tropas alta, controlar los niveles de consumo y producci車n ya que, al contrario que otros juegos, los recursos no solo se gastan en crear nuevas unidades o edificaciones, sino que tu propia poblaci車n requiere de esos recursos para poder vivir, lo que implica que si tienes un numero de unidades demasiado alto y no tienes suficiente personal asignado a tareas de producci車n alimentaria la gente te abandonar芍 en busca de un l赤der que pueda satisfacer sus necesidades. Un aspecto que me ha llamado especialmente la atenci車n es la introducci車n de desastres naturales, lo que a?ade un elemento m芍s de intranquilidad a tu gesti車n: saqueo de ladrones o plagas son algunos de los males que pueden surgir en tu poblaci車n en cualquier momento. Reaccionar r芍pido y bien ser芍 clave para subsanar los desaguisados que estos desastres naturales pueden provocar.
El tema de los ej谷rcitos se ha tratado de una forma absolutamente realista. Para empezar los soldados no aparecen m芍gicamente cuando has construido la instalaci車n pertinente, si no que son el resultado de someter a entrenamiento a los aldeanos. Son capaces de responder a varios par芍metros lo que incide en su forma de luchar. El cansancio y el hambre ser芍n los resultados que se reflejen en tus hombres si los env赤as a saco contra la ciudad enemiga, encontrando as赤 una muerte segura a manos de las m芍s frescas y mejor alimentadas unidades enemigas. Hay que fabricar carros de apoyo para poder tener alimentados a nuestros hombres y tener un buen almac谷n con comida y bebida para la mantener alta la moral y contenta la barriga de tus tropas en caso de asedio.
Otra aspecto destacable es la manera de tratar el tema de la caballer赤a ya que los caballos son unidades independientes de modo que cualquier unidad puede montarse o desmontarse de 谷l, un detalle que puede parecer irrelevante, pero que aporta bastante realismo y da un nuevo factor estrat谷gico con el que jugar.
Hay que rese?ar el leve pero efectivo toque de RPG que se le ha dado al juego con la inclusi車n de h谷roes. Hay tres bandos a elegir, cada uno con su l赤der correspondiente y unos pocos h谷roes. Estas unidades especiales tienen la capacidad de realizar proezas, conjuros m芍gicos que les otorgan ventajas contra sus rivales. A medida que se va avanzando se adquiere experiencia lo que hace que sus habilidades suban y sus poderes tambi谷n lo que les permite realizar nuevos conjuros. La magia no es demasiado espectacular, ni siquiera en sus niveles m芍s altos, pero son un factor estrat谷gico a tener en cuenta que puede desequilibrar las batallas. A lo largo del juego y una vez que tengas los medios suficientes se puede crear una taberna a la que ir芍n los paladines m芍s relevantes de todo china, siempre y cuando tu reputaci車n est谷 a la altura, algo que se consigue ganando batallas y teniendo comida y bebida en abundancia.
Pero, a pesar de que todo lo dicho suena realmente bien, El Destino del Drag車n no est芍 exento de fallos, que de no haberse producido estar赤amos hablando de un juegazo. Uno de los principales es el de la I.A, que no es muy afortunada que digamos. Un ejemplo de esto lo encontramos cuando lanzamos el conjuro de bola de fuego en la entrada de una edificaci車n. M芍s que una bola de juego se trata de incendiar m芍gicamente una peque?a 芍rea. Con esto se consigue que todos los aldeanos enemigos que salgan mientras perdure el conjuro morir芍n irremediablemente nada m芍s salir. Lo malo de esto es que la computadora no intenta hacer nada por evitarlo, as赤 que mientras nosotros destrozamos la ciudad ellos pierden toda posibilidad de reacci車n, con lo que obtenemos una victoria facilona a costa de un fallo que se deber赤a haber evitado, algo que no es bueno para ning迆n juego. Esta tendencia se repite a lo largo del juego, aunque no de forma demasiado continuada ni demasiado marcada, as赤 que aunque se trata de un fallo grave, no llega a ser cr赤tico y no afecta demasiado a la jugabilidad del t赤tulo.
La m迆sica sigue el mismo camino sobrio pero funcional de los gr芍ficos. Melod赤as t赤picamente chinas que no gozan de una gran brillantez ni consiguen emocionar al jugador pero acompa?an bien al juego y no se hacen pesadas, cosa que tambi谷n podr赤a decirse de los efectos de sonido.
6.5
Correcto
No es lo 迆ltimo ni lo m芍s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci車n, pero puede divertir si te gusta el g谷nero. Bien, pero mejorable. C車mpralo si te gusta el g谷nero y te gusta tenerlos todos.