La ¨²ltima creaci¨®n de Miyamoto en Nintendo 64. Animal Forest es una mezcla de RPG con toques de comunicaci¨®n en el que las estaciones del a?o cobran una gran importancia.
Los precedentes sobre el que se sienta Animal Forest van mucho m¨¢s all¨¢ de formar parte de una saga, de ser versi¨®n directa de otro juego aparecido en varias plataformas, e incluso, de haberse anunciado a bombo y platillo cuando Nintendo 64 fue presentada en sociedad, aunque quiz¨¢s si haya cierta relaci¨®n con esta ¨²ltima...
Remont¨¢ndonos al Soshinkai del 97, cuando la reci¨¦n estrenada consola ya estaba flaqueando por un cat¨¢logo exiguo mientras Playstation segu¨ªa siendo el coto f¨¦rtil de la ind¨²stria; Miyamoto, la fam¨ªlia Osamu (conocidos en territorio cervantino por "Princesa Caballero" y su bohemio protagonista) y Arakawa, se jactaron de estar planeando un concepto de videojuegos que torcer¨ªa todo lo que hasta ahora cre¨ªamos saber al respecto. Algo inefable en el que la acci¨®n, plataformas, y momentos de controversia se ver¨ªan desplazados en un conjunto donde primara la comunicaci¨®n. Sin embargo, ese cartucho de 128 Megas (por aquel entonces era una cifra desorbitada) y que respond¨ªa al nombre de Jungle Emperor Leo se disolvi¨® en un mar de interrogantes del ahora nadie quiere dar explicaciones.
Normalmente, cuando un juego de estas caracter¨ªsticas no sale de su lugar de procedencia, suele estar acompa?ado por razones obvias de mercado, en el que su tipo de jugabilidad lo encasilla a las potestades y gustos de un determinado grupo de usuarios. No obstante, y en contra de lo que atisba su estilo, Animal Forest no se coarta a si mismo en tan simplista proceso. Para ello, se han inclu¨ªdo varios modos de juego a fin de amenizar toda la encrucijada a?adiendo una Famicom en la habitaci¨®n del protagonista desde la que puedes echarte una partida al Donkey Kong original del 1981, un par de retos que te invitan a cavar agujeros, a pescar o a jugar a f¨²tbol, y la posibilidad de competir con otros habitantes en todas estas modalidades. De hecho, en la versi¨®n final habr¨¢ una infinidad m¨¢s de misiones en las que se retrae a la memoria a Mario Party.
A nivel t¨¦cnico tampoco es que se haya escatimado a la hora de complementarlo con escenarios pintorescos, cambios efectuados por la metereolog¨ªa espec¨ªfica de cada ¨¦poca anual, momentos de dicro¨ªsmo por la tonalidad del sol, y por supuesto, un vasto mundo donde se despliegan valles, pueblos, bosques, cascadas y hasta monta?as regadas por un manto de nieve en su pico. Puede que tenga un aire inequ¨ªvoco a los minijuegos del fontanero con m¨¢s l¨ªpidos de la historia, pero los fondos prerrenderizados destilan mucha m¨¢s vida que la pieza de Hudson.
La ¨²ltima creaci¨®n de Miyamoto en Nintendo 64. Animal Forest es una mezcla de RPG con toques de comunicaci¨®n en el que las estaciones del a?o cobran una gran importancia.