Scooby Doo: Classic Creep Capers (Nintendo 64)
?Una aventura de terror al estilo Resident Evil pero con los famosos personajes de Hannah Barbera?
?Una aventura de terror al estilo Resident Evil pero con los famosos personajes de Hannah Barbera? Pues si, eso es precisamente lo que se les ha ocurrido a las cabezas pensantes de Terra Glyph. ?Les habr¨¢ salido bien la jugada? Sinceramente parece que los miembros de la furgoneta m¨¢s hortera de los dibujos animados tendr¨¢n que esperar una segunda oportunidad...

Todos conocemos m¨¢s o menos a Scooby Doo y a sus amigos. Sus aventuras y desventuras han pasado delante de nuestros ojos mil y una veces con el fin de hacernos pasar buenos ratos mientras ve¨ªamos at¨®nitos como resolver misterio tras misterio es posible incluso para los perros.

El caso es que una licencia tan apetitosa no podr¨ªa quedarse sin due?o y esto es precisamente lo que habr¨¢n pensado en THQ. Realizar un juego donde Scooby y el resto de la pandilla fueran los protagonistas no deber¨ªa ser muy complicado, pero si adem¨¢s enfoc¨¢semos la jugabilidad como si de un Resident Evil cualquiera se tratase podr¨ªamos estar descubriendo un fil¨®n de oro. Sin embargo parece que se hayan quedado a mitad del camino y por lo poco que hemos podido ver del cartucho, Scooby Doo: Classic Creep Capers tiene poco que ofrecer y mucho que arreglar.

En primer lugar el mecanismo del juego es muy sencillo, tanto que asusta. Tendremos que pasar 3 misiones, cada una de ellas inspirada totalmente en cap¨ªtulos emitidos por TV (seguramente se traten de los que hayan resultado m¨¢s interesantes) y manejando a Shaggy (el de la perilla y camiseta verde pacifista) tendremos que resolvernos uno a uno si queremos continuar la partida. La resoluci¨®n de los enigmas no es excesivamente dif¨ªcil y casi siempre se limitar¨¢ a pasar de habitaci¨®n en habitaci¨®n, mirar bien a nuestro alrededor, recoger los items interesantes y continuar con nuestro camino siempre acompa?ados por nuestro fiel Scooby Doo (?no deber¨ªa ser ¨¦l realmente el protagonista del juego?). El mayor problema reside precisamente en el intento de asemejarse a la mec¨¢nica que siguen los RE en cuanto a las c¨¢maras. Scooby Doo es un juego poligonal pero la situaci¨®n de las c¨¢maras en los escenarios es fija y siempre igual, no la podremos modificar a nuestro antojo. Ello se traduce en diversas p¨¦rdidas de orientaci¨®n cuando entremos en habitaciones nuevas, o que Scooby se interponga a menudo en nuestro camino rebajando en muchos enteros la fluidez de nuestra b¨²squeda.
Lo ¨²nico m¨¢s o menos innovador que hemos encontrado es el sistema de "vida" y la forma en que nos podemos recuperar. La verdad es que es dif¨ªcil que nos maten en Scooby Doo, en primer lugar porque nuestra barra de energ¨ªa est¨¢ constituida por nuestro "valor", que se ve seriamente da?ado cuando nos asustan (que se le va ha hacer). Sin embargo, tras unos momentos "angustiosos" en los que Shaggy y Scooby Doo se tapan los ojos con las manos, podremos recuperar m¨¢s que f¨¢cilmente nuestro Valor con las numerosas galletas de perro (?puaj!) desperdigadas a lo largo de los niveles, o bien encontrando la cocina y preparando un "sandwich" gigante de esos que tanto les molan a los dos protagonistas del juego.

T¨¦cnicamente Scooby Doo no sorprender¨¢ a nadie y no solo por los problemas en la c¨¢mara mencionados anteriormente sino tambi¨¦n por unos gr¨¢ficos de apariencia excesivamente sencilla (aunque los personajes son perfectamente reconocibles), y por unos escenarios repetitivos y vac¨ªos en los que ¨²nicamente se salvan algunos trechos de la pir¨¢mide egipcia. Todo el conjunto nos hace pensar que el cartucho est¨¢ destinado claramente a los m¨¢s peque?os de la casa (no es muy dif¨ªcil de acabar) o bien a los incondicionales de la serie que necesiten liberar su "Scooby man¨ªa" de una forma distinta a no parar de comer bocadillos gigantes.
