Big Mountain2000 (Nintendo 64)
Southpeak propone varios elementos la mar de divertidos que se alejan un poco al t¨ªpico contrarreloj, compra y mejora de tablas o los campeonatos en discordia.
Con m¨¢s pena que gloria, Big Mountain ha pisado, recorrido, esquiado y paveado la tierra donde el deporte del Snowboard m¨¢s brilla por la enorme expectaci¨®n que levanta entre sus habitantes; Estados Unidos.Sin embargo, Imageneer no es precisamente una desarrolladora que haya destacado por su forma en hacer suyo un g¨¦nero y darle la vuelta.

Muchos aun tendr¨¦is en mente la decepcionante incursi¨®n automov¨ªlistica de la compa?¨ªa con Multi Racing Championship, un cartucho de velocidad muy flojo, con pocas novedades y no m¨¢s de 3 circuitos a escoger, puede que haga barruntar a m¨¢s de uno si realmente merece la pena BM2000.
Pese a los mil y un pre¨¢mbulos negativos, el juego que nos ata?e llenar¨¢ un vac¨ªo importante a estas alturas de la marchita vida de Nintendo 64, gesto que siempre es de agradecer pese a las funestas impresiones que ello comporte.

Southpeak propone varios elementos la mar de divertidos que se alejan un poco al t¨ªpico contrarreloj, compra y mejora de tablas o los campeonatos en discordia. Lo m¨¢s interesante de todo es un fant¨¢stico sistema de colisi¨®n en la decena de sujeciones que hay a tu disposici¨®n, lo que influir¨¢ negativamente en cuanto a la maniobrabilidad del personaje. L¨®gicamente, la base con la que te mueves ir¨¢ perdiendo calidad y aerodin¨¢mica a medida que vayas chocando con todo tipo de superficies, aspecto que har¨¢ cuidar al sumo grado tu capacidad de reflejos a la hora de afrontar una curva, llegando incluso a la precisi¨®n milim¨¦trica de todas las adversidades en un circuito.
Tambi¨¦n se nos ha alegrado la vista al percatarnos de que no tan solo podremos correr como unos locos a lomos de un snowboard y hacer piruetas al aire hasta rompernos la crisma, sino que los esqu¨ªs intervienen para que los jugadores menos estables busquen otro tipo de experiencia. A este aspecto hay que a?adirle el patrocinio de Solomon, una de las pocas marcas que intervienen proporcionando material en todo tipo de competiciones de alto calibre
Cuando hayas terminado cualquiera de los pocos trazados en los que recrear la mirada, para evitar que no te canses continuamente recorriendo indefinidamente el mismo circuito, se a?ade un curioso sistema de mejora del participante que hayas escogido a priori. Desembocando en una inclinaci¨®n m¨¢s acentuada de los 6 deportistas que toman parte de la reyerta, incrementando y alterando m¨¢s si cabe, las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas de su respuesta y habilidad.
A tenor de ello, no tan solo est¨¢ constituido por pistas r¨¢pidas, se agradece que podamos flanquear banderas, hacer un grand slam y descender sin temor al riesgo en una senda repleta de mont¨ªculos de helados que sirven para lucir a los jugadores m¨¢s diestros realizando todo tipo de acrobacias en el aire. Evidentemente, dependiendo del resultado obtenido en todas estas modalidades, y sum¨¢ndole el tiempo, estado f¨ªsico, y dem¨¢s elementos de tu personificaci¨®n, el nivel incrementar¨¢ respecto a la labor que m¨¢s hayas trabajado.

Si tenemos en cuenta todo esto, la adaptaci¨®n al mercado occidental de Snowspeeder aparecido en 1998, tiene poca cosa m¨¢s que contar.
Gr¨¢ficamente recuerda al malogrado Twisted Edge de Kemco, sobretodo en cuanto a la pobre presencia de las texturas, sensaci¨®n de velocidad ausente, y escenarios poco labrados. Al echarle una partida a Big Mountain pensar¨¢s que los reflejos de 1080?, sus vestigios en la nieve, efectos de luz y la incre¨ªble sensaci¨®n de libertad cuando cualquiera de los participantes sal¨ªa despedido de una rampa mientras el viento ondeaba su ropa quedan a a?os luz, y por mucho que nos pese, es as¨ª.

A nivel auditivo, en cambio, posee mayor dureza. De ello se encargan 15 temas al estilo punk y surfer, aunque reproducidos a una calidad midi discreta. Sin embargo, es posible que te quedes prendado por alguna de las m¨²ltiples melod¨ªas que acompa?an la acci¨®n, especialmente por la incre¨ªble variedad y cantidad de la que dispone el que probablemente sea el ¨²ltimo intento de Imageneer para resarcirse de un p¨²blico m¨¢s exigente de lo que esperaban sus proyectos.
Respecto a la fecha de salida, todo parece indicar que, en el caso de hacer acto de presencia en las tierras del viejo continente, tardar¨ªa como m¨ªnimo 6 meses. Si tenemos en cuenta la demora de casi 2 a?os que ha sufrido el mercado explotador por hegemon¨ªa de los deportes de riesgo (fundamentado por el escaso ¨¦xito del juego en Jap¨®n) y la poca previsi¨®n de Nintendo Europa en suceder la edici¨®n de t¨ªtulos, ser¨ªa bueno para la salud no ser demasiado optimistas para volver a saltar y tragar copos de nieve como si estuvieras in situ en Baqueira. De momento, a cruzar los dedos...

