Ogre Battle 64: Persons of Lordly Caliber (Nintendo 64)

"Escribo esta, la que seguro ser¨¢ mi ¨²ltima carta.
Las tropas del Imperio Sagrado de Loris han tomado parte de nuestro territorio, mi ej¨¦rcito ha sido derruido en el frente del sur, y las viandas cedidas por nuestra majestad desde el reino est¨¢n escaseando.
Yo, como buen coronel, debo cuidar de mis vasallos, por su salud, y por mantener llena su moral en la guerra. Que no sufran por lo que sucede en casa, en la salvaci¨®n.
Esta noche, me acercar¨¦ furtivamente al campamento de nuestro enemigo, a espaldas de mis superiores y mi gente, a la espera, de que la providencia me acompa?e; a la espera, de que mi muerte nos sea en vano..."

Magnus Gallant.
Capit¨¢n de las fuerzas de Palatina.

Esto es Ogre Battle; la guerra y la magia en estado puro; las misiones, t¨¢cticas y estrategias que tanto han escaseado en Nintendo 64, elevadas a la en¨¦sima potencia.
Una historia, que narra como Magnus Gallant, ha sido enviado a la conflictiva zona del sur Palatineana, en plena contienda por la libertad, de la que toman parte todos los recursos de la comunidad: civiles de bajo estado social, guerreros, hechiceros y nobles; soldados experimentados o luchadores ne¨®fitos... un elenco de personajes que supera la cincuantena de infanter¨ªa, incluyendo criaturas legendarias y del caos.

"Hugo Miller, el estrategia del pelot¨®n, me advirti¨® personalmente de las duras represalias a las que ser¨ªan sometidas sus convicciones. Desde luego, toda combinaci¨®n fue en balde.
Cuando probamos la cu?a ofensiva doble, el ¨²nico logro que obtuvimos fue perder a la mitad de los hombres por un error en la retaguardia. Hasta los avances sin titubeos de la formaci¨®n m¨¢s s¨®lida, ha estado siempre en entredicho por culpa de la poca aptitud e incompetencia de ciertos sectores del equipo. Ser¨ªa duro tachar de insustanciales los esfuerzos de la mayor¨ªa de los miembros, pero ya es demasiado tarde como para lamentarse. Habr¨¢ millones de algoritmos sin probar, aunque eso... no est¨¢ en nuestras manos."

Cuando ya tengas estipulado gran parte de los movimientos que vas a efectuar en cada frente, las metas, o los part¨ªcipes, llega el momento de certificar y atribuir los ataques de toda la unidad. Esto viene a demostrar la gran labor que ha desempe?ado Quest a la hora de personificar cada uno de los elementos. Por extensi¨®n, ello se traduce a que los arqueros tan solo podr¨¢n lanzar proyectiles a distancia, mientras que un ogro quedar¨¢ limitado por la lentitud e inexpugnable fuerza con la que arremete y convierte en argamasa a todos sus enemigos.

"Jam¨¢s en toda mi vida hab¨ªa visto un espect¨¢culo tan rocambolesco. El cielo se ofusc¨®, la luna parec¨ªa respirar, y el suelo se quebraba ante mi atemorizada presencia. Est¨¢bamos m¨¢s asustados que los que supuestamente deber¨ªan afectarse.
Decid¨ª girar la vista para localizar al hechicero, miembro vital para sacarnos de tales embrollos, sin embargo, su inherente adem¨¢n afable hab¨ªa desaparecido. Intu¨ª entonces que la autista controversia en la lucha de aquella ma?ana se deb¨ªa al truculento destino de quienes hab¨ªan osado plantarnos cara. Un seno que estaba m¨¢s cerca del infierno, que de la vuelta al hogar como h¨¦roes de guerra."

"Llegamos exhaustos a la aldea donde esper¨¢bamos ser acogidos por todos los villanos. Desde la ¨²ltima vez que acced¨ª a sus calles, hab¨ªa sufrido cambios en casi todos los aspectos. Parec¨ªa que estaban de fiesta, como disimulando la enorme cat¨¢strofe que se les ven¨ªa encima. Evadi¨¦ndose del aire mal¨¦volo que se respiraba, no pararon en toda la noche los fuegos, la m¨²sica y la comida, dando paso a una madrugada en la que tuvimos que hacer recuento de nuestro inventario y prepararnos para el d¨ªa de ma?ana.
Seguramente esa fue mi ¨²ltima alegr¨ªa antes de partir hac¨ªa la batalla."

Ogre Battle: Persons of Lordly Caliber viene a llenar el vac¨ªo que el g¨¦nero de la estrategia ha dejado en la 64 Bits de Nintendo. Un terreno bald¨ªo, sin explotar, y que Atlus, creadores del entusiasta Snowboard Kids, junto a Quest, responsables de la versi¨®n original de NES, han coronado con uno de los juegos m¨¢s esperados de la perecedera consola.
A estas alturas solo queda un interrogante, y es que ahora mismo no hay ninguna distribuidora dispuesta a comercializar el cartucho dentro de las fronteras del viejo continente, dato que, por otra parte, es inconcebible viendo la decadencia de faustas esperanzas de ver otro hito en nuestra plataforma.

"La noche me salpica la mente, las fauces entrecortan el aire que respiro, y las enc¨ªas me sangran por unas muelas punzantes de rabia.
?Ser¨¢ este mi ¨²ltimo sollozo, o vendr¨¢ un redentor en mi b¨²squeda?"