Dino Crisis

?Qui¨¦n me iba a decir en aquellos tiernos a?os que todo iba a ser tan duro?.

Las cosas no son tan malas como pudieran ser. La visibilidad es buena, mucho mejor que en otras plataformas inferiores en las que se han realizado misiones. No se aprecia ning¨²n signo de deformaci¨®n de los parajes, aunque bien pudiera deberse al oscuro ambiente que reina.

El modelado de los elementos no se ve ensombrecido por la escasez de luz de la que os hablo. Es m¨¢s, llegar¨ªa a decir que incluso yo misma luzco mejor que en otras ocasiones, parezco m¨¢s maciza y perfilada. Y pensar que no tengo novio... supongo que ser¨¢ por lo exigente de mi trabajo...

Gracias a mi dispositivo conectado al circuito de c¨¢maras del recinto soy capaz de ver todo lo que sucede en la zona en la que estoy desde fuera. De hecho s¨®lo uso esta vista porque me da una idea global de la situaci¨®n. Lo ¨²nico malo es que como las c¨¢maras est¨¢n puestas en sitios fijos la perspectiva cambia continuamente y a veces resulta un poco desconcertante situarse correctamente en pantalla.

Hubiera sido de agradecer que la agencia nos hubiera suministrado algunos de esos visores tan chulos de 60 Hz que mejorara la fluidez de lo que vemos y la velocidad a lo que lo captamos todo. Habr¨¢ que aguantarse con los 50 hertzios que somos capaces de ver los agentes especiales.

Todo es muy extra?o. A veces comienza oigo de fondo extra?as y escalofriantes melod¨ªas que parecen querer avisarme de que el mal anda cerca. Pero su presencia no hace sino aumentar la desaz¨®n que siento por no poder salir de aqu¨ª tan pronto como me gustar¨ªa.

Es como si alguien quisiera gastarme una broma macabra, haciendo que la tensi¨®n llegue a extremos a¨²n m¨¢s altos de lo que lo har¨ªa sin esas siniestras melod¨ªas.

La aparente tranquilidad que me rodea no es capaz de enga?arme. De fondo escucho un mundo lleno de vida a mi alrededor, empezando por mis propias pisadas que me recuerdan la fortuna que tengo de estar viva.

Si hago un peque?o esfuerzo soy capaz de distinguir el crepitar de las llamas que a¨²n quedan de las explosiones producidas o la sosegada respiraci¨®n de los saurios que me vigilan esperando a que cometa alg¨²n error para abalanzarse sobre m¨ª.

El control es muy sencillo. No se aprecian deficiencias en el terreno que provoquen lentitud en mis movimientos. Todo el armamento est¨¢ bien engrasado para que responda en su justo momento. Por supuesto tampoco me quejo de mi punter¨ªa, que a¨²n con poca visibilidad sigue siendo soberbia.

Creo que me va a llevar un buen rato desentra?ar todo lo que aqu¨ª sucede. Al menos no puedo quejarme de que los jefazos me manden a misiones cortitas. Es m¨¢s creo que lo que pase al final depender¨¢ en gran medida de las decisiones que estoy tomando ahora mismo. Pensando fr¨ªamente veo tres finales distintos para esta historia, que se ver¨¢n muy influenciados por mis relaciones con mis compa?eros. Espero estar haciendo las cosas bien y llegar al final bueno.

Todo lo que sucede en esta isla tiene un ligero parecido con esas historias que me contaba mi compa?era Claire Redfield, s¨®lo que cambiando zombies por dinosaurios. Al menos las apariciones de los dinos son menos frecuentes, lo que compensa su inmensa fortaleza y lo dif¨ªcil que resulta abatirlos a tiros. Tengo las balas contadas y no me puedo permitir abrir fuego gratuitamente. Adem¨¢s no debo alterarme porque he de estar muy concentrada para resolver los puzzles y peque?os misterios que a buen seguro voy a encontrar en el transcurso de esta historia.

Hay algo que no me gusta porque, aunque me facilita las cosas, traiciona mi esp¨ªritu aventurero. Adem¨¢s del parecido que guarda esta misi¨®n con la de Claire, tambi¨¦n veo un m¨¢s que sospechoso parecido con una antigua misi¨®n que realic¨¦ en aquella plataforma llamada PlayStation. Es m¨¢s dir¨ªa que es exactamente id¨¦ntica. De no ser porque pagan por esto no volver¨ªa a realizar una misi¨®n que ya he hecho antes. Ojal¨¢ haya m¨¢s novedades para otra vez.

?Qu¨¦ puedo deciros que no os haya contado ya? Nada supongo. Creo que todo se puede resumir en que esta misi¨®n es igual a una que realic¨¦ en Psx, con todo lo que eso conlleva. Sigue siendo tan peligrosa y emocionante como entonces por lo que si sois agentes con poca experiencia en este tipo de misiones seguro que ser¨¢ un gran trabajo para vuestra formaci¨®n, siempre y cuando seais mayorcitos (m¨¢s de 18 a?os) porque aqu¨ª he visto escenas muy desagradables. Si por el contrario ya ten¨¦is experiencia en Psx con mi misi¨®n os recomiendo que busqu¨¦is a otros agentes a los que ayudar.

Los del C¨®digo Ver¨®nica, por ejemplo, parecen muy faltos de ayuda. Tanto que nadie discrepa al afirmar que tienen la suerte de estar en la mejor misi¨®n de todas las que hay en esta plataforma blanca llamada DC, de modo que antes de echarme un cable deber¨ªais plantearos si no ser¨ªa mejor arriesgar vuestras vidas all¨ª primero.