Si no son Micromachines, no son los aut¨¦nticos...

Cuando nos enteramos que Novalicious versionar¨ªa los 8 Bits el trepidante Micromachines V3, nos entraron retortijones y quedamos sumidos en una espesa nube de escepticismo, sobretodo si echamos la vista atr¨¢s y empezamos a contar los intentos en pasar de dom¨¦stica a port¨¢til un juego ya consagrado, y aun m¨¢s, un cartucho de carreras.

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Posiblemente esa haya sido la principal traba con la que se ha encontrado la desarrolladora norteamericana, traspasar a un cartucho de diminutas dimensiones todo aquel destello de imaginaci¨®n que supon¨ªan 40 circuitos de muy distinta ¨ªndole, y un total de 15 veh¨ªculos con los que hacer frente a tan variopintas situaciones.

Uno de los principales atractivos de Micromachines es la capacidad de enganchar sin hacer uso de todo el potencial de la plataforma sobre la que est¨¢ funcionando, de todas formas, en GBC han suprimido las perspectiva isom¨¦trica a favor de la t¨ªpica vista de p¨¢jaro que hizo famosa a la saga cuando Super Nintendo reinaba el mercado.

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Lo mejor de todo, es que GBC aguanta todos los elementos del circuitos, los 4 coches y el interfaz sin notar ni un instante la recarga de todo ello, am¨¦n de un scroll que se desliza tan suave como la secuela de Super Nintendo en los momentos m¨¢s l¨²cidos.

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Est¨¢ claro que no puede medirse al nivel t¨¦cnico de grandes joyas de la peque?a de 8 Bits, sin embargo su sencillez y hasta la sobriedad provoca una extra?a sensaci¨®n de nitidez solo irrumpida en contadas ocasiones por alg¨²n constitutivo de cada trazado en el que escasas veces se confunde con el fondo o bien quedan mal se?alizados al paso tan fino de cada veh¨ªculo. Una pena si tenemos en cuenta el arduo trabajo que habr¨¢ sido para los grafistas adaptar la cuarentena de carreras sin dejarse en el tintero ninguno de los detalles que ya vimos hace 3 a?os.

  m  ¨²  s  i  c  a

Fant¨¢sticas melod¨ªas acompa?ando nuestro "surfeo" por los men¨²s de configuraci¨®n (en especial la lista de ¨®rdenes del inicio), pero ausente en los momentos de la verdad. Evidentemente con tan solo 4 partituras distintas, ser¨ªa imposible aupar este aspecto entre los dem¨¢s, pero es innegable la tremenda calidad y lo altamente pegadizas que resultan todas ellas, y eso, ya es suficiente como para reconfortarnos el o¨ªdo de vez en cuando.

  s  o  n  i  d  o   f  x

La mayor parte de sonidos que proceden del altavoz se limitan a incesables rugidos del motor, choques (que por cierto, no var¨ªan entre ellos), el paso de cada b¨®lido sobre diferentes superficies y alg¨²n que otro alarido para terminar de ali?ar un apartado que cumple de sobras su cometido, acompa?ar sin desviarnos en demas¨ªa de lo que sucede en pantalla, adem¨¢s de estar acorde con todo lo que pasa sin desvariar en el m¨¢s m¨ªnimo de los pormenores.

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  j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Endiabladamente perfecta. El control es el m¨¢s intuitivo que se ha visto en Game Boy Color desde su creaci¨®n, o como m¨ªnimo, respecto al g¨¦nero automovil¨ªstico. Cada coche, motora o tanque, se maneja de forma exclusiva, por lo que nuestro objeto no responder¨¢ en iguales condiciones cuando estemos sobre un tapete, arena, o barro. Nos encanta como derrapa el boogie, como cualquier lancha pierde el rumbo al pasar sobre una hoja yaciente en la superficie acu¨¢tica, y en especial, la tracci¨®n a los cuatro costados de la cisterna m¨®vil.

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  c  o  n  c  l  u  s  i  ¨®  n

Hemos de reconocer, que pese a lo agradable que resulta el poder disfrutar de la calidad de Micromachines en cualquier consola, no las ten¨ªamos todas con nosotros tras ojear el cat¨¢logo de la port¨¢til y hacernos eco de las remasterizaciones tan lamentables que se suelen hacer. Nada m¨¢s lejos de la realidad; seguro que no alcanza ni por atisbo el nivel t¨¦cnico de su hermano mayor (aunque de todas formas es bastante discreto), pero mantiene su sabor, genuinidad, y lo que es m¨¢s importante, jugabilidad. Una aut¨¦ntica maravilla que nadie deber¨ªa perderse, en especial, a todos los que echan de menos los pasos de cualquier entrega de los coches m¨¢s peque?os del mundo a Super Nintendo o PC. De nuevo, ha nacido un cl¨¢sico en un cartucho de tan solo 8 Megas.

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