Ni Figo lo har¨ªa mejor...

La modernizaci¨®n que m¨¢s expectativas ha encarrilado se debe al Modo Career, donde acogemos en nuestras manos el futuro de un inexperto aspirante a entrar en la m¨¢xima competici¨®n configurando su aspecto f¨ªsico, nombre, equipo de procedencia o vestuario. Estando ya en rodaje, debemos entrenar con suma precisi¨®n y controlar hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle en cuanto a h¨¢bitos se refiere. Dependiendo del entreno que sigas, si sales mucho o no, con que gente hablas o tus horas extra, cuentan para modelar las habilidades. Lo malo, es que cualquiera de tus realizaciones atrae consigo mermas en tu estatus. Por ejemplo: Cuanto mayor tiempo le dediques al disfrute personal, menos incrementar¨¢n tus cualidades, as¨ª como un entreno a disgusto de ciertas personas del cuerpo t¨¦cnico, o actuaciones deplorables en una prueba importante bajar¨¢n tus relaciones con el equipo y tu motivaci¨®n. Lo dem¨¢s, se limita a practicar cuantas m¨¢s horas puedas la rapidez, aguante, pase o el chut.
Aunque con cierta demora, una de las posibilidades que nos propone la gente de Major A se basa en reestructurar equipos de la Eurocopa seg¨²n el azar de la CPU y redimir la pobre actuaci¨®n del seleccionado espa?ol. De igual manera, La Copa del Mundo ahora parece cobrar mucha m¨¢s importancia y toman parte de ella multitud de pa¨ªses que hasta ahora no conoc¨ªan una Nintendo 64.
En cuanto al "scenario", la cantidad de pruebas no progresa en n¨²mero, suerte que le debemos objetivos exclusivos (incluyendo el preludio de la destituci¨®n de Clemente) y alguna otra que no hacen m¨¢s que obligarnos a cumplir proezas para ser encarriladas.

g? r? ¨¢? f? i? c? o? s
En el transcurso de estos 2 a?os, la compatibilidad con el Expansion Pak parec¨ªa excusa suficiente para mejorar su aspecto. La verdad, su uso no trae m¨¢s que ralentizaciones y una peque?a mejora en la resoluci¨®n. Jugar sin ¨¦l, a parte de mayor velocidad, mantiene el aspecto borroso de anta?o y los movimientos m¨¢s suaves de la saga. El Motion Capture desfila con el talante de las grandes ocasiones: driblings de aupa, palomitas, despejes al m¨¢s puro estilo Barthez, y nuevas y tediosas celebraciones. Am¨¦n de la enorme calidad en este sentido, ISS asciende muchos enteros en el apartado visual, donde muestra un interfaz algo m¨¢s agresivo y llamativo, mal se?alizado en ocasiones por alguna confusi¨®n puntual, pero la mar de s¨®lida.

Donde tambi¨¦n se perciben cambios dignos de menci¨®n es en el trabajo artesanal acerca de el equipamiento de cada selecci¨®n. ?A Espa?a se le ven perfectamente las tres l¨ªneas que bordean la manga!, hasta en los pantalones, y se insin¨²a vagamente el logotipo de la marca realizadora de la indumentaria. Impresionante. Por si fuera poco, dependiendo del clima las zamarras var¨ªan de longitud, por lo que en momentos fr¨ªos tendremos todo el brazo tapado. Un puntazo.
Siguiendo en la vestimenta, tanto zapatos como la ropa propiamente dicha son variables 100%, as¨ª que la variedad que rebosa ISS es poco usual.

m? ¨²? s? i? c? a
Solo presente en los men¨²s, varia much¨ªsimo con respecto a anteriores entregas. Gracias a Dios no se limitan a una melod¨ªa adnata desde las primeras fuentes, con ritmo repetitivo y que ¨²nicamente funciona como relleno. Partituras con ciertas connotaciones Techno (muy suave), y alguna que otra mezcla con gritos incluidos se encargan de este trabajo. A tenor de la cantidad de melod¨ªas, entra tanto recurso a todo este cat¨¢logo de jugadores, se agradece que vayan cambiando aleatoriamente.

s? o? n? i? d? o?? f? x
Nuevamente, casi la totalidad de la importancia en este aspecto pasa por la reproducci¨®n m¨¢s fiel posible de gritos y c¨¢nticos del entusiasmado p¨²blico. Las ocasiones del partido, el control en algunas zonas o hasta el resultado marcan la variabilidad de sus voces. Adem¨¢s, el n¨²mero de ellos se ha visto incrementado notablemente desde su anterior paso, y por supuesto, consiguen un resultado m¨¢s efectivo.

j? u? g? a? b? i? l? i? d? a? d
Todos los botones del mando (que no son pocos) tienen su funci¨®n preestablecida, igualmente puedes cambiarlas a tu gusto si te desagrada alguno de sus resultados. Por mucho tinglado que resulte el control de cada una de los interruptores, rara vez podr¨¢s llegar a tenerlo todo al alcance de la mano, sin opci¨®n al error, todo configurado para que tus dedos se coloquen intuitivamente en su posici¨®n. Los C se encargan de sutilezas al estilo pase en profundidad, largo, pared o cabalgar a vertiginosa velocidad. El A soluciona pases cortos y el B chutes la mar de potentes. A diferencia de la precuela, endosar un pepinazo bien dirigido es harto dif¨ªcil, el hecho de meter la pierna a bote-pronto no te traer¨¢ mas que oportunidades desechadas.
L, R y Z son los ¨²nicos que sin tu previa actuaci¨®n no tiene funci¨®n estandarte. Las t¨¢cticas de contraataque, a la defensiva o el fuera de juego son pasadas a tu equipo mediante el uso de ellos.

La IA sigue su t¨®nica ascendente desde su primog¨¦nito. Todo jugador se comporta con af¨¢n de victoria, en la defensa despeja por temor a un mal rebote, en el ataque no duda ni un instante a encarar la porter¨ªa, y en en la l¨ªnea divisoria circulan el bal¨®n hasta encontrar un espacio. Todo limitado siempre por el nivel de dificultad escogido.
Pero el que en realidad se ha visto potenciado no es nadie m¨¢s que el guardameta. Palomitas hasta ahora in¨¦ditas, salidas cuando se enfrenta a un 1 contra 1, y despejes en los corners para alejar el bal¨®n. De igual forma, sigue teniendo problemas cuando cruzas verticalmente el ¨¢rea, y en los centros, que por cierto, se suelen ejecutar f¨¢cilmente y con una precisi¨®n que ni el mism¨ªsimo David Beckham.

c? o? n? c? l? u? s? i? ¨®? n
El fichaje estrella de Nintendo 64, y casi seguro, el ¨²ltimo. Konami ha vuelto con una maravilla bajo su brazo despidiendo una consola que tantas decepciones les ha aportado. Simplemente se justifica con la inclusi¨®n de un modo original donde los haya y el nuevo plantel de seleccionados nacionales, de manera que, compar¨¢ndolo con el '98 o el 64 y quitando sus novedades, no presume de cambios abismales ni s¨ªntomas de haber creado algo nuevo. No obstante, es el mejor de las 3 entregas, y como no, el m¨¢s logrado de todos los juegos deportivos de Nintendo 64. Major A se despide con una pieza imprescindible para todo amante del deporte rey y recomendado para aqu¨¦l que busque algo nuevo en este tipo de cartuchos. No os arrepentir¨¦is.