Los japoneses de Camelot sorprendieron al mundo con el que posiblemente sea el juego de golf m¨¢s jugable de los que han pasado por consola alguna, por lo menos en Nintendo 64 no cabe duda. La combinaci¨®n arcade con peque?as dosis de simulaci¨®n, modos de juego especialmente tentadores y la presencia de las mascotas de Nintendo hicieron de ¨¦l todo un ejemplo a seguir.
Cuando su segunda pieza apenas hace unos meses que est¨¢ en la calle del Sol naciente y Estados Unidos, ya est¨¢ cosechado un ¨¦xito tremendo. Y no es para menos, imaginad lo que puede ser la misma f¨®rmula que su "antecesor" pero con el efecto trepidante de un partido de tenis y el alterne constante de balonazos... vicio asegurado.
Se nota que MT64 no es una proeza gr¨¢fica, ni tampoco lo pretende. Su objetivo es ser simpl¨®n, n¨ªtido, r¨¢pido y con buenos movimientos. Que los destellos desprendidos por un golpe tras una conexi¨®n perfecta no ralentizen el juego ni desentonen para nada. De lo que hemos visto, no hay confusi¨®n por ning¨²n lado, de hecho, es de lo m¨¢s fino que hemos visto en la 64 Bits, y eso ya es decir.
Aunque parezca raro, en Mario Tennis podemos jugar en pistas de lo m¨¢s normales, tierra b¨¢tida, c¨¦sped o cimiento, y como no, en los escenarios t¨ªpicos situados entre castillos, valles y plantaciones de Pira?as. No todos est¨¢n disponibles desde el principio, as¨ª que gran parte de nuestros esfuerzos se centra en abrir nuevos decorados. Atentos a los detalles que infestan el cartucho, ?hab¨ªais visto alguna vez a bombas hacer de recoge-pelotas o presenciar como un campo se tambalea al ritmo que los jugadores pierden el equilibrio...? no busqueis m¨¢s, est¨¢ todo aqu¨ª, y por suerte, no tardaremos mucho en verlo. Tan solo un mes aproximadamente para que os ofrezcamos un exhaustivo an¨¢lisis de una de las esperanzas de Nintendo para la futura campa?a navide?a.