Time Crisis: Operaci¨®n Tit¨¢n (PlayStation)

?Puede que la consola gris de SONY no est¨¦ pasando por sus mejores momentos de forma, pero desde luego Time Crisis no es el portador de este mal. El hecho de que actualmente la sucesora de PS One est¨¦ copando todas las esperanzas de Namco, y el que haya tenido p¨¦rdidas considerables este ¨²ltimo a?o, no evita que la desarrolladora nipona vuelve a dejar patente el porque se ha convertido en una de las fetiche que ha encumbrado a la 32 Bits.

Para Time Crisis, el haber nacido de forma simult¨¢nea junto a Virtua Cop 2, no ha sido suficiente motivo como para cohibir todas las posibilidades que ven¨ªa predicando la primera entrega de la saga que prob¨® las delicias de la GunCon. Sin embargo, todo el devenir que le esperaba no iba a ser tan sencillo como sus comienzos intu¨ªan. La segunda entrega, rompiendo todo tipo de pron¨®sticos, nunca fue convertido del arcade, y mucho menos Crisis Zone, una recreativa que reestructuraba el motor del original e invad¨ªa de elementos y part¨ªculas una pantalla rebosante de balazos. Por ello, Namco ha decidido volver a la palestra y exprimir un poco m¨¢s su fant¨¢stica pistola, que hasta ahora, solo hab¨ªa tenido el honor de hacer Point Blank de forma satisfactoria.

Esta vez las riendas de la partida nos sit¨²an tras falsas acusaciones al protagonista del tiroteo, Richard Miller, quien es perseguido por la ley debido a su presunta implicaci¨®n en el asesinato del presidente de Karuba, lugar donde transcurre toda la acci¨®n. No obstante, el aut¨¦ntico foco debe trasladarse a las instalaciones de Wild Dog, un sindicato criminal gobernado por Kantaris, cuyo proposito ha sido desvincular a sus socios del suceso e inculpar a Miller. A partir de este momento empieza una verdadera cacer¨ªa que el joven protagonista deber¨¢ solventar en tan solo 48 horas...

Siguiendo el arquetipo de sus cong¨¦neros, TC:PJ usar¨¢ un interfaz en el que se marca tu estado de salud, el crono con los segundos de que dispones (se van renovando a medida que acabas con una pantalla de enemigos), y la munici¨®n que tienes en la rec¨¢mara. Claro est¨¢, todo funcionando siempre con el bot¨®n rojo situado en la manilla de la pistola, emulando lo que en el arcade se traduc¨ªa mediante un pedal que te proteg¨ªa y recargaba de balas la cartuchera.

De entre las principales diferencias respecto a su precuela, destaca el aumento ostensible de la Inteligencia Artificial de todos los enemigos, as¨ª como su colocaci¨®n de una forma mucho m¨¢s ingeniosa. Esto desemboca en que gran parte del tiempo tratar¨¢s de acertar a un blanco situado a la lejan¨ªa y escudado entre un mont¨®n de barandas mientras ¨¦l suelta toda su artiller¨ªa sobre tu piel. Adem¨¢s, junto a la influencia de nuevos agentes externos que se alejan un poco de las gr¨²as o tallos de ¨¢rboles cayendo cerca de tu posici¨®n, habr¨¢ un mont¨®n de soldados a batir que se te avalanzar¨¢n detr¨¢s de un enorme broquel con una mirilla formando su propia cu?a, otros que al quedarse sin munici¨®n dejar¨¢n caerse sobre alguna esquina y volver con su arma llena de plomo, y alguno m¨¢s que preferir¨¢ acercarse a su objetivo sin tener en cuenta las fatales conseq¨¹encias.
Tambi¨¦n se difiere por una ambientaci¨®n mucho m¨¢s oscura y elegante. Gran parte de los decorados discurren entre moquetas, salones, relojes de p¨¦ndulo, pianos de cola o escaleras de madera, si bien es cierto, que a medida que nos vayamos acerc¨¢ndo a los dominios de la organizaci¨®n Wild Gun, la cosa cambia de tintes y nos conduce a centrales que emanan vapor desde casi todas sus instalaciones, o a enormes pasillos estrechos con un ej¨¦rcito de guardias vigilando la zona.

Es precisamente en este aspecto donde se nota el esmero de los reponsables de Ridge Racer a la hora de reproducir con mucho cuidado todos estos elementos decorativos. En especial el modelado de los personajes, y lo result¨®n de cualquier nivel que vayas a encarar. Comparado con el primero de los Time Crisis, Titan Project est¨¢ por un escal¨®n encima, aunque segur¨ªsimo que no causar¨¢ el mismo impacto que supuso su primog¨¦nito.

Siguiendo con las novedades, y excluyendo la parte m¨¢s superficial que suponen gr¨¢ficos y escenarios, en cuanto a modos de juego apenas hay cambios que puedan ser destacados. De hecho, a la opci¨®n que sigue la historia, habr¨ªa que a?adirle otro que nos sumerge en una carrera contra el tiempo (calcado al principal) en el que como ¨²nica variedad existe la bonificaci¨®n por los resultados obtenidos, o el haber entrado en alguno de los pelda?os exclusivos para los m¨¢s diestros.
De igual manera, el estilo de la m¨²sica y la forma de encajar con la acci¨®n remoza en cierto grado lo que se hizo en 1996 sin suscitar mucho ¨¦nfasis en este aspecto.

La intenci¨®n de Namco no es otra que revalorizar su sensacional perif¨¦rico y regalar a todos aquellos que se hayan hecho con uno, ese compacto que termine por colmar todas las expectativas puestas en ¨¦l a la par que dejar un sabor de boca algo menos amargo del que ahora reina en torno a este accesorio. Estamos seguros que es un preludio excelente a lo que puede ser una pistola disponible en PS2, ya que juegos habilitados para funcionar sobre estas bases no les falta...