Power Stone 2 (Dreamcast)

A estas alturas nadie duda ya del buen hacer de Capcom en lo que a la lucha se refiere, pero cuando dijeron que estaban trabajando en un proyecto que iba a revolucionar este g¨¦nero nadie imagin¨® que lo iban a lograr de una manera tan brillante.
Power Stone 2 es una de las secuelas m¨¢s esperadas para este a?o. Como la primera parte, viene directamente desde la placa Naomi, lo que demuestra lo bien que se entienden nuestra maquinita blanca con las recreativas.
A pesar de que esta saga lleg¨® sin hacer demasiado ruido, luego result¨® ser un exitazo llegando a convertirse en una seria alternativa al todopoderoso Soul Calibur, sobre todo para aquellos que buscan un concepto m¨¢s original en la forma de entender los combates.
El juego nos traslada al siglo XIX, la ¨¦poca del romanticismo, en la que debemos hacernos con unas extra?as piedras que permiten cumplir los sue?os del que las posea. Bajo este simplote argumento se escond¨ªa la primera entrega. De la segunda se Capcom ha desvelado lo que se dice en la intro del juego. Aqu¨ª lo ten¨¦is traducido:
"Sin aviso una oscura nube llena el cielo, y una inmensa sombra cubre el mundo entero con un rugido que hace temblar el planeta. De repente, aparece un misterioso castillo flotante sale de la nada. En un abrir y cerrar de ojos, los h¨¦roes de Power Stone son capturados y transportados al castillo. ?Qu¨¦ le pasar¨¢ a nuestros h¨¦roes? ?Bienvenido al mundo de Power Stone!".

Suponemos que ya os habr¨¢ empezado a comer la curiosidad para saber m¨¢s cosas sobre Power Stone 2. Como os queremos mucho aqu¨ª ten¨¦is m¨¢s detalles.
Comencemos por los combates. ?stos se desarrollan en grandes escenarios 3D en los que tenemos absoluta libertad de movimientos. La interacci¨®n a la que podemos llegar con los mismos es impresionante: podremos colgarnos del techo o usar como arma cualquier parte del decorado, desde piedras a cajas pasando por jarrones, m¨¢stiles y un largo etc¨¦tera. Para que os hag¨¢is una idea hay unos 120 objetos que podremos utilizar. El objetivo es derrotar al rival (vaya perogrullada ?no?) haciendo uso de esta interacci¨®n y recogiendo las power stones. Para hacernos con ellas podemos recogerlas en cuanto aparezcan o quitarselas a mamporro limpio al malo de turno. Una vez tengamos tres nos transformaremos por alg¨²n tiempo en nuestro alter ego, que, creednos, se las gasta muy mal. Los golpes hacen m¨¢s da?o durante la transformaci¨®n y adem¨¢s podemos hacer uso magias especiales. Lo malo es que nuestros enemigos se pueden transformarse tambi¨¦n y en esos momentos nos huir hasta que se le pasen los efectos de las piedras. Todo esto contribuye a que los combates sean alocados y muy divertidos.
La jugabilidad est¨¢ a prueba de bomba. El control es muy intuitivo y la verdad es que os sorprender¨ªa saber la cantidad de movimientos que se pueden hacer con cuatro botones: uno para salto, otro para patada, otro para pu?etazos y el ¨²ltimo para coger cosas.

Campcon era consciente de que la primera parte ten¨ªa un defecto y es que el modo de un jugador se acababa muy pronto, de modo que al final s¨®lo los combates contra amigos ten¨ªan gracia. En esta ocasi¨®n se ha incluido un nuevo modo: Aventura. En ¨¦l ganaremos dinero al pelear y as¨ª compraremos nuevas armas o ropas para nuestro personaje. Sin embargo se pod¨ªan haber esforzado m¨¢s ya que s¨®lo hay ocho niveles, que, pese a ser largos, nos parecen poco.
El plantel anterior permanece casi intacto y se ha visto reforzado con la inclusi¨®n de cuatro personajes m¨¢s: un cocinero que se convierte en dinosaurio, una marioneta que pasa a ser un robot, un cowboy y una chica que ataca a paraguazos.

Por ¨²ltimo queda decir que se espera que, al igual que hac¨ªa el primer juego, se incluyan en el GD minijuegos para el VMS e incluso se ha especulado con la posibilidad de que se pueda usar con la recreativa, aunque eso ya es m¨¢s compicado.
Se espera que llegue a nuestro pa¨ªs en Septiembre m¨¢s o menos lo que nos chafa un poco el verano por no poder jugar ya con ¨¦l. De todos modos la espera merece la pena y mucho.