Worms: Armageddon
Los gusanos camicaces han llegado
La incombustible port¨¢til de Nintendo no quer¨ªa ser menos y a en ella han aterrizado nuestros gusanos preferidos.
Una de las sagas que se ha abierto un hueco por derecho propio en los corazones de los jugones es la de Worms. En su historia consolera han deleitado a todo tipo de jugones en MD, SNES, Saturn, Psx, DC y Nintendo 64. Claro, la incombustible port¨¢til de Nintendo no quer¨ªa ser menos y recibe a la genial saga en un cartucho que gustar¨¢ a todos los seguidores de los gusanos.
Para los que no sep¨¢is de qu¨¦ va la cosa aqu¨ª ten¨¦is un peque?o resumen. Disponemos de un equipo de gusanos que est¨¢n dispersos por el enorme escenario. Nuestra misi¨®n consiste en aniquilar a todos los gusanos del equipo rival con el menor n¨²mero de bajas en nuestras filas. Para ello contamos con el repertorio m¨¢s desternillante de armas que hay¨¢is visto jam¨¢s. Por ejemplo tenemos bombas banana, bates de b¨¦isbol o ovejas saltarinas. Ya os pod¨¦is imaginar el cariz c¨®mico que toman todos los combates con el uso de estas armas.
Todo este buen hacer se ve pronto empa?ado por la enorme cantidad de ralentizaciones que hay en cada partida. Es sorprendente encontrarlas cuando se han suprimido complicaciones gr¨¢ficas tales como el resplandor de las explosiones o el uso de la cuerda. De todos modos no afectan demasiado al desarrollo de las partidas, pero incomodan un poco.
Las animaciones siguen siendo buenas pero no est¨¢n a la altura de otras ocasiones. En el paso a los ocho bits se han quedado atr¨¢s algunas animaciones que contribu¨ªan a dar ese ambiente ¨²nico de cachondeo y desenfado que tanto a caracterizado a la saga. Pese a ello el tono general sigue siendo muy divertido y m¨¢s de una vez soltar¨¦is una carcajada por las moner¨ªas de los gusanitos.
En cuanto a modos de juego se queda un poco corto. El modo para un solo jugador se reduce a una serie de partidas seguidas hasta que nos pasemos el juego. Otro de los modos es el de partida r¨¢pida, lo elegiremos cada vez que queramos echar una partidita sin complicarnos la vida ajustando opciones como la de elecci¨®n de terrenos o el tipo de suelo. Por ¨²ltimo est¨¢ el modo para dos jugadores, que ser¨¢ el que m¨¢s os divierta; no hay nada mejor que ver la cara del otro cuando le hay¨¢is matado a medio equipo a base de misilazos.
Una de las cosas que no nos han convencido mucho es la reducci¨®n a dos equipos por partida en vez de los habituales cuatro. Este cambio es incomprensible, ya que las limitaciones de la consola no deber¨ªan verse reflejadas en un aspecto que influye tan directamente en la diversi¨®n como es ¨¦ste.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.