?Por qu¨¦ jugamos?
A todos nos une la pasi¨®n por los videojuegos pero, ?os hab¨¦is preguntado alguna vez por qu¨¦ jugamos? Pues vamos a tratar de arrojar luz sobre el asunto, uno de los temas m¨¢s profundos y menos razonados de nuestra actividad...
Bueno, pues aqu¨ª estamos una vez m¨¢s. En esta ocasi¨®n vamos a tratar de arrojar luz sobre uno de los temas m¨¢s profundos y menos razonados de nuestra actividad... ?Por qu¨¦ jugamos? Como introducci¨®n, os reproduzco el texto de un anuncio de la Playstation que sal¨ªa hace tiempo en la televisi¨®n. Es, probablemente, el mejor anuncio que he visto en mi vida, y adem¨¢s resume perfectamente mi filosof¨ªa en este campo. (Para los que no lo hay¨¢is visto, os cuento: s¨®lo salen una serie de personas -j¨®venes- en diversas situaciones diarias que van diciendo cada uno una parte de las frases. La ¨²ltima frase la dice un ni?o de unos 8 a?os...)
Desde hace a?os, llevo una doble vida: Durante el d¨ªa trabajo, pero por la noche, mi coraz¨®n y mi adrenalina se disparan. Al verme, no podr¨ªas decir que he dirigido Ej¨¦rcitos, que he conquistado Mundos... Yo si puedo decir que he vivido...
Bueno, desde luego habr¨¢ de todo, pero para muchos de nosotros, jugar a videojuegos en mucho m¨¢s que pasar el tiempo de ocio. No s¨®lo disipa las tensiones diarias y nos hace olvidar todos esos problemillas (o problemones) cotidianos, sino que la cosa va mucho m¨¢s all¨¢. De lo que se trata es de hacer todas esas cosas que en una sola vida jam¨¢s podr¨ªamos hacer, estar en lugares que jam¨¢s visitaremos (o que ni siquiera existen), y vivir episodios hist¨®ricos (pasados o futuros) con los que s¨®lo podemos so?ar...
Si; desarrollar quiz¨¢s nuestras verdaderas vocaciones y hacer realidad nuestros sue?os. ?Qui¨¦n podr¨ªa, en una sola vida, ser piloto de carreras, mercenario, empresario de la construcci¨®n, contrabandista, director de hospital, alcalde, Julio Cesar, Astro-Marine, polic¨ªa, hormiga (si, si, hormiga), y mil cosas m¨¢s que nos interesan, pero para las que no tenemos tiempo / dinero / ¨¢nimo / posibilidad / etc. en la vida real?
La vida real... la m¨¢s importante de todas; y no menos interesante (en el fondo) que las dem¨¢s. Como m¨ªnimo tened en cuenta que ¨¦sta sostiene a todas las que vivimos en los videojuegos, y que si consigues encarrilar la 'real', podr¨¢s disfrutar mucho m¨¢s de las otras... Casi n¨¢. Como dir¨ªa nuestro maestro Yoda... "Control, control, control! Tienes que tener control!!" (lo que quiere decir es que hay que alcanzar un equilibrio).
Pero en fin, sigamos...
La literatura y el cine nos hacen so?ar. Los videojuegos hacen nuestros sue?os realidad. O al menos una buena parte de ellos (?a que me refiero, a los juegos... o a los sue?os...?).
Recuerdo la primera vez que vi "La Guerra de las Galaxias", cuando la estrenaron, en plenos a?os 70. Me he pasado gran parte de mi vida so?ando con aquellos cazas, aquellos sables de luz y aquellas tropas Imperiales; Lord Vader, Yoda, el Halcon Milenario... los TIE Fighter. Las carreras en moto-Jet por el bosque de Endor...
Tambi¨¦n recuerdo la primera vez que pude pilotar un X-WING, o un TIE Interceptor, recuerdo las voces por la radio, los disparos l¨¢ser, las explosiones de las Corbetas Corelianas en el vac¨ªo del espacio... la primera vez que me enfrent¨¦ a un Destructor Estelar de clase Imperial. Y tambi¨¦n recuerdo las carreras en moto-jet por las calles de Moss-Eisly (ni recuerdo como se escribe). Y la sensaci¨®n de desenfundar un sable de luz (en una conversi¨®n del Doom a StarWars)...
Recuerdo tambi¨¦n la primera vez que lanc¨¦ un conjuro de Bola de Fuego, la primera vez que bland¨ª una espada m¨¢gica, y todas las veces que vagu¨¦ sin rumbo por pasadizos oscuros, mapeando el terreno como pod¨ªa...
Y qu¨¦ decir de aquellas misiones de combate en Vietnam con mi escuadrilla, a bordo de un F-4, o las de bombardeo sobre aquella presa en el norte de Alemania a bordo de un "Liberator" de la RAF en plena 2? Guerra Mundial. ?La Guerra del Golfo? All¨ª estaba yo, con mi Apache LongBow. ?Bosnia? Mi F-22 y yo mantuvimos la zona de exclusi¨®n a¨¦rea con sangre, sudor y aceite de motor...
Y ¨²ltimamente... el asalto a Stroggos. Recuerdo perfectamente las voces de instrucci¨®n del sargento justo antes de saltar desde la ¨®rbita del planeta. Recuerdo perfectamente el sonido del lanzamiento (TUMP!) y el descenso de miles de c¨¢psulas hacia la superficie (tampoco he olvidado como alguno de vosotros, mam¨®n, golpe¨® mi m¨®dulo de descenso y me desvi¨® de mi ruta prevista, yendo a caer muy fuera de la zona de descenso...) Recuerdo el sonido de nuestros cazas sobrevolando la zona, los sonidos de las bombas cayendo y las instrucciones por radio para reagruparnos... y aquel extra?o lenguaje de los habitantes del planeta (tampoco me par¨¦ demasiado a escucharlos, la verdad).
En fin, como veis, he estado en muchos lugares y peleado en muchas guerras, aunque tambi¨¦n hice muchas otras cosas bellas y no violentas que olvid¨¦ mencionar, como planificar y administrar aquellas ciudades, correr en aquellas carreras de minicarts conducidos por animalitos, ganar el Campeonato del Mundo de Formula 1, y mil cosas m¨¢s. Pod¨¦is tener por seguro que todas y cada una de ellas las hice por el bien de la Humanidad (o de la raza que tocase) y que me siento orgulloso de ellas.
Y ahora que lo pienso, me pregunto... ?d¨®nde estabais vosotros? La verdad es que siempre hubo compa?eros en la mayor¨ªa de mis haza?as; aquellos otros pilotos en los otros aviones de mi escuadr¨®n (cuyas cabezas, enfundadas en cascos, apenas se distingu¨ªan), siempre hubo otros pilotos en las carreras, y alguien supongo que dirig¨ªa los ej¨¦rcitos enemigos y aliados. Siempre hubo muchos mundos que conquistar, muchas plazas de guerrero por ocupar y muchas haza?as legendarias por realizar...
Ahora que me doy cuenta... parece que hace mucho tiempo ya que andamos el mismo camino, que hemos combatido en las mismas guerras y constru¨ªdo semejantes ciudades. Probablemente hemos compartido muchas de nuestras vidas sin saberlo... hasta que con la explosi¨®n de Internet por fin pudimos ponernos en contacto. Ha sido una larga espera, pero veo que ha merecido la pena. Os saludo y os honro. Parece que a partir de ahora seguiremos el camino un poco m¨¢s acompa?ados que antes. Incluso me siento algo aliviado al saber que muchas de las misiones que rechac¨¦ ser¨ªan resueltas por vosotros sin duda alguna. Es un alivio, la verdad. Salvar mundos es una tarea muy esforzada, que realizaremos mejor entre todos.
En fin, pensaba acabar este art¨ªculo diciendo... "No soy inmortal, aunque he vivido muchas vidas...", pero corregir¨¦:
- Acci¨®n