Si piensas que el Motocross es un deporte f¨¢cil est¨¢s muy equivocado. La prueba la tienes en Jeremy Mcgrath Supercross. Un juego que s¨®lo los m¨¢s diestros podr¨¢n dominar.
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La velocidad no ha sido nunca un g¨¦nero muy pr¨®digo en la N64 y mucho menos en lo referente a competiciones con motos de por medio. Jeremy McGrath llega como una de las pocas alternativas para los moteros. Cuando Acclaim decidi¨® hacer el juego deb¨ªa estar muy confiada en sus posibilidades de lograr el ¨¦xito con la gran licencia que tra¨ªa bajo el brazo. Tan confiados que deb¨ªan estar que han creado un t¨ªtulo gris como pocos. Son muchos los fallos cometidos en el cartucho, demasiados para haber sido programado por una compa?¨ªa con tantos recursos. De las poquitas cosas que podemos salvar de la quema es la suculenta licencia de la que hace gala. Muchos, la mayor¨ªa, no conocer¨¦is a Mcgrath ni a ninguno de los otros siete pilotos que se dan cita en este cartucho. Al fin y al cabo no estamos hablando de un deporte que levante pasiones en Espa?a. Tampoco las levanta en EEUU, pero al menos si hay m¨¢s aficionados que aqu¨ª. Jeremy es el piloto que siempre gana; vamos, que el t¨ªo no tiene rival corriendo . A¨²n as¨ª una buena licencia suele ser condici¨®n necesaria pero no suficiente para crear un gran t¨ªtulo deportivo y ¨¦se ha sido el error de Acclaim.
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Gr¨¢ficos. El engine est¨¢ completamente desfasado. Es m¨¢s propio de hace varios a?os que de ahora. Los gr¨¢ficos est¨¢n muy desfasados para los tiempos que corren, sobre todo por su brusquedad. El motor que no mueve fluidamente lo que tiene en pantalla y hace que la sensaci¨®n visual sea desagradable. Muchas veces no sabemos si tenemos que tomar las curvas a la izquierda o a la derecha por la pobre relizaci¨®n de algunos fondos. S¨®lo una de las tres vistas que disponemos consigue ocultar estos defectos y permite una conducci¨®n tranquila. Esto, en el modo de un solo jugador, pero es que si juegan cuatro personas a la vez el engine llega a unos niveles absolutamente infames. La confusi¨®n se apodera entonces de las carreras y concluir el circuito en un tiempo respetable se convierte en una tarea pr¨¢cticamente imposible.
M¨²sica Por extra?o que parezca es el mejor aspecto del cartucho. La banda sonora tiene un cariz muy marchoso que no desentona en absoluto con el ambiente de este tipo de competiciones. La ¨²nica pega es que el sonido del motor tapa parcialmente las melod¨ªas.
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Sonido FX Es correcto. Una voz -en ingl¨¦s - nos da la cuenta atr¨¢s antes de empezar a correr o nos se?ala la opci¨®n elegida en los men¨²s. En cuanto a los efectos en las carreras se puede decir que se limitan al sonido de los motores. Aqu¨ª nos encontramos de nuevo el mismo fallo que se?al¨¢bamos en el apartado musical aunque esta vez es la propia banda sonora la que interfiere con los FXs (sobre todo con la voz) impidiendo una buena audici¨®n de los mismos.
Jugabilidad Es relativamente sencillo hacerse con el control de estos aparatos para acabar un circuito sin demasiadas complicaciones. Sin embargo tambi¨¦n aqu¨ª el juego continua siendo mediocre. Como ya dijimos las curvas suponen a veces verdaderos retos porque no sabemos muy bien por donde salir. En los saltos nos saldr¨ªamos muchas veces del trazado de no ser porque unas vallas "imaginarias" evitan que esto sea posible y nos hacen desplazarnos en el aire para caer siempre en el interior del circuito. Otra problema es que tanto los salientes de los pilares que sostienen la l¨ªnea de meta como los de las vallas publicitarias actuan como cepos dispuestos a frenar brutalmente a cualquier incauto que se acerque demasiado a los bordes. Si tenemos la desgracia de encajarnos en alguno de estos salientes sufriremos horrores hasta sacar la moto, adem¨¢s de perder una considerable cantidad de tiempo. En cuanto a modos nos quedamos con la sensaci¨®n de que se podr¨ªan haber incluido m¨¢s cosas. Los principales son: Carrera, Modo de Series y Prueba de tiempo. En ellos podremos competir en las dos cilindradas que nos dan a elegir, 125 cc. y 250 cc. El modo de series es sin duda el m¨¢s entretenido de todos porque nos permite correr para ganar puntos de modo que resulta muy similar a lo que podr¨ªamos considerar una liga. Otro modo que en principio deber¨ªa destacar es el destinado a las acrobacias. En un tiempo limitado debemos intentar hacer todo tipo de postureos con la moto para conseguir el mayor n¨²mero de puntos posibles. Pero ¨¦ste no pod¨ªa ser mejor que el resto por lo que acaba cayendo tambi¨¦n en la misma din¨¢mica gris que envuelve al cartucho, especialmente porque apenas hay movimientos especiales que realizar. El resultado final es que acabamos repitiendo una y otra vez los mismos movimientos insulsos hasta el paroxismo. El juego denota claramente un talante de simulador puro y duro. Sin embargo no se puede decir que los verdaderos picados de las motos vayan a poder demostrar todos sus conocimientos a base de ajustes mec¨¢nicos. Podremos cabiar el tipo de ruedas, la banda de potencia de nuestra moto y poquillo m¨¢s. Al menos se han inluido un par de editores que le dan m¨¢s vidilla al juego. Con uno de ellos podremos crear corredores nuevos y con el otro nuevos circuitos. Este ¨²ltimo es muy de agradecer porque tras haber corrido en todos los circuitos que vienen por defecto tendr¨¦is la sensaci¨®n de que realmente siempre corr¨¦is en el mismo sitio.
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