Estuvimos en la presentaci¨®n de Radical Drivers

El Jueves pasado Dinamic presentaba un nuevo t¨ªtulo para a?adir m¨¢s participantes a la lucha feroz que habr¨¢ estas navidades por ser el primero en el ranking de ventas. Se trata de Radical Drive, un juego hecho en Espa?a por la gente de Efecto Caos S.L. del grupo Xpiral, empresa que ya lanz¨® en el 95 el divertid¨ªsimo Speed Demons.

Radical Drive es un simulador de conducci¨®n en el que se ha tenido m¨¢s en cuenta la diversi¨®n que pueda proporcionar que las diversas reacciones que se producen en coches similares en la realidad. Pero lo novedoso es que nada m¨¢s instalar el juego nos encontramos con cinco posibilidades totalmente distintas, Buggy, Cross, Velocidad, Saltos y Monster. Las tres primeras son competiciones contra otros veh¨ªculos de caracter¨ªsticas similares y acordes con los distintos tipos de terreno, por ejemplo el modo Buggy se disputa en un circuito con tramos de asfalto, tierra y otro tramo en la playa. Ser¨ªa un poco absurdo, como pasaba en el MotoRacer, que se pudiese disputar una carrera en la playa con un veh¨ªculo hecho para rodar sobre el m¨¢s liso y abrasivo de los asfaltos.

En las modalidades Saltos y Monster el principal rival a batir ser¨¢n el metro y el cron¨®metro, y en otra buena dosis, nuestro sistema nervioso, ya que pondr¨¢ a prueba nuestra 'sangre fr¨ªa'. Por otra parte, el modo de saltos es muy apetecible por el simple hecho de que no es suficiente tema para un juego completo y, que yo recuerde, no existe nada parecido en ninguno de los t¨ªtulos actuales.

En Saltos, el objetivo es realizar el salto m¨¢s largo posible, para lo cual contaremos con la inestimable ayuda de una magn¨ªfica rampa y unos no menos espectaculares cohetes propulsores. Hasta aqu¨ª todo parece perfecto y nos preguntaremos "?D¨®nde est¨¢ el misterio? a toda ca?a y a volar"; pues no, hay varios inconvenientes que deberemos afrontar de la mejor manera posible, el primero es que la duraci¨®n de los propulsores es muy limitada y ¨¦stos s¨®lo pueden activarse cuando el coche adquiere su m¨¢xima velocidad.Si a esto le a?adimos que la pista no es completamente recta, y que debemos trazar un par de curvas antes de enfilar la rampa, tenemos todos los ingredientes para permanecer pegados al teclado, con los ojos fijos en el monitor, durante un buen ratazo intentando batir nuestros mejores saltos uno detr¨¢s de otro.

En el modo Monster, la principal misi¨®n dar unas vueltas a un circuito en el menor tiempo posible. Otra vez parece f¨¢cil, ?no?. Pero no lo es tanto, porque el tiempo es limitado y el circuito est¨¢ repleto de postes y conos que habr¨¢ que evitar en lo posible, siempre que nuestros nervios y nuestra precisi¨®n al afinar las trazadas nos lo permita.

El juego adem¨¢s dispone de una opci¨®n para los ordenadores menos evolucionados (sin tarjeta aceleradora 3D), en la que sacrificando un poco el nivel de detalle gr¨¢fico, se consigue una suavidad de movimientos y un n¨²mero de fotogramas por segundo m¨¢s que aceptable.