Pretendiente al trono
Un original juego de estrategia, en el que deberemos conquistar y preocuparnos de desarrollar nuestra econom¨ªa as¨ª como tener cierta diplomacia. Contaremos con varias razas a elegir entre un mont¨®n de opciones.
Seven Kingdoms es el ¨²ltimo intento de transformar el estilo cl¨¢sico de Civilization 2 al tiempo real ?Lo ha conseguido? Vamos a ver:
Descripcion General

En primer lugar no podemos dejar de lado el hecho de que el juego muestra un sospechoso parecido con el Age of Empires de Microsoft: potencias de corte arcaico o medieval, la aparici¨®n de nombres reales mezclados con magia y fantas¨ªa,... Hay diferencias, sin embargo. Este Seven Kingdoms est¨¢ enfocado sobre la pol¨ªtica b¨¢sica y la diplomacia como medios para conquistar a tu enemigo de forma pac¨ªfica y el nivel de vida de tus ciudadanos es esencial para que mantengan tu apoyo y que no se pasen al enemigo, o se vuelvan, incluso, un reino independiente. Adem¨¢s, las relaciones entre reinos pueden generar bloques pol¨ªticos o alianzas m¨¢s o menos permanentes. Vamos a ver c¨®mo funciona todo esto:
En primer lugar, todo civil perteneciente a un reino tiene un nivel de fidelidad, que tiene que ver con la etnia dirigente, su calidad de vida o el nivel de paro. Del mismo modo, las aldeas independientes tienen un nivel de resistencia contra la ocupaci¨®n extranjera que depende de los mismos factores. El m¨¦todo para asimilar una de estas aldeas de forma pac¨ªfica (lo que aumentar¨¢ tu reputaci¨®n) es colocar cerca un fuerte con un general carism¨¢tico, crear industrias cercanas que den trabajo a los civiles e infiltrar a unos cuantos esp¨ªas que hagan propaganda a tu favor. Si consigues que el nivel de resistencia baje a 0, la aldea ser¨¢ tuya. Hablando de esp¨ªas, el uso que se puede hacer de ellos es grande. Se usan infiltr¨¢ndolos en los reinos enemigos, que los alimentar¨¢n y entrenar¨¢n. Una vez tus esp¨ªas hayan llegado a una posici¨®n influyente en el reino enemigo, podr¨¢n pasarte informes sobre las actividades enemigas o capturar el edificio en el que est¨¦n metidos. Un caso especial es el de los infiltrados en el ej¨¦rcito, que pueden convertir a divisiones enteras a tu servicio si alcanzan una posici¨®n como general, o incluso llegar al trono rival y ced¨¦rtelo. Por supuesto, tus enemigos usar¨¢n tus mismas t¨¢cticas, de modo que la astucia para desenmascarar a los esp¨ªas enemigos es esencial a la hora de mantener tus datos confidenciales y tu ej¨¦rcito unido. Es conveniente tener a los esp¨ªas (o a cualquier otro especialista, militares inclu¨ªdos) ocupados siempre en el mismo oficio, ya que as¨ª aumentar¨¢ su efectividad de forma espectacular.
El comercio tambi¨¦n juega un papel importante, ya que es la una de las dos formas de conseguir fondos para tu reino. No llega con recolectar metales en las minas, ni siquiera con construir objetos con ellos, sino que adem¨¢s tendr¨¢s que vend¨¦rselos a alguien para que te den dinero por ellos. Se pueden enviar caravanas o barcos de comercio a cualquier puerto o mercado, ya sea libre, de un reino con el que tengas un tratado de comercio o de tu propio reino. El otro modo de conseguir dinero es cobrando impuestos a tus s¨²bditos, pero todos sabemos que los impuestos altos nunca han dado gobernantes populares...
Sobre la investigaci¨®n, su papel no es demasiado relevante. Se usa para adquirir la capacidad de fabricar las 5 clases de m¨¢quinas de guerra disponibles y mejorar su capacidad de combate. El lado bueno es que dan trabajo barato a mucha gente y reportan un buen beneficio. De todos modos, podr¨ªa haberse hecho su papel mucho m¨¢s importante, afectando a la resistencia de las unidades, las armas, los edificios,... Los descubrimientos tecnol¨®gicos pueden ser adquiridos tambi¨¦n mediante transferencia tecnol¨®gica con otros reinos, convirti¨¦ndose en frecuente moneda de cambio diplom¨¢tica.
En la guerra, Seven Kingdoms funciona al m¨¢s puro estilo WarCraft 2, con unidades individuales a las que das ¨®rdenes en tiempo real. El juego suple, o intenta suplir, su carencia en n¨²mero de unidades diferentes con un estilo propio para cada raza, de tal modo que los vikingos arrear¨¢n fort¨ªsimos mandobles con sus enormes hachas, mientras que los normandos tendr¨¢n un escudo con el que podr¨¢n defenderse de las flechas. Tu ej¨¦rcito no tiene por qu¨¦ estar constitu¨ªdo s¨®lo por una raza, de tal modo que puedes tener unidades con arco en retaguardia mientras los valientes griegos avanzan hacia el enemigo. El enemigo suelen ser los ciudadanos rebeldes o reinos guerreros, pero durante el juego te encontrar¨¢s a un Enemigo, as¨ª, con may¨²sculas: los Fryhtans. Los Fryhtans son monstruos que no se al¨ªan con ning¨²n reino ni entre ellos y que no son susceptibles de asimilaci¨®n pac¨ªfica. Lo ¨²nico que vale con ellos son las armas y, aunque de la casualidad de que no representen una amenaza para ti en un momento concreto, las ventajas de hacerles la guerra a estas criaturas son muchas. Para empezar, los ignorantes campesinos te mirar¨¢n con adulaci¨®n si tus generales son aut¨¦nticos matadores de monstruos, haciendo que tu reputaci¨®n aumente, pero tambi¨¦n tendr¨¢s la posibilidad de conseguir dinero de sus guaridas y unos objetos muy especiales: los pergaminos de poder. Los siete pergaminos m¨¢gicos son propiedad de los reyes Fyhtran y caer¨¢n al suelo una vez ¨¦ste haya muerto. Seg¨²n la raza del valiente matador de monstruos el pergamino tendr¨¢ una nacionalidad. Cuando posees un pergamino de poder, adquieres la sabidur¨ªa para construir un templo, desde el que tus monjes podr¨¢n convocar a un Dios. Los dioses cambian con cada raza y tienen variados y asombrosos poderes. Para colmo, son inmortales, de modo que pueden ser una adici¨®n valiosa en caso de conflicto. Los dioses, sin embargo, no te servir¨¢n siempre, ya que se alimentan de la energ¨ªa de los monjes, que se va consumiendo. Cuando se acabe, los monjes empezar¨¢n a preparar una nueva invocaci¨®n, pero esto lleva tiempo. Adem¨¢s, los otros reinos tambi¨¦n pueden haber adquirido el favor de alg¨²n Dios,...
Hasta aqu¨ª lo que es el juego en s¨ª, ahora veamos la impresi¨®n que produce. En primer lugar, la llave de la victoria es la gente. Cada unidad tiene nombre y apellidos (como lo o¨ªs) y una vida a sus espaldas que define el nivel de lealtad hacia tu persona y sus habilidades, aumentadas con el entrenamiento. Esto convierte al juego en un completo simulador pol¨ªtico en el que tus servidores reaccionan a tus acciones como si todos estuvieran abonados a la CNN por sat¨¦lite. Ataca a un reino enemigo sin una buena raz¨®n y descubrir¨¢s que tus soldados empezar¨¢n a cambiar de bando, al opinar que eres un d¨¦spota sin sentimientos. Del mismo modo, hazles pasar hambre o mantenlos lejos de su casa y las desbandadas est¨¢n servidas. Los gobernantes enemigos siguen esta misma psicolog¨ªa y llevan la cuenta de c¨®mo te portaste con ellos hasta el momento. En conjunto, la parte diplom¨¢tica del juego es excelente. La sensaci¨®n aumenta si tienes jugadores humanos para hacer pactos diplom¨¢ticos. El caso es que la m¨¢quina trabaja deprisa y alcanzarla en una partida contra 3 ¨® 4 reinos es toda una odisea, mientras que al jugar con humanos la cosa cambia mucho, teniendo en cuenta el nivel de interacci¨®n pol¨ªtica entre reinos rivales.

Tal vez por las posibilidades multijugador del programa nos encontramos con la que es la ¨²nica pega del programa: su modo para un solo jugador. Un error imperdonable es el fallo de apreciaci¨®n que llev¨® a los creadores del juego a pensar que, en lugar de un modo campa?a, ser¨ªa mejor plantear escenarios de dificultad variable, al estilo Sim City. Adem¨¢s de este modo de juego, se proporciona un generador aleatorio de escenarios que funciona, salvando las distancias, como el del conocido Worms, es decir, tomando un valor de base y generando un escenario a partir del n¨²mero dado, lo que permite recuperarlo para otra partida. Se pueden definir, adem¨¢s, las condiciones de victoria, la IA de la m¨¢quina y de los Fyhtrans, la cantidad de agua en relaci¨®n al continente y muchas otras cosas, aunque se sigue echando de menos una campa?a lineal que te llevara por un argumento algo m¨¢s complejo que "une a todos los reinos bajo tu dominio".
Un gran punto fuerte del juego es su traducci¨®n al castellano. La localizaci¨®n es impecable. Como ejemplo, me gusta mencionar que, donde en la versi¨®n original pone "Menu", ahora pone "Men¨²". El manual es enorme y su traducci¨®n alcanza la perfecci¨®n, sin un fallo sint¨¢ctico, sin interferencias de ingl¨¦s,... perfecto. El lado malo es que, aunque la caja reza "voces y textos en castellano", las voces no est¨¢n traducidas,... porque cada unidad habla en su idioma nativo. Hay voces en franc¨¦s, japon¨¦s, griego,... pero nada de espa?ol. Bien es verdad que tampoco hay nada en ingl¨¦s, a excepci¨®n de ese extra?o "ready" que sueltan las unidades al fabricarse. El resto, impecable.
En conjunto, un juego muy bueno, que no llega al sobresaliente (y a la calificaci¨®n de cl¨¢sico) por su falta de originalidad, de un modo de campa?a y de alguna secuencia de v¨ªdeo m¨¢s, que no s¨®lo de estrategia vive el jug¨®n.
Audio/V¨ªdeo:
Los gr¨¢ficos cumplen con su funci¨®n de sobras, en 800x600 y 256 colores. Durante la batalla aparecen rayos, nieve, lluvia,... seg¨²n la ¨¦poca del a?o. Las unidades est¨¢n renderizadas y la perspectiva es superior, al estilo Warcraft. El audio es pasable, aunque las m¨²sicas son algo machaconas. Cada unidad habla en su idioma nativo. Se hecha de menos alguna secuencia de v¨ªdeo m¨¢s, ya que la intro es la ¨²nica y no es demasiado buena.
Gui¨®n
No es muy original. Se nos habla de un mundo antiguo dominado por lo Fyhtrans, que es m¨¢s tarde conquistado por los siete reinos. Los humanos est¨¢n divididos en su lucha contra los monstruos, de modo que sus posibilidades de victoria se reducen, pero t¨² debes unir los reinos bajo un solo estandarte para conseguir la victoria final,...
Estrategia y trucos:
- S¨¦ bueno con tus s¨²bditos y piensa siempre en su bienestar. Un reino agradable atraer¨¢ hacia t¨ª muchos beneficios.
- Cuando quieras saber cu¨¢ntos esp¨ªas enemigos hay en tu reino o cualquier otro dato enemigo, salva el juego y haz que uno de tus esp¨ªas te pase la informaci¨®n. Probablemente morir¨¢ en el intento, pero al cargar el juego la informaci¨®n sigue siendo v¨¢lida.
- Los ¨²nicos mercenarios que merece la pena comprar son esp¨ªas, investigadores y generales.
- Las m¨¢quinas de guerra siempre te son leales. Mantenerlas fuera de los fuertes es una garant¨ªa, un elemento disuasorio y un plus en movilidad, de modo que no las a?adas a los destacamentos mandados por generales.
Jugabilidad:
El interface es bueno y f¨¢cil de controlar. Haciendo un doble click en una unidad de un fuerte se escogen todas las de ese regimiento, por poner un ejemplo. Lo ¨²nico un pelo engorroso son los desplegables de informaci¨®n de la parte superior de la pantalla, pero son muy ¨²tiles, de modo que se lo perdonamos. La dificultad es muy controlable, y tras jugar varias partidas de un solo jugador y de varios, puedes intentar atreverte con los enrevesados escenarios especiales. Eso s¨ª, ten aspirinas a mano.
Compar¨¢ndolo con...:
Age of Empires. Son juegos casi calcados en su planteamiento, pero el AOE se orienta m¨¢s al combate, mientras que la diplomacia y el comercio son esenciales en 7K. A¨²n as¨ª, me quedo por poquito con el AOE. Si ya lo tienes y te gusta, prueba ¨¦ste, es una buena opci¨®n.
Su jugabilidad. La forma en que las unidades se comportan como personas de carne y hueso con su propia psicolog¨ªa.
La posibilidad de conquistar un reino sin pegar un tiro. Pon un esp¨ªa en el gobierno y...
El modo multijugador, ya que los humanos son siempre mejores pol¨ªticos, ya no digamos estrategas.
La traducci¨®n impecable de manual y textos.
El manual.
Enlaces o Links:

Manual:
PERFECTO ?Qu¨¦ voy a decir? Enorme, detallado, impecablemente traducido, bien estructurado,... es todo lo que un manual de videojuego querr¨ªa ser jam¨¢s. Quiero m¨¢s como ¨¦ste. De verdad. Me apasiona.
Equipo necesario:
Windows 95, CD-ROM X4, Tarjeta de v¨ªdeo que soporte 800x600 y 256 colores, Pentium 90, 16 Mb RAM (32 rec.), 110 Mb en disco duro.