B?DMINTON | ABIERTO DE FRANCIA
Par¨ªs es cruel con Carolina
La espa?ola cae en la final del Abierto de Francia ante la china He Bingjiao tras acariciar la ¨¦pica. M¨¢s all¨¢ del Europeo, es el mejor resultado desde su vuelta.

Cuando Carolina Mar¨ªn se destroz¨® la rodilla izquierda (rotura del ligamento cruzado y los meniscos interno y externo) a las puertas de los Juegos de Tokio, le invadi¨® un pensamiento. Pod¨ªa derrumbarse, pero fue fiel a su lema. Puedo porque pienso que puedo. Jap¨®n se escapaba, pero Par¨ªs no estaba tan lejos. Un ciclo ol¨ªmpico m¨¢s corto, el tiempo justo para no desesperar y recuperar su nivel supremo, el que parec¨ªa lanzarla hacia su segunda medalla. Cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s cerca. En el Abierto de Francia, en ese mismo suelo parisino que pisar¨¢ en 2024, lo ha demostrado. Tras perder en la final frente a la china He Bingjiao (21-16, 9-21 y 20-22 en 1h:16), se marcha sin t¨ªtulo, pero con el convencimiento de que todo marcha bien, de que, en un periodo de tiempo r¨¦cord, ya est¨¢ situada entre las mejores del mundo. El viaje contin¨²a (la pr¨®xima semana en Alemania) y volver¨¢ a Par¨ªs.
Nada m¨¢s conquistar Europa por sexta vez, en Madrid, once meses despu¨¦s de su grave lesi¨®n, Carolina hizo las maletas. Reemprend¨ªa un trayecto al que le conden¨® su talento, su mentalidad, su absoluta superioridad en el Viejo Continente. Volv¨ªa a Asia, ¡°donde el nivel va a ser diferente¡±, advert¨ªa su entrenador, Fernando Rivas, para recuperar su trono, la legitimidad mundial. Tras lo mostrado esta semana, la vuelve a tener. Infunde miedo de nuevo. Eso no depende de los t¨ªtulos. Despu¨¦s de tres semanas en Sierra Nevada, aterrizaba en Indonesia, donde la china Wang Zhiyi le daba la bienvenida elimin¨¢ndola en octavos. Salvo en Malasia, donde su techo fue la danesa Line Kjaersfeldt, su avance siempre se hab¨ªa visto frenado por jugadoras asi¨¢ticas. En Francia, pese a repetir desenlace, ha cambiado algo. En los Mundiales de Tokio, ca¨ªa ante la n¨²mero uno del mundo, Akane Yamaguchi, ahora eliminada en semifinales; en el Abierto de Jap¨®n, ante la coreana An Se-young; en Canad¨¢, su mejor resultado desde Madrid y hasta hoy (semifinales), ante la taiwanesa Sung Shuo-Yun; en Dinamarca, ante la china Han Yue, tambi¨¦n vencida estos d¨ªas. Se ha derribado el muro.
He Bingjiao, que ahora entra en la lista, ya estuvo a punto de hacerlo en los Mundiales, cuando llev¨® a Carolina al l¨ªmite. Vivi¨® un episodio que hoy, al perdonar dos puntos de partido, tem¨ªa repetir. La onubense, entonces, salvaba cuatro. Bingjoao, que ha certificado su segundo Super 750 en dos semanas, siempre es una jugadora peligrosa. S¨®lo ha ganado a Carolina en dos de las nueve veces que se han enfrentado, pero llegaba tras superar a Tai Tzu-ying, n¨²mero dos del ranking y jugadora con la que arrastraba un r¨¦cord negativo de 10-2. Con esa confianza sal¨ªa hoy a la pista. En el primer set, que no se rompi¨® hasta un arrebato de genialidad de Carolina, en el segundo, que inici¨® con un parcial de 7-0, y en el tercero, que lleg¨® a dominar por 11-4.
Una plata de esperanza
Menuda (169 cent¨ªmetros) y ¨¢gil, Bingjoao no concede en defensa, muy intuitiva, y sorprende en ataque, con latigazos muy bien seleccionados, tanto por timing como por direcci¨®n, con capacidad para encontrar los ¨¢ngulos. No necesita llevar la iniciativa, pero sabe cu¨¢ndo hacerlo. Le cost¨® en una primera manga en la que se peg¨® a Carolina, punto a punto, hasta el despegue final de la espa?ola, propiciado por una secuencia de remates a la l¨ªnea y volantes al cuerpo (algo en lo que se insist¨ªa desde la banda, como en buscar el rev¨¦s chino, tambi¨¦n zurdo, y que le permiti¨® creer en el tercer parcial); y lo bord¨® en la segunda, dominada de principio a fin entre destellos de Mar¨ªn, que se qued¨® con los ¡°oh¡± de la grada (dej¨® uno de los golpes del torneo en medio de un duro 2-9), pero con un marcador descorazonador para afrontar el set definitivo.
Super¨® esa barrera. Y tambi¨¦n el duro parcial inicial, pero se qued¨® a las puertas de la ¨¦pica. ¡°Hemos perdido por muy poquito esta final. No puedo estar cabreada conmigo misma. Estoy muy orgullosa, he mejorado muchas cosas esta semana que me quiero quedar. S¨¦ que estoy en el camino. Ha sido muy complicado volver a coger confianza tras la lesi¨®n. Tengo dolor todos los d¨ªas, pero eso es algo con lo que convivo y tengo que aceptar¡±, valoraba Carolina tras el partido. Del 11-4, escalaba hasta el 11-10. De ah¨ª, a un 12-12 que iniciaba una exhibici¨®n. Toma y daca. Un nivel excelente a ambos lados de la pista que debe reforzar mentalmente a la onubense. Como los gritos del p¨²blico (¡±Carol, Carol, Carol¡±), que la quiere ya al 100%, o puntos como el logrado para el 18-18, tras un rally de 50 golpes que tuvo a su madre, en las gradas con la misma camiseta roja que vest¨ªa en Madrid (¡±vamos, Carol¡±), con la mano en el coraz¨®n. Como Carolina, volver¨¢ a Par¨ªs. Y estar¨¢n preparadas.