El milagro de Marta Franc¨¦s: ¡°En mi vida, no hay un a?o tranquilo¡±

¡°Creo que en Par¨ªs me pasar¨¢ como cuando en una pel¨ªcula alguien se va a morir, ver¨¦ toda mi vida en un flash¡±, dice Marta Franc¨¦s (Puertollano, 28 a?os), que ya tiene asegurada su presencia en los Juegos Paral¨ªmpicos. A los 16 a?os, le diagnosticaron un tumor en el cerebelo y le operaron dos veces para extirparlo. Tras ello, s¨®lo pod¨ªa mover la boca y los ojos. Su recuperaci¨®n, en palabras de su neurocirujano, fue ¡°un milagro¡±. Antes, Marta, del BCNMAD Triatl¨®n, club ubicado en Coslada, sufri¨® acoso escolar. Despu¨¦s, estudi¨® INEF pasando las mismas pruebas f¨ªsicas que el resto, ¡°porque no me valoraron correctamente para darme la discapacidad m¨ªnima¡±, y, en tercero de carrera, fue v¨ªctima de violencia machista. Ahora, es triple medallista europea y mundial de paratriatl¨®n. Y su pel¨ªcula, que titular¨ªa ¡°Yo s¨ª puedo¡±, llega a su cl¨ªmax.

¡°Es un sue?o ya conseguido. Siento que es mi a?o. S¨®lo el hecho de ir es la recompensa a tantos a?os de trabajo y, sobre todo, a tant¨ªsimos obst¨¢culos superados. Tambi¨¦n estamos so?ando con una posibilidad de medalla, que eso ya ser¨ªa... no sabr¨ªa explicarlo¡±, expresa en conversaci¨®n con AS. Franc¨¦s, de apellido premonitorio, certific¨® matem¨¢ticamente su presencia en Par¨ªs 2024 en octubre, cuando gan¨® la Copa del Mundo (en categor¨ªa PTS4) de Alhandra (Portugal). Todo cobr¨® sentido. ¡°Al final, lo que he vivido tambi¨¦n me ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª¡±, reflexiona optimista. Todos sus pensamientos ya est¨¢n en los Juegos, ¡°el culmen de un camino con muchas piedras¡±. ¡°Lo gordo llegar¨¢ en marzo, cuando compaginemos competici¨®n con entrenamiento de intensidad. En agosto, me ir¨¦ con mi entrenador, Pablo Lucero, de concentraci¨®n para asilarme del mundo y el 1 de septiembre, el d¨ªa D, dar¨¦ todo lo que haya dentro¡±, desgrana. Y lo que hay dentro es mucho.

Marta Franc¨¦s siempre ha sido sin¨®nimo de deporte. Empez¨® en el tenis a los cuatro a?os, con Rafa Nadal como ¨ªdolo, aunque no era lo suyo. De la raqueta al tart¨¢n y al tapiz. Con 13 a?os, compagin¨® el atletismo con la gimnasia r¨ªtmica. ¡°Tambi¨¦n he probado surf, v¨®ley playa, p¨¢del, squash... lo que me ha ido cayendo¡±, ampl¨ªa haciendo gala de su versatilidad. A esa edad, sin embargo, tambi¨¦n aparecieron los primeros obst¨¢culos en su camino. ¡°Sufr¨ª bullying. Me pegaban, me insultaban, me aislaban... bueno, de todo. Me cambiaron de centro y en el segundo cole no me hicieron lo mismo, pero nadie quiso nunca acercarse a m¨ª ni ser mi amigo. Siempre estuve sola¡±, recuerda con entereza. Los cap¨ªtulos m¨¢s dif¨ªciles de su historia, pese a la dureza presente en las l¨ªneas que preceden, a¨²n estaban por llegar.

El c¨¢ncer, origen de la hemiparesia lateral (falta de control muscular) que sufre en el lado izquierdo, apareci¨® cuando Marta cursaba bachillerato. Tras sus dos operaciones, se qued¨® hu¨¦rfana de movimientos. No se pod¨ªa levantar. No pod¨ªa valerse por s¨ª misma para ninguna acci¨®n cotidiana. El primer a?o de rehabilitaci¨®n iba a ser clave: seg¨²n el diagn¨®stico, todo el movimiento que consiguiera recuperar en ese periodo ser¨ªa el que definir¨ªa sus capacidades para el resto de su vida. Y Marta, que se quer¨ªa ¡°sentir libre¡±, se puso manos a la obra. A los dos meses, consigui¨® caminar; a los seis, se puso a trotar. El milagro. ¡°Yo soy muy creyente y me agarro a eso, pero los m¨¦dicos, que hablan de ciencia, me lo dijeron as¨ª. Mi neurocirujano me dijo que no hab¨ªa visto ninguna recuperaci¨®n como la m¨ªa ni ning¨²n caso similar que luego se haya dedicado al deporte¡±, asegura.

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El triatl¨®n, un cobijo de felicidad

Con toda esa mochila, y pese a traicionar a su instinto en primera instancia (porque as¨ª se lo recomendaron dada su situaci¨®n f¨ªsica), Franc¨¦s inici¨® los estudios de INEF. Su primera matr¨ªcula fue para cursar Biotecnolog¨ªa, pero r¨¢pidamente enmend¨® su error. Tras un a?o de preparaci¨®n, pas¨® las mismas pruebas f¨ªsicas que todo el mundo, ¡°una completa desigualdad¡±, y accedi¨® al grado en el que, al mismo tiempo, se propuls¨® hacia el presente y vivi¨® la ¨¦poca m¨¢s dura de su compleja vida. ¡°En tercero de carrera, sufr¨ª un episodio de violencia machista que me hizo caer en una depresi¨®n. Gracias a mi psic¨®loga y psiquiatra, pude salir de ella, pero fue superduro. Para m¨ª, a d¨ªa de hoy, esa depresi¨®n es lo m¨¢s duro que he tenido¡±, afirma con fuerza, lo que transmite a lo largo de toda la conversaci¨®n.

En ese momento, Marta estaba compitiendo como nadadora. Empez¨® con el objetivo de seguir con su rehabilitaci¨®n, pero r¨¢pidamente la captaron para el equipo nacional. La depresi¨®n, sin embargo, le oblig¨® a realizar un par¨®n que no vino solo. Cuando decidi¨® volver, le cerraron las puertas. No asisti¨® a unos Europeos para los que ten¨ªa m¨ªnima y le quitaron la licencia. Eso, justamente, por recomendaci¨®n de unos compa?eros, hizo que se redescubriera como triatleta. Y en el triatl¨®n encontr¨® un cobijo de felicidad. ¡°No he tenido nunca, nunca, nunca una vida tranquila. No te puedo decir un a?o de mi vida en el que haya estado tranquila. La gente del deporte alucina con que siga, porque s¨®lo tengo el apoyo de mi familia. Fuera de eso, me he tenido que buscar siempre la vida¡±, desgarra. De milagro en milagro hasta Par¨ªs.

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