Carl Lewis: ¡°El atletismo est¨¢ roto¡±
El estadounidense, un deportista fascinante que amas¨® nueve oros ol¨ªmpicos y que sigue hecho un toro, atiende a AS antes de participar en la Noche del Deporte Inclusivo.
Carl Lewis (Birmingham, EE UU, 61 a?os) est¨¢ en el selecto club de deportistas que no necesita presentaciones. Su atinado apodo, el Hijo del Viento, es buen resumen de lo que represent¨® para el atletismo. Diez medallas ol¨ªmpicas (nueve oros, una plata) y otras diez mundiales (ocho oros, una plata y un bronce) lucen en su hoja de servicios. Icono de los 80 y 90, aparece, junto a Teresa Perales, ante AS en la sede de la Fundaci¨®n Sanitas 25 a?os despu¨¦s de su retirada. Exhibe un estado f¨ªsico que impresiona.
?A qu¨¦ se dedica hoy en d¨ªa Carl Lewis?
Participo en conferencias, me dedico a mi fundaci¨®n, entreno (es el entrenador jefe del programa de atletismo de la Universidad de Houston, el mismo que le form¨® a ¨¦l) y soy un gran inversor en una ¡®compa?¨ªa unicornio¡¯ (la denominaci¨®n que reciben aquellas con un valor por encima de los 1.000 millones de d¨®lares).
?Qu¨¦ opini¨®n le merece una gran figura del Movimiento Paral¨ªmpico como Teresa Perales?
La gran cuesti¨®n es c¨®mo los paral¨ªmpicos han impactado los Juegos en los ¨²ltimos 20 a?os. No se habla de eso. Teresa tiene su plataforma y no solo ha inspirado a gente, ha guiado a personas j¨®venes a alcanzar todo su potencial. De eso se trata. Las medallas son el final del proceso, no el proceso. Lo realmente importante es que forma parte de un movimiento que ha transformado el mundo del deporte en los ¨²ltimos tiempos.
?Qu¨¦ significa ser embajador de la Noche del Deporte Inclusivo?
Es especial formar parte de algo que puede cambiar la forma en que los j¨®venes ven su futuro. Espa?a es un lugar en el que he tenido muchos ¨¦xitos y he forjado muchas relaciones. Estos son los momentos que, cuando miremos atr¨¢s, nos daremos cuenta de que fueron importantes. Eso me hace feliz. Si nos fijamos en los inicios del Movimiento Ol¨ªmpico hace cien a?os y d¨®nde estamos ahora, Espa?a ha sido un l¨ªder mundial en materia de inclusi¨®n. Y sabemos que es muy importante ampliar a¨²n m¨¢s eso alrededor del mundo.
?Qu¨¦ opini¨®n le merece el atletismo actual?
(Suspira) Ahora entramos en terreno complicado. No s¨¦ c¨®mo decirlo. Es decepcionante, pero no es una decepci¨®n focalizada en alguien en concreto. La mejor forma de describirlo ser¨ªa una comparativa con Sears (una cadena estadounidense de grandes almacenes). Esta compa?¨ªa se hizo famosa por su cat¨¢logo, y despu¨¦s se qued¨® sin negocio por culpa de internet. As¨ª es como veo el atletismo actual. En los 80 y 90 se profesionaliz¨® porque luch¨¢bamos por algo. Ahora este deporte se est¨¢ perdiendo porque ya no luchamos por nada. Es un declive decepcionante. La diferencia con el Movimiento Paral¨ªmpico, por ejemplo, es que luchan por un espacio. Y el mundo se ha dado cuenta de que lo merecen. Mi esperanza es que nunca se vuelva complaciente, que siempre haya un grupo de personas ah¨ª dentro que se pregunten qu¨¦ hacen ah¨ª. La minor¨ªa furiosa siempre se hace escuchar m¨¢s que la mayor¨ªa silenciosa. Espero que ellos contin¨²en inspirando a gente, que no llegue el momento en el que piensen ¡®hemos ganado¡¯, porque hay que luchar siempre. Eso ser¨ªa maravilloso para el mundo del deporte.
?No cree que haya nadie inspirador?
Es triste decir algo as¨ª, pero realmente no importa. El sistema est¨¢ roto. Si Sears contratase un gran CEO (director ejecutivo) dar¨ªa igual porque su modelo de negocio est¨¢ acabado. Ese es el problema, que hay que aislar la enfermedad y actuar contra ella, pero no se est¨¢ haciendo. Bolt (Usain) estuvo ocho a?os (se refiere a su carrera ol¨ªmpica) y a¨²n as¨ª el deporte no dej¨® de degradarse en ese periodo.
?Habr¨¢ alguien en el futuro capaz de bajar de 9.58 en 100, 19 en 200 y saltar m¨¢s de nueve metros en longitud?
Son cosas diferentes. Alguien correr¨¢ m¨¢s r¨¢pido, porque siempre acaba ocurriendo. Pero la forma en que la sociedad ha cambiado hace m¨¢s dif¨ªcil la progresi¨®n en el salto de longitud. La sociedad ya no dice a sus ni?os que hay que trabajar duro. Pongo un ejemplo: los nadadores no piden una piscina m¨¢s corta, pero la sociedad se la acaba imponiendo. Ahora se trata de hacerlo todo m¨¢s f¨¢cil. Cuando t¨² tienes lo que yo considero la disciplina m¨¢s complicada de todo el mundo del deporte y tu idea es simplificarla, ?c¨®mo vamos a mejorar? No paro de escuchar las razones por las que al salto de longitud no le va bien, pero nadie me pregunta a m¨ª, y todo lo que dicen es incorrecto. ¡®Es que la gente prefiere otros deportes, es que la gente hace esto, es que la gente hace lo otro¡¯. Vas mirando la lista de motivos y nada tiene que ver con la realidad. As¨ª que creo que la sociedad nos ha puesto en una posici¨®n en la que tardaremos mucho tiempo en ver a alguien saltar m¨¢s de nueve metros.
Ha pasado tiempo...
El r¨¦cord del mundo al aire libre (8,95 de Mike Powell en Tokio en 1991) tiene 31 a?os de antig¨¹edad. El r¨¦cord bajo techo tiene 41 (38 en realidad, fijado en los 8,79 que salt¨® el propio Lewis en Nueva York en 1984). Es revelador. Son muchos a?os combinados sin que se toquen esas marcas, y ni siquiera hay alguien intent¨¢ndolo.
?Por qu¨¦ cada vez menos gente dobla velocidad y saltos?
Porque es muy dif¨ªcil. Los ni?os no quieren hacer nada duro ya. Es muy dif¨ªcil (r¨ªe). Cada dos o tres a?os alguien salta por encima de 8,50 y la gente se vuelve loca. Alguien me dio una lista una vez y me pregunt¨® qui¨¦n iba a ser el siguiente. Yo salt¨¦ por encima de 8,53 70 veces antes de llegar a 8,87. ?70 veces! ?Alguien se cree que va a saltar 8,67 una vez y la siguiente 8,90? As¨ª es como estamos. El salto de longitud es una disciplina en la que puedes tener suerte alguna vez. Esa es la cuesti¨®n, y la sociedad no est¨¢ dise?ada ya para empe?arse en algo que sea duro de verdad. Ahora todo es m¨¢s f¨¢cil, y en cambio el salto sigue siendo algo duro. No s¨¦ qu¨¦ decir, la verdad. Es frustrante. De todos los eventos, el salto de longitud es ahora mismo el peor en t¨¦rminos de actuaciones.
?C¨®mo recuerda, 34 a?os despu¨¦s, Se¨²l 88 y su duelo con Ben Johnson?
La medalla est¨¢ en el Instituto Smithsonian (un complejo de museos y centros de investigaci¨®n repartidos por todo Estados Unidos para difundir conocimiento). Est¨¢ all¨ª para que la gente la vea. Es una historia de todos. Cuando ves esa medalla, ?qu¨¦ piensas?, ?a d¨®nde te transporta? La hice p¨²blica, como el resto de mis medallas, para que puedan escribir su propia historia. Para m¨ª son parte del viaje vital. En el instituto te grad¨²as, en la universidad te grad¨²as, en una carrera profesional te retiras. Eso es todo.