El regreso de Morgan Hoffman tras beber su propia orina y comer 800 uvas al d¨ªa
El golfista volvi¨® a competir la semana pasada en el RBC Heritage. En 2016 se le detect¨® una distrofia muscular que los m¨¦dicos dieron por incurable y se trat¨® en Nepal y Costa Rica.
El golfista Morgan Hoffmann se ha convertido en noticia en los ¨²ltimos d¨ªas tras su regreso a la competici¨®n en el RBC Heritage despu¨¦s de conocerse c¨®mo ha combatido una distrofia muscular incurable que se le detect¨® en 2016 y de aislarse en Nepal y la selva de Costa Rica para tratarse.
Hoffman, que fue una de las grandes figuras del tenis amateur antes de dar el salto a profesionales en 2011, revel¨® en una entrevista a la revista Golf Digest como el salto al profesionalismo le cambi¨® y le hizo cometer numerosos excesos. "Cada semana ten¨ªa tres o cuatro chicas nuevas y lograba sus n¨²meros mientras jugaba y le dec¨ªa a mi caddie que les diera pelotas con mi n¨²mero".
Todo esto antes de que en 2016 Hoffman se sometiese a pruebas a causa de molestias en sus m¨²sculos pectorales y los resultados detectaron como diagn¨®stico una distrofia muscular facioescapulohumeral, una enfermedad incurable, y los m¨¦dicos le dijeron que lo mejor que pod¨ªa hacer era mantener su movilidad lo m¨¢s posible.
Sin embargo, Hoffman trat¨® de buscar soluciones por su cuenta en 2018, cuando decidi¨® viajar a Nepal, donde desoncect¨® de las redes y experiment¨® con la uroterapia, que consist¨ªa en ayuno durante 10 d¨ªas y solo bebiendo su propia orina dos veces al d¨ªa.
Desde all¨ª Hoffman y su mujer volaron a Costa Rica donde, con ayuda de un cham¨¢n local, se someti¨® a un tratamiento con ayahuasca, que contiene el alucin¨®geno DMT, que seg¨²n ¨¦l le abri¨® los ojos junto al contacto con la naturaleza. "Fue muy hermoso, sent¨ª que la enfermedad sal¨ªa de m¨ª. Muchos llaman alucin¨®genos a algunos de las cosas que he hecho, pero yo lo veo distinto", asegur¨®, al tiempo que confes¨® que, durante una de las dietas que realiz¨®, s¨®lo consumi¨® uvas durante 17 d¨ªas, llegando a comer 800 uvas en un d¨ªa.
Finalmente Hoffman pudo volver a mover sin problema sus m¨²sculos pectorales. "El pectoral derecho fue donde peor lo pas¨¦. Me dol¨ªa hasta las costillas y ahora, cuando pongo mi mano y flexiono, puedo volver a sentir el m¨²sculo de nuevo. Es muy emocionante".