El Bar?a se lleva la Copa y un buen susto del Granollers

Novena Copa del Rey consecutiva para el Bar?a, como se aventuraba; pero no se intu¨ªa que sufriese tanto con el Granollers, porque el 30-26 (11-15) es enga?oso: hasta el ¨²ltimo minuto el equipo vallesano exhausto tuvo opciones de llevar a los azulgrana a la pr¨®rroga.

La primera mitad del Granollers fue excelente, de restregarse los ojos. Parec¨ªa imposible que un equipo tan limitado en efectivos pudiese reducir al Bar?a, impidi¨¦ndole dejaba correr, al que met¨ªa en su ritmo, y reduc¨ªa la aportaci¨®n de sus extremos, letales al contragolpe. Atr¨¢s, Amig¨® y Rey, s¨®lidos, colaboraron con Rengel para frenar a la ofensiva de los campeones. Y en ataque, el Fraikin ten¨ªa a tres hombres en la primera l¨ªnea encendidos y brillantes, Valera, Chema M¨¢rquez y Antonio Garc¨ªa (s¨®lo Gurri les dio algo de reposo), y con Esteban Salinas (pivote con altura de extremo) recogiendo balones a ras de suelo para ser implacable.

Era imposible mantener ese nivel en la segunda parte. 60 minutos son muchos cuando se act¨²a con tan pocos jugadores, con los extremos sin protagonismo ofensivo. Tres partidos en tres d¨ªas son demasiada exigencia cuando se tienen tan pocos recursos. Esa era la baza del Bar?a, la de meter mucha intensidad al inicio de la segunda parte, para correr antes que los rivales, agotados, pudiesen responder para ayudar al efectivo N?Guessan.

En el minuto 45 todo estaba enderezado gracias a las apariciones de Gonzalo P¨¦rez (21-18); en el 50 parec¨ªa que la ca¨ªda vallesana era segura (25-20); cinco minutos despu¨¦s a¨²n estaba ah¨ª (26-23), luego a dos goles, hasta que un bal¨®n de Antonio Garc¨ªa se fue al palo, y se acab¨® el aire de Chema (pidi¨® el cambio) y de Valera. Pero fue muy al final cuando respir¨® Joan Laporta en el palco, que en 2020 se estren¨® su presidencia con la Copa de balonmano como primer ¨¦xito en su regreso.