20 a?os de camino
Dami¨¢n Quintero, plata ol¨ªmpica en Tokio y el mejor karateca de la historia, celebra su vig¨¦simo aniversario con la Selecci¨®n. Toda una vida, con AS.
¡°Hoy venc¨ª a mi yo de ayer¡±. Cuando Jes¨²s del Moral tom¨® las riendas de la selecci¨®n nacional de katas (Mundial de Linz, 2016), mand¨® escribir esta frase en la parte superior de una de las paredes que protegen el tatami del CAR (Centro de Alto Rendimiento) de Madrid. Ahora, sin Jes¨²s al frente, el mantra permanece. Dami¨¢n Quintero, mientras ejecuta sus ¨²ltimos katas del d¨ªa, lo tiene delante; cuando se sienta a hablar con este peri¨®dico, tambi¨¦n. ¡°Est¨¢s aqu¨ª entrenando, la ves y aprietas un poco m¨¢s. Lo condensa todo. Salir al tatami y centrarse en uno mismo es empezar a disfrutar¡±, reflexiona. Seis palabras que definen sus veinte a?os con el karategi de la selecci¨®n puesto. Su camino. ¡°Karate-Do, del japon¨¦s al espa?ol, es el camino de la mano vac¨ªa. ¡®Kara¡¯ es vac¨ªo; ¡®Te¡¯, mano y ¡®Do¡¯, camino. Han sido 20 a?os de mi ¡®Do¡¯, podr¨ªamos decir¡±, explica cuando intenta condensar su eterna trayectoria. El k¨¢rate y su filosof¨ªa. Una cultura propia, un arte ancestral japon¨¦s con acento andaluz. Tiene su origen en el siglo XVI, en las t¨¦cnicas marciales nativas de las islas Ryukyu, y Quintero, de Torremolinos, es el mejor de todos los tiempos, seg¨²n el Ranking Mundial de la Federaci¨®n Mundial de Karate (WKF, por sus siglas en ingl¨¦s). Vence a su yo de ayer, y al de todo el mundo.
Ver c¨®mo entrena, impacta y cautiva. "Es un deporte que, cuando lo aprecias de cerca, no en las gradas de un pabell¨®n, cerca de verdad, permite entender esa velocidad, ese sentimiento que intentamos mostrar en cada movimiento", reconoce mientras retrocede en el tiempo. "Qu¨¦ buena es esta. Aqu¨ª no ten¨ªa ni el cintur¨®n necesario para competir, pero hicimos el cambiazo a ¨²ltima hora...", r¨ªe, cercano como es, se?alando una foto de 1993, un a?o despu¨¦s de ganar su primera medalla en la disciplina, el bronce en un Trofeo de Navidad. Las l¨¢grimas de su padre, Hugo, ("¨¦l es muy sensible para estas cosas, mi madre lo lleva m¨¢s por dentro", revela), como si vinieran del futuro, ya sab¨ªan a oro; las alas de su primer gran maestro, Lorenzo Mar¨ªn, empezaban a provocar el hurac¨¢n. "La joya de la corona", exclama con orgullo mostrando la plata de los Juegos Ol¨ªmpicos de 2021. "El esfuerzo de cuatro a?os m¨¢s uno. Ya en 2016, cuando nos nombraron disciplina ol¨ªmpica, me levantaba de la cama, d¨ªa tras d¨ªa, pensando en Tokio. Es la que tiene la historia m¨¢s especial y m¨¢s dura detr¨¢s", confirma. Concretamente, semanas de entrenamiento en el s¨®tano de su casa, realizando sesiones dobles a trav¨¦s de su iPad y esquivando las trabas de la pandemia. Todo por esa medalla que ahora protege. Sutilmente, la aparta del resto cuando, en medio de una foto, se golpea suavemente con las otras. Como para no hacerlo.
Al vac¨ªo, de la mano
Cada vez que Dami¨¢n baja a M¨¢laga desde Madrid, donde vive desde los 18 a?os, cuando lleg¨® a la Residencia 'Joaqu¨ªn Blume', cuando empez¨® a estudiar ingeniar¨ªa aeron¨¢utica, su maleta pesa un poco m¨¢s que la ¨²ltima vez. M¨¢s que ayer. Todas sus medallas quedan a recaudo de su madre, Miriam, que las ordena y mima, que las tiene "ordenaditas, como a ella le gusta". Y ya van cerca de 120 en categor¨ªa absoluta. 115 en Torremolinos y una en un lugar indefinido de la capital. "Te vas a re¨ªr... porque est¨¢ en el vestidor, as¨ª medio escondida porque mi mujer est¨¢ obsesionada con que me la van a robar. Como no tengo caja fuerte, est¨¢ entre... no te voy a decir entre qu¨¦ ropa", confiesa entre bromas el diez veces campe¨®n de Europa sobre su plata ol¨ªmpica. Su historia m¨¢s radiante, pero no la ¨²nica. Para cada presea tiene una. "Todas son distintas, todas tienen algo detr¨¢s, sea bueno o malo", enfatiza. Y no miente.
"Karate-Do, del japon¨¦s al espa?ol, es el camino de la mano vac¨ªa. 'Kara' es vac¨ªo; 'Te', mano y 'Do', camino. Han sido 20 a?os de mi 'Do', podr¨ªamos decir"
No se esperaba ser campe¨®n del mundo en 2014, en Bremen (Alemania), junto a Pepe Carbonell y Fran Salazar en la prueba por equipos, y le da rabia no haberlo sido en 2016, en Madrid. "En ese mismo torneo no me fue bien en categor¨ªa individual y no consigo entrar en la lucha por las medallas, pero logramos algo nunca visto", dice sobre la primera. "Era en casa...", deja caer sobre la segunda, uno de sus tres subcampeonatos mundiales en categor¨ªa individual. Siempre guardar¨¢ con cari?o el Europeo de 2013, cuando venci¨® en primera ronda a Luca Valdesi, su ¨ªdolo, once veces campe¨®n continental y nueve del mundo, y es de obligada menci¨®n su a?o I con la Selecci¨®n (2002), logrando un oro europeo en categor¨ªa cadete... de rebote. No fue campe¨®n de Espa?a, que otorgaba la clasificaci¨®n al certamen, y los dos karatecas que quedaron por delante de ¨¦l causaron baja. El primero, por no tener la edad requerida; el segundo, por lesi¨®n, a una semana y media de la competici¨®n. "Mi padre entr¨® corriendo, asfixiado el hombre, en el gimnasio de Torremolinos (el Club Goju-Ryu) para decirme que la Federaci¨®n hab¨ªa llamado. Imag¨ªnate: nervios, alegr¨ªa, no saber qu¨¦ hacer...", recuerda. Lo supo. Como en 2008 y 2015, sus dos puntos de inflexi¨®n, oscilando entre la nada y el todo para, finalmente, quedarse en la segunda estaci¨®n.
La precocidad de los prodigios es un arma de doble filo. Una lanzadera emocionante, pero que sobrevuela el vac¨ªo m¨¢s cruel. Dami¨¢n fue subcampe¨®n de Europa en categor¨ªa absoluta con 19 a?os, despu¨¦s de tres cursos seguidos reinando en j¨²nior, quinto del mundo en 2004 y un mar de dudas en 2008. Entre una fecha y la otra, ninguna participaci¨®n en torneos a t¨ªtulo individual. Un cambio de directiva le releg¨® a, solamente, las pruebas por equipos, algo que no comprend¨ªa. ¡°En ese momento, me planteo muchas cosas¡±, empieza explicando. ¡°Me rebelo un poco, quiz¨¢s dije cosas que no deber¨ªa haber dicho, y me apartan del equipo¡±, termina. Primer salto al vac¨ªo. El segundo, en 2015, cuando pidi¨® una excedencia en la tecnol¨®gica ATOS, donde analizaba posibles piezas defectuosas de Airbus. En el primero, le dio la mano Miguel ?ngel L¨®pez, su tercer gran gu¨ªa junto a Jes¨²s del Moral y Lorenzo Mar¨ªn; en el segundo, su madre. Las ¡®Te¡¯ de su ¡®Do¡¯, la forma de superar su ¡®Kara¡¯. Seis meses despu¨¦s de la expulsi¨®n, Quintero volv¨ªa a la Selecci¨®n por la puerta grande, como subcampe¨®n universitario; tras abandonar sus funciones como ingeniero, el k¨¢rate era declarado deporte ol¨ªmpico, alcanzaba el primer puesto del ranking All Time, se escrib¨ªa la leyenda.
Regalos rotos y un asado pendiente
"A lo mejor hubiera sido surfista profesional, qui¨¦n sabe", sorprende Quintero en un momento de la conversaci¨®n. Detr¨¢s de la hip¨®tesis, un no viaje a Australia y la decisi¨®n final de sus padres de vivir en Espa?a. El mejor karateca de todos los tiempos naci¨® en Argentina, en 1984, pero Hugo y Miriam decidieron emigrar a finales de d¨¦cada debido a la crisis econ¨®mica que azotaba al pa¨ªs. Torremolinos, como destino, tiene el idioma como argumento m¨¢s favorable y un momento muy concreto: la noche de reyes. "Hab¨ªa juguetes dentro de las maletas, se rompieron varios por el viaje y mi padre me dijo que, seguramente, los hab¨ªan pisado los camellos", explica ahora Dami¨¢n, entre risas, algo que en su d¨ªa fueron llantos. Se siente agradecido al "competir por Espa?a y darle todos estos logros", pero las ra¨ªces florecen cada verano. "Todos los a?os hacemos un asado para celebrar los cumplea?os de la familia conjuntamente. Para el pr¨®ximo ya hay fecha, el 16 de julio, as¨ª que est¨¢is invitados", revela. Apuntado. |
El legado de un cintur¨®n negro
Taikan, Giryu y Choei, tras la muerte de su maestro, Eiken Shibahara, propietario de uno de los dojos de la isla de Kyushu, emprenden tres viajes distintos, forzados a alistarse en el Ej¨¦rcito Japon¨¦s, para, finalmente, reencontrarse en la defensa de los valores y la tradici¨®n del k¨¢rate. Es el argumento de Kuro-obi (cintur¨®n negro en espa?ol), la pel¨ªcula, seg¨²n Quintero, m¨¢s fiel a su deporte, y es el momento que atraviesa ¨¦l mismo. "Legado" es la palabra que m¨¢s repite a lo largo de la entrevista; trabajar para que el k¨¢rate vuelva a ser ol¨ªmpico (no estar¨¢ en Par¨ªs 2024), la cuesti¨®n que muestra su semblante m¨¢s serio. "El trabajo real viene ahora", asegura vehementemente. "Yo he vivido ¨¦pocas malas, muy malas, buenas, muy buenas y ahora volvemos a la incertidumbre. No es momento de retirarme directamente. Tengo ganas de competir y de devolver al k¨¢rate a la posici¨®n que merece", contin¨²a, aludiendo a una implicaci¨®n tanto desde el tatami como desde la gesti¨®n, donde se ve en un futuro indeterminado ("voy paso a paso"). Como cuando ¨¦l entra al tatami, toca arrastrar los pies hacia atr¨¢s dos veces para embestir con m¨¢s fuerza.
Sandra S¨¢nchez y ¨¦l han sido las caras m¨¢s visibles de la ¨¦poca dorada del k¨¢rate espa?ol, "de la que todos nos hemos beneficiado", y su legendaria rivalidad con Ryo Kiyuna, un marco inmejorable para generar adeptos. Todo ello es lo que le quiere transmitir, por ejemplo, a Ra¨²l Mart¨ªn, con quien entrena antes de iniciar la conversaci¨®n y quien ten¨ªa un a?o cuando ¨¦l lleg¨® a la Residencia Blume. "Un hombre del 'Do' que recibe su primer 'Dan' inclinar¨¢ su cabeza en se?al de gratitud; despu¨¦s de recibir su segundo 'Dan', inclinar¨¢ su cabeza y sus hombros; y al llegar al tercer 'Dan', se inclinar¨¢ hasta la cintura y, en la calle, caminar¨¢ junto a la pared, para pasar desapercibido. Cuanto m¨¢s grande sea la experiencia, habilidad y potencia, mayor ser¨¢ tambi¨¦n su prudencia y humildad", expone el maestro Gichin Funakoshi (1868- 1957) cuando, a trav¨¦s de una par¨¢bola, explica las diferencias entre un hombre insignificante ("que al obtener el tercer 'Dan' recorrer¨¢ la ciudad cont¨¢ndoselo a cuantas personas encuentre") y un hombre del 'Do'. Lo hace en su obra autobiogr¨¢fica "Karate-Do: Mi camino", el que Dami¨¢n Quintero quiere para su legado.