600.000 razones para la igualdad
Iberdrola, doblando su apuesta, refuerza su apoyo al deporte femenino. Mar¨ªa Vicente o Adriana Cerezo, entre las integrantes de los programas, hablan con AS.
Lydia Valent¨ªn, pese a poseer el tercer palmar¨¦s ol¨ªmpico m¨¢s amplio de Espa?a, no puede contener la emoci¨®n al ver a Queralt Castellet. "?Has tra¨ªdo la medalla?", le pregunta entusiasmada. La rider de Sabadell, con una sonrisa perenne desde Pek¨ªn, responde de la mejor manera posible: mano al bolsillo y plata a disposici¨®n de la dos veces campeona del mundo en halterofilia. Paula Badosa, con ese Indian Wells tan suyo a la vuelta de la esquina, acapara fotos y fotos. Lourdes Alameda, flamante campeona de Europa de rugby, se ve obligada a mandar un audio en medio del bullicio. "Chicas, no llego al entreno", se le escucha. Normal. Todos los focos son suyos. Iberdrola se los ha puesto. "Se respira deporte e igualdad", exclama, orgullosa, Lara Gandarillas, periodista y presentadora del acto. No lo puede definir mejor.
Bajo el lema "600.000 razones para promover la igualdad a trav¨¦s del deporte", Iberdrola ha multiplicado su apoyo al deporte femenino. "Las grandes empresas deben serlo por su compromiso social", explica Armando Mart¨ªnez, presidente de la compa?¨ªa espa?ola, cuando toma la palabra en un escenario que acumula 12 medallas, entre ol¨ªmpicas y paral¨ªmpicas. Desde 2016, la apuesta del grupo energ¨¦tico es muy firme. Ahora, da un paso m¨¢s. Una zancada, m¨¢s bien. Hasta el momento, eran 300.000 las mujeres que se beneficiaban de sus programas; a partir de ahora, ser¨¢n 600.000. El doble. Un incremento que se mantiene cuando se habla del n¨²mero de Federaciones Nacionales abrazadas, que pasa de 16 a 32, y se ampl¨ªa cuando se enumeran las competiciones organizadas, de 50 a 110.
Entre las nuevas deportistas dentro del proyecto, las propias Badosa, Valent¨ªn y Castellet, pero tambi¨¦n Adriana Cerezo, que, en un momento de respiro, se detiene a hablar con este peri¨®dico. "Ha llegado la calma...", empieza, refiri¨¦ndose a la gran atenci¨®n medi¨¢tica y social que recibi¨® tras su plata en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio, "...aunque tampoco tanta", se repiensa. "Esper¨¢bamos que todo bajara much¨ªsimo m¨¢s con los meses, pero eso tambi¨¦n es bueno. Actos como este, por ejemplo, son vitales para nosotras, para que se mantenga este boom que ha tenido el taekwondo", termina explicando. Mar¨ªa Vicente, con su propio r¨¦cord de Espa?a de pentatl¨®n reci¨¦n destrozado, se suma a las palabras. "Gracias, mam¨¢", grit¨® tras culminar su exhibici¨®n en Ourense. "Sin ella y mi hermana no hubiera llegado hasta donde he llegado, y sin proyectos como este, tampoco", explica. Con 18 y 20 a?os, respectivamente, ya son esos referentes que, hace no tanto, "costaba m¨¢s nombrar", como reflexiona Gandarillas en un Estadio de Vallehermoso (Madrid) brillante bajo el sol.
La conciliaci¨®n, una utop¨ªa que se acerca
Entre las 100 deportistas presentes, tres embarazadas. Y ninguna tiene pensado poner punto y final a su carrera en la ¨¦lite. Ona Carbonell, Eva Moral y Liliana Fern¨¢ndez lo tienen claro, aunque el camino sigue repleto de obst¨¢culos. "Queda mucho por andar, claro, como a la sociedad en general", explica la voleibolista ol¨ªmpica a AS, que confiesa no tener claro el nombre de su segundo hijo. "Se aceptan propuestas", bromea amablemente. "A m¨ª me ayud¨® a tomar la decisi¨®n tener ejemplos en mi deporte, como Olga Mateeva o Kerri Walsh, el apoyo familiar y el de los patrocinadores. Yo ahora no estoy compitiendo, no gano dinero, y esa tranquilidad para tener un a?o dedicado al embarazo lo es todo", expone.
El dif¨ªcil reto de la conciliaci¨®n, como lo define la propia Liliana, es uno de los pilares en el proyecto de Iberdrola. "Uno de cada tres altos cargos en nuestra empresa est¨¢n ocupados por mujeres. Yo soy ingeniero y antes hab¨ªa mucha menos representaci¨®n femenina en carreras t¨¦cnicas...", celebra Armando Mart¨ªnez antes de desarrollar la importancia del acomodo entre la vida profesional y familiar. Con Par¨ªs 2024 en el punto de mira, a Liliana le esperan por delante meses tan bonitos como complicados, pero imposibles sin este sustento econ¨®mico. "Voy a pasar por una fase de no puedo, no puedo, no puedo; luego me ir¨¦ adaptando a los horarios y las rutinas y, finalmente, lo voy a ver posible", describe desde la experiencia. "Vamos", grita con fuerza cuando, junto al resto de deportistas presentes, posa en la protocolaria foto de recuerdo. "Vamos", le toca repetir, ya que la instant¨¢nea no ha quedado del todo bien. Doble dosis de energ¨ªa. Como la del proyecto.