Taylor salva el campanazo de Catterall con un triunfo pol¨¦mico
Josh Taylor retuvo los cuatro Mundiales del superligero al imponerse por decisi¨®n dividida, y pol¨¦mica, a Jack Catterall en Glasgow.

Los ba?os de masas en ocasiones perjudican al homenajeado. En Glasgow, este s¨¢bado, vivimos una nueva prueba de ello. Josh Taylor realizaba su primera defensa tras lograr unificar el peso superligero. Le esperaba Jack Catterall, quien se hab¨ªa hecho a un lado para permitir que los dos campeones de la divisi¨®n se enfrentasen. La victoria del escoc¨¦s provoc¨® que Taylor fuese muy favorito. Ten¨ªa un halo de grandeza con el que logr¨® llenar el SSE Hydro y la fiesta fue tremenda. Le sent¨® mal. Muy mal. Catterall sorprendi¨® a todos y mereci¨® ganar, pero esa local¨ªa y ser aspirante le pas¨® factura. Taylor retuvo los Mundiales WBC, WBA, IBF y WBO del superligero al vencer por decisi¨®n dividida (112-113, 114-111 y 113-114). Injusto. Nadie contaba con Catterall, pero supo leer a su rival, aprovech¨® sus virtudes y debi¨® acabar la noche con el brazo en alto.
El combate comenz¨® con ambos cautelosos, pero desde el inicio se percibi¨® una idea que no dejar de estar presente. Catterall ten¨ªa un plan y lo pudo ejecutar. M¨¢s bonito o m¨¢s feo, pero le result¨®. Por su parte, Taylor empez¨® de menos a m¨¢s y fue incapaz de descifrar esa idea que le tra¨ªan. Catterall fue creciendo con el paso de los rounds, ya que se iba soltando para comenzar a encadenar combinaciones cada vez m¨¢s largas. Su izquierda (es zurdo) fue una losa para Taylor. El escoc¨¦s pegaba m¨¢s duro, llegaba... pero el aspirante no titubeaba. Trababa la pelea, y en cuanto ten¨ªa la ocasi¨®n met¨ªa manos r¨¢pidas. Desde el quinto asalto empez¨® a tener mayor certeza. Variaba las alturas, pegaba con contundencia y dejaba claro que no era un invitado a la fiesta. Quer¨ªa robarla.
Taylor nunca estuvo c¨®modo y no encontr¨® su distancia. Cuando se pegaba a Catterall consegu¨ªa llegar con virulencia, pero tambi¨¦n recib¨ªa importantes contragolpes. As¨ª, tras un cruce, Taylor se fue al suelo en el octavo. Qued¨® tocado. Tras unos segundos de duda, poner la rodilla en el suelo le sirvi¨® de acicate. Se fue adelante, deb¨ªa remontar y arranc¨® el t¨² a t¨². Sum¨® golpes duros, Catterall los empez¨® a sentir... pero el ingl¨¦s sab¨ªa trabar las acciones. Tanto lo hizo que el ¨¢rbitro, en el d¨¦cimo asalto le quit¨® un punto. Taylor le estaba poniendo m¨¢s coraz¨®n que ideas y sigui¨®. Conect¨® golpes claros, pero nunca dio la sensaci¨®n de tener cerca el KO que le dar¨ªa la victoria. Adem¨¢s, quiz¨¢ por la frustraci¨®n, le dio un golpe a su oponente cuando se iba al ¨²ltimo descanso y perdi¨® un punto. Lo que le faltaba. Catteral embarr¨® la pelea en el ¨²ltimo asalto. Mucho clinch y tambi¨¦n movimiento, pensaba que las cartulinas le iban a favorecer. La campanada estaba a punto de sonar, pero Glasgow estall¨® en j¨²bilo cuando los jueces salvaron al campe¨®n.
Taylor apunta al peso welter
Lo ajustado y controvertido del resultado hizo que el combate se llevase todos los focos. Era l¨®gico. Antes del pleito, cuando se esperaba un c¨®modo duelo para el campe¨®n, el inter¨¦s estaba en conocer el futuro del escoc¨¦s. Taylor habl¨® de ¨¦l. Se sinti¨® ganador, por lo que descart¨® una revancha contra Catterall y afirm¨® que "seguramente haya sido su ¨²ltimo combate en el peso superligero". La intenci¨®n es una gran noticia para el boxeo espa?ol. Si Taylor sube al welter se quedar¨¢n vacantes los cuatro cinturones mundiales y ah¨ª Sandor Mart¨ªn, que viene de ganar a Mikey Garc¨ªa, podr¨ªa obtener una oportunidad titular en los pr¨®ximos meses.