El Borges se despierta de golpe del sue?o de la final europea

Demasiado Wiener para un Asisa Borges Vall al que el partido se le puso cuesta arriba desde el comienzo, con las derrotas de Marc Dur¨¢n y Victor Bood, que obligaban a Jordi Masip a ganar su partido si quer¨ªan seguir aspirando a meterse en la final de la Euro Cup, lo que hubiera supuesto un hito en el tenis de mesa espa?ol masculino. Finalmente, los austriacos ganaron 3-0 y lo celebraron en una pista ruidosa y llena, que no perdi¨® la sonrisa orgullosa del camino que ha trazado su equipo. "Casi llegamos a los cuartos de la Champions y ahora esto. No nos esper¨¢bamos conseguir estos ¨¦xitos", sintetiza Marc Dur¨¢n.

El jugador sueco Bood, de la localidad de Sod?rham, no pudo doblegar a su oponene checo Thomas Konecny en el partido inaugural. El duelo se resolvi¨® en el quinto set despu¨¦s de cuatro anteriores repletos de altibajos. Bood empez¨® perdiendo los dos primeros por 11-6 y 11-5, lejos de su mejor nivel, demasiado precipitado en sus golpes, pero cuando todo hac¨ªa indicar que la primera manga se resolver¨ªa de manera veloz, sac¨® las fuerzas apoyado por un repleto Centro de Tecnificaci¨®n, con unas 300 personas apoyando a su equipo.

Gan¨® el tercero por 7-11 y el cuarto por 8-11. La moneda, para desgracia local, cay¨® 6-3 en el ¨²ltimo del lado del equipo austriaco, con sangre fr¨ªa, inalterable pese a que pas¨® de tocar la victoria a verse contra las cuerdas en alg¨²n momento del partido. Lo mismo le ocurri¨® a Marc Dur¨¢n, el h¨¦roe local, en el segundo encuentro. "Hemos estado cerca, fueron partidos muy igualados pero finalmente no conseguimos ganar. Est¨¢bamos habituados a ganar en el quinto set, pero no sucedi¨® aqu¨ª", resume.

Dur¨¢n acompa?¨® cada punto con un grito, muy pasional en la pista. Y se adjudic¨® con un s¨®lido juego el primer set por 7-11. Parec¨ªa que el partido iba cuesta abajo, con 7-8 en el segundo parcial. Momento en el que el croata Frane Kojc, el n¨²mero uno rival, aprovech¨® para pedir un tiempo muerto y cambiar su suerte. Con un parcial de 4-0 se adjudic¨® el set. El palo fue duro, tanto que a Dur¨¢n no le entraron sus mejores golpes pese a sus buenas defensas, una de ellas maravillosa en la que respondi¨® a cinco remates seguidos de su oponente con golpes con efecto. Pero el front¨®n se agrieto en el tercer set (6-11) y en el cuarto despu¨¦s de un desempate (11-13).

Todo se resolver¨ªa dram¨¢ticamente en el tercer partido, de nuevo en un taquic¨¢rdico desempate. El alem¨¢n Felix Wetzel golpe¨® primero por 6-11. Un nervioso Masip se repuso con un 11-7 en el segundo, perdi¨® el tercero tambi¨¦n 7-11 y gan¨® el cuarto 11-6. En el definitivo perdi¨® 6-4 y la alegr¨ªa austricada se desat¨® en el banquillo. Los jugadores ilerdenses se abrazaron y apenas hubo lamentos, sino el orgullo de haber estado a un paso de hacer historia en el tenis de mesa espa?ol.