El sue?o de vivir una de las carreras m¨¢s lindas del mundo: m¨¢gico y puro
AS viaj¨® hacia Puerto Natales, en el extremo sur de Chile, para estar en el Patagonia International Marathon. Una cita con monta?as, caballos, guanacos y un ambiente ¨²nico.


El retiro del kit est¨¢ programado a las 10:00 horas del viernes 10 de septiembre y diario AS ya est¨¢ en Puerto Natales, una ciudad chilena situada en Magallanes, en el extremo sur del continente americano. All¨ª, un d¨ªa m¨¢s tarde, se realizar¨¢ el Patagonian International Marathon, una carrera organizada por Racing Patagonia, que lidera Stjepan Pavicic. Como defini¨® El Pa¨ªs a mediados del 2020, ¡°una de las 20 mejores rutas del mundo para correr¡±. El evento se realiza desde el 2012 y ha conquistado a corredores de m¨¢s de 65 pa¨ªses. En esta oportunidad, por la crisis sanitaria, la mayor¨ªa de los participantes ser¨¢n chilenos. El resultado de un examen PCR es uno de los requisitos para ingresar a Punta Arenas, la capital regional.
La Costanera de Puerto Natales es la primera imagen que conquista al visitante. La alta monta?a y la naturaleza en su estado puro est¨¢n justo en el frente. Es la incomprensible sensaci¨®n de estar al mismo tiempo en la ciudad y en una de las maravillas m¨¢s remotas del universo. La postal enamora a corredores, acompa?antes y medios de comunicaci¨®n, que llegan a cubrir el d¨ªa previo desde distintas partes de Chile. El efecto es similar en todos: ni la mejor fotograf¨ªa iguala la magia de estar all¨ª. La competencia a¨²n no comienza y ya te sientes un privilegiado.
Am¨¦rico Duarte tiene 48 a?os, vive en Valpara¨ªso y trabaja como fot¨®grafo en la Armada chilena. ?l es uno de los presentes en el lugar: ¡°Me inscrib¨ª el primer d¨ªa, hace cinco o seis meses. No dije nada en mi casa (r¨ªe), hasta hace un mes, cuando compr¨¦ los pasajes para venir. Estoy muy contento, porque nunca pens¨¦ que me tocar¨ªa correr aqu¨ª¡±, reflexiona en di¨¢logo con AS. ¡°Yo empec¨¦ a correr hace tres a?os. Como no hacemos regalos con mi familia, en una Navidad dije ¡®a contar del 1 de enero, dejar¨¦ el cigarro y comenzar¨¦ a hacer deporte¡¯. Fue una inversi¨®n en salud, porque me gastaba m¨¢s de $1.000.000 (1.080 euros) anuales en cajetillas. Nunca es tarde para cumplir los sue?os¡±. Su historia, como muchas otras de Patagonian International Marathon, inspira. Cada participante tiene un relato de superaci¨®n y eso convierte al lugar en un escenario mucho m¨¢s atractivo.
La experiencia parte temprano. Quienes correr¨¢n los 10K, como es el caso de AS, deben estar a las 6:30 horas en la Plaza de Armas. La largada est¨¢ programada tres horas m¨¢s tarde, pero la organizaci¨®n a¨²n debe trasladar a los participantes hacia el Parque Nacional Torres del Paine, ¡°una de las joyas naturales del continente¡±, seg¨²n describi¨® El Pa¨ªs. Hay energ¨ªa, bromas y hasta un grito en el camino. Algunos aprovechan la oscuridad para dormir, pero la presencia de un puma al costado izquierdo de la ruta, sorprende a los cientos de deportistas. El amanecer, tambi¨¦n. La vista espectacular genera la segunda recompensa a la mirada.

La cuenta regresiva, arengada por ¡®La Voz del Trail¡¯, un reconocido animador del ¨¢rea, agiganta las ganas de partir y hace olvidar el fr¨ªo. El esperado momento ha llegado.
La ruta solo es felicidad. La notor¨ªa elevaci¨®n, y la casi ut¨®pica ilusi¨®n de que la bajada est¨¢ cerca, se contrapone con un paisaje ¨²nico. Los rostros de cansancio no existen. Hasta el m¨¢s agotado disfruta con ese entorno irrepetible. Dan ganas de parar y tomar fotograf¨ªas de cada paso, mientras te preguntas: ?cu¨¢ntas veces tendr¨¢s la oportunidad de vivir esto?. Tanto as¨ª que, cuando se observa el letrero que anuncia el ¨²ltimo kil¨®metro, surge una extra?a sensaci¨®n: el dilema entre cruzar la meta o aprovechar m¨¢s tiempo esa postal.
Patagonian International Marathon es universal. Adem¨¢s de las personas de distintas nacionalidades que habitualmente asisten (sin la crisis sanitaria), encuentras gente de varias edades. Alguien de 75 a?os, como don Luis Ortiz, ex acad¨¦mico de la Universidad de Santiago, o dos hermanos de siete y cinco a?os. Manuel y Joaqu¨ªn acompa?aron a su madre, Francisca Jugo. Lo vivieron con esfuerzo y alegr¨ªa. "Nos re¨ªmos mucho", dice el mayor. Francisca agrega: "Dijimos 'no importa el tiempo, sino que debemos llegar a la meta'. Tuvimos varios descansos. Llev¨¦ al menor a 'caballito' un par de kil¨®metros". Un trabajo colaborativo y familiar. La historia termin¨® con una curiosidad: el m¨¢s peque?o se baj¨® de los hombros de la madre y corri¨® en los ¨²ltimos metros para llegar primero. Los tres rieron.

En paralelo, las competencias de 21K y 42K ya hab¨ªan comenzado. SoloRunning, a trav¨¦s de su editor Juan Carlos Past¨¦n, lo viv¨ªa con protagonismo: "El circuito lo he recorrido un par de veces, en auto y en carrera, pero nunca dejo de asombrarme con las vistas que nos regala el Parque Torres del Paine. Nunca un d¨ªa es igual a otro. Esta vez, nos toc¨® el mejor clima de Patagonia: poco viento y nada de lluvia".
"Los compa?eros de ruta fueron caballos salvajes y guanacos. Nunca vi tantas sonrisas con muecas de dolor juntas. Estar en uno de los principales eventos en esta nueva normalidad nos hizo especiales. Lo sab¨ªamos: ¨¦ramos unos privilegiados en tener la oportunidad de correr y compartir con los pares en uno de los sitios m¨¢s lindos del mundo", relat¨® Past¨¦n desde Magallanes.

La magia no era solo natural. Tambi¨¦n, humana. Cuando quedaban alrededor de cinco kil¨®metros para la meta, un joven voluntario motivaba a los participantes: Esteban Mar¨ªn, oriundo de Puerto Natales, caminaba, arengaba y acercaba los servicios de hidrataci¨®n: "Me pongo en el lugar de ellos. Me gustar¨ªa que, cuando llego a un punto, me entregaran agua. No cont¨¦ los kil¨®metros que hice, pero iba y volv¨ªa, y recib¨ªa los recipientes. Me pas¨¦ todo el d¨ªa en eso, estuve en todas las categor¨ªas". El gesto generaba el agradecimiento de los corredores.
El cierre fue un lujo. Despu¨¦s de gozar los ¨²ltimos kil¨®metros de bajada, el premio fue una medalla de cer¨¢mica, hecha a mano por un artista local. Una confecci¨®n que combin¨® tierra, agua, aire y fuego. Era ¨²ltima satisfacci¨®n a un d¨ªa inolvidable, que te marca. El placer de correr en el fin del mundo.


