Acumulan centenares de miles o incluso millones de seguidores en sus redes sociales, llenan estadios, acaparan horas de atenci¨®n medi¨¢tica y logran que toda la afici¨®n contenga el aliento cada vez que compiten. Conscientes de su peso en la sociedad, cada vez son m¨¢s los deportistas de alta competici¨®n que se suman al activismo solidario. ¡°Sienten el calor del p¨²blico y no niegan que ganan mucho con su profesi¨®n. Embarcarse en causas humanitarias es una forma de devolver lo que la vida les da para ayudar a aquellos que no han tenido tanta suerte¡±, sostiene Benito P¨¦rez-Barbadillo, director de comunicaci¨®n de Rafael Nadal.

El tenista cre¨® en 2007 la Fundaci¨®n Rafa Nadal, desde la que se apoya a ni?os en riesgo de exclusi¨®n y j¨®venes con discapacidad intelectual a trav¨¦s de la actividad deportiva y la educaci¨®n. Pero en este planteamiento no se trata solo de extender cheques. El ganador de trece ediciones de Roland Garros no duda en arremangarse cuando hay que echar un cable. Lo demostr¨® como voluntario en las tareas de limpieza tras las inundaciones de Sant Lloren? des Cardassar (Mallorca). ¡°Se le acus¨® de postureo o de que era una campa?a de marketing, pero ¨¦l no llam¨® a los medios. La prensa se enter¨® porque la gente de all¨ª le reconoc¨ªa por la calle y empezaron a contarlo en redes sociales. Si no, no se hubiera enterado nadie. Para estas cosas a t¨ªtulo personal Rafa es muy discreto¡±, defiende P¨¦rez-Barbadillo.

En otras ocasiones, el anonimato deja paso a su estela de ¨ªdolo, a su capacidad de arrastre. ¡°En lo m¨¢s duro de la pandemia, Rafa se ali¨® con Cruz Roja y Pau Gasol en el proyecto Nuestra Mejor Victoria, una iniciativa para recaudar fondos para los m¨¢s vulnerables por la crisis sanitaria¡±. Nadal logr¨® que se unieran a la causa el golfista Sergio Garc¨ªa, el futbolista Iker Casillas, el piloto Marc M¨¢rquez, empresas como la Mutua Madrid Open e infinidad de ciudadanos an¨®nimos. ¡°Son nombres muy potentes dentro del deporte espa?ol y saben c¨®mo activar el mecanismo para poner el foco en los valores humanos¡±, apunta P¨¦rez-Barbadillo. El objetivo era recaudar 11 millones de euros. Lograron m¨¢s de 14 millones en menos de tres meses.

Cuando un deportista se convierte en ¨ªdolo, los m¨¢s peque?os copian desde su forma de vestir hasta su corte de pelo. ?Por qu¨¦ no trasladarlo a sus h¨¢bitos alimenticios o a su capacidad de esfuerzo? Una pregunta similar se plante¨® Pau Gasol. ¡°A medida que avanzas en tu carrera deportiva y como figura p¨²blica, vas tomando m¨¢s conciencia del impacto que tienes y de la responsabilidad que ello conlleva¡±, explica desde su cuenta de LinkedIn el legendario p¨ªvot espa?ol.

Junto con su hermano Marc, Pau cre¨® en 2013 la Gasol Foundation para luchar contra la obesidad infantil promoviendo la alimentaci¨®n saludable, el deporte y el descanso adecuado. ¡°Los ni?os escuchan m¨¢s a ciertas figuras del deporte a las que admiran que a sus propios padres, aunque tambi¨¦n intentamos involucrar a los progenitores para que esos mensajes lleguen a casa¡±, afirma Pau. La marca Gasol est¨¢ asociada al esfuerzo, a la constancia y al triunfo m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras. Por eso grandes empresas, bancos e instituciones m¨¦dicas no dudan en patrocinar muchas de sus iniciativas, como la celebraci¨®n de eventos saludables a gran escala, la organizaci¨®n de conferencias o la apertura de l¨ªneas de investigaci¨®n cient¨ªfica.

Hasta hace a?o y medio era habitual ver a los hermanos all star en esos eventos. Ahora los protocolos de seguridad de la pandemia obligan a que muchos actos p¨²blicos sean virtuales. As¨ª ser¨¢ la segunda edici¨®n de Pl4nets, un ciclo de jornadas online y gratuitas donde ya han confirmado su asistencia los dietistas-nutricionistas Gabriela Uriarte y Aitor S¨¢nchez, el epidemi¨®logo Manuel Franco o la psic¨®loga Patricia Ram¨ªrez, entre otros. ¡°Los h¨¢bitos saludables tienen un impacto fundamental en la salud de las personas y especialmente en el desarrollo de los ni?os y ni?as. Queremos que Pl4nets sean unas jornadas de referencia, donde cualquier persona pueda adquirir conocimientos, habilidades y herramientas que le permitan incorporar h¨¢bitos saludables en su d¨ªa a d¨ªa¡±, concluye Pau Gasol.

Los ejemplos cunden. Antes de los Juegos Paral¨ªmpicos Tokio 2020, Teresa Perales atesoraba 26 medallas en nataci¨®n. Embajadora de Fundaci¨®n Telef¨®nica y Visa, imparte charlas motivacionales y de valores basados en la aceptaci¨®n e inclusi¨®n. A la judoca Marta Arce ser albina con un 10% de visi¨®n no le impidi¨® ganar tres medallas en los Juegos Paral¨ªmpicos, dos campeonatos mundiales y otros dos europeos. ¡°De ni?a me quedaba sola en los recreos porque nadie quer¨ªa jugar conmigo¡±, recuerda. ¡°Ignorar al que es diferente es una forma m¨¢s de bullying. Complicas su existencia y puede acabar autoaisl¨¢ndose, creyendo que no vale para nada. Es lo que m¨¢s recalco cuando doy una charla en un colegio. Sobre todo, a los profesores, porque de ellos depende inventarse actividades inclusivas donde todos los alumnos puedan hacer destacar sus capacidades¡±.

Los departamentos de recursos humanos representan otra de sus dianas. ¡°Tratan de minimizar complicaciones. Asocian tener personas con discapacidad con incorporar dificultades a?adidas a la plantilla. Piensan que, con otros mil candidatos sin problemas, contratar al invidente va a ser una carga. Y para nada: hay mucho talento. Lo vemos en los paral¨ªmpicos y tenemos que lograr que lo vea tambi¨¦n la sociedad¡±, razona la laureada judoca espa?ola.

La solidaridad de palabra no cambia el mundo por s¨ª sola. Hace falta dinero. Los deportistas famosos con capacidad para liderar el cambio son solo la punta del iceberg. Pero nada impide que otros no tan conocidos les secunden. En el f¨²tbol, donde incluso en las divisiones inferiores las fichas suman bastante m¨¢s que el salario medio de un trabajador convencional, hay mucho potencial silencioso. As¨ª lo entiende Juan Mata con su iniciativa Common Goal, en la que anima a futbolistas y clubes a donar un 1% de sus ingresos brutos para dotar de un futuro mejor a ni?os y ni?as en entornos de pobreza y marginaci¨®n. ¡°Con ese 1% puedo cambiar una vida a trav¨¦s del deporte. Tenemos que pensar m¨¢s all¨¢ de nosotros e invito a otros futbolistas a unirse¡±, afirma al respecto Leicy Santos, jugadora del Atl¨¦tico de Madrid.

Las redes sociales juegan un papel transversal para trasladar mensajes y movilizar a la acci¨®n. Su inmediatez y la facilidad de conexi¨®n con las audiencias m¨¢s j¨®venes amplifican el alcance y crean una comunidad virtual de personas dispuestas a colaborar econ¨®micamente con una causa si lo pide su ¨ªdolo. Tambi¨¦n contribuyen a cuestionar o reprobar injusticias manifiestas. El jugador de la Real Sociedad David Silva o el campe¨®n de snowboard Lucas Eguibar mantienen una postura inflexible frente al racismo desde sus perfiles de Instagram y se han unido a campa?as como el #BlackLives Matter o #Enough. El ultramaratoniano Kilian Jornet, por su parte, ha abrazado desde su Twitter la lucha contra el cambio clim¨¢tico.

Otras veces el mensaje tiene un calado m¨¢s ¨ªntimo. La alpinista Edurne Pasab¨¢n confiesa a coraz¨®n abierto el infierno vivido con la depresi¨®n desde su canal de Youtube y Carolina Mar¨ªn y Pau Gasol, entre otros, usan Twitter para abrir el mel¨®n de la salud mental de los deportistas de ¨¦lite tras la retirada temporal de Simone Biles. Son gestos nada grandilocuentes, muy sosegados, que hacen que el aficionado perciba que esos campeones aparentemente invulnerables tambi¨¦n tienen, como cualquier ciudadano, sus puntos de flaqueza.