La ola ye ye del atletismo estadounidense
Un reguero de fenomenales marcas y de nuevas estrellas presidi¨® los campeonatos universitarios de Estados Unidos, en v¨ªsperas de las pruebas de selecci¨®n del equipo ol¨ªmpico. No cesa la producci¨®n deportiva de las universidades, definitiva en la estructura del deporte en Norteam¨¦rica. Reci¨¦n salidos de los institutos o castigados por el complejo calendario de la pandemia, varios j¨®venes han emergido con unos registros de primer nivel mundial. Sus nombres: Randolph Ross (20 a?os, 43.85 segundos en los 400 metros), Sean Burrell (19 a?os, 47.85s en 400 metros vallas), Joseph Fahnbulleh (19 a?os, 19.91s en 200 metros) y Cole Hocker (20 a?os) la nueva sensaci¨®n del medio fondo estadounidense, ganador de la final de 1.500 metros. A estos freshmen (novatos universitarios) se a?aden Ju Vaughn (22 a?os, de nuevo ganador del doblete en los saltos de longitud y altura) o el liviano sprinter Terrance Laird (22 a?os, 19.81s esta temporada).
Dos mundos converger¨¢n el pr¨®ximo 18 de junio, fecha del inicio de los trials estadounidenses en el renovado Hayward Field (Eugene, Oreg¨®n), catedral del atletismo en Norteam¨¦rica y sede de los Mundiales en 2022. Al tradicional elenco de campeones procedentes del circuito profesional se unir¨¢n los mejores representantes del ¨¢mbito universitario. Para los j¨®venes representar¨¢ un desaf¨ªo complejo. La mayor¨ªa llegar¨¢ con la temporada colegial cargada de competiciones: campeonatos en pista cubierta, torneos de divisiones, las semifinales en el Este y el Oeste que daban acceso al campeonato nacional, que ha cerrado el ciclo de esta temporada.
Los j¨®venes campeones se enfrentar¨¢n a la envergadura de los trials. O conservan el momentun, y no es f¨¢cil, o varios de ellos no podr¨¢n repetir las marcas que han logrado en las finales universitarias. Sin embargo, la historia recuerda numerosas y fastuosas transiciones de atletas procedentes de los colleges a la escena ol¨ªmpica. Ross, Burrell y Fahnbulleh se han incrustado entre los mejores del mundo esta temporada. Hocker es una inc¨®gnita. En los corrillos del mediofondo estadounidense se le asocia a campeones de la talla de Jim Ryun David Wottle o Martin Liquori.
Randolph Ross es el principal representante de la Universidad de Carolina A&T, centro que ha ascendido en los ¨²ltimos a?os a la ¨¦lite del atletismo colegial. Entrenado por su padre, Duane Ross, bronce en los 110 metros vallas del Mundial de Sevilla 99, su progresi¨®n invita a pensar en una pr¨®xima figura en los 400 metros. S¨®lo dos atletas universitarios, Michael Norman y Fred Kerley, le adelantan en el ranking hist¨®rico de la prueba. Su registro (43.85s) es una cent¨¦sima mejor que el m¨ªtico tiempo de Lee Evans, recientemente fallecido, en los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨¦xico 68.
Ross, longil¨ªneo y elegante en su estilo, contrasta con Sean Burrel (Louisiana State University), conocido como El Ardilla. Es peque?o (1,76 metros), liviano y el¨¦ctrico. Recuerda a Bershawn Jackson, un hist¨®rico de los 400 metros vallas. No se esperaba de ¨¦l una marca por debajo de los 48 segundos, la frontera que marca la separaci¨®n entre los buenos especialistas y la ¨¦lite mundial. Burrell corri¨® como un demonio. Sus 47.85 segundos le incluyen entre los aspirantes a lograr uno de los tres puestos ol¨ªmpicos en disputa, con Rai Benjamin como favorito indiscutible.
Joseph Fahnbullah (Universidad de Florida) se impuso a Terrance Laird (Louisiana State) en los 200 metros. Son dos atletas de caracter¨ªsticas opuestas. Laird es ligereza y alta frecuencia. Fahnbulleh es todo potencia. Remite por su manera de correr a Bob Hayes, el c¨¦lebre campe¨®n ol¨ªmpico en Tokio 64. Su progresi¨®n ha sido vertiginosa. A diferencia del circuito universitario en los Trials se medir¨¢ con un ampl¨ªsimo n¨²mero de adversarios acreditados en el mundo profesional.
Cole Hocker surgi¨® en los campeonatos universitarios en pista cubierto y no se ha detenido desde entonces. Con 19 a?os se mueve en la pista como un veterano. Su aceleraci¨®n final no admite comparaci¨®n entre los universitarios. Venci¨® en la final con una marca (3.35.35 minutos) que no impresiona, pero m¨¢s que interesante para una competici¨®n donde lo crucial es sumar puntos para la clasificaci¨®n por equipos. Hocker no parece en condiciones de medirse a¨²n con las estrellas del mediofondo, pero las expectativas que genera empiezan a superar a las de Alan Webb, el anterior chico prodigio estadounidense.