Augusta vuelve a la vida
El Masters recupera el p¨²blico y sus tradiciones tras jugarse a puerta cerrada en 2020 por la pandemia. Unos 12.000 'patronos' acceder¨¢n cada d¨ªa al campo.


El Masters abandon¨® el fr¨ªo noviembre al que le oblig¨® provisionalmente la pandemia y volvi¨® al templado abril. Con la primavera, y con las campa?as de vacunaci¨®n estadounidenses viento en popa, retornaron los espectadores al Augusta National. M¨¢s bien los patrons ('patronos'), como les gusta llamarles all¨ª. Acudieron unos 12.000 (la mayor¨ªa familiares y amigos de jugadores o trabajadores del club y representantes de los patrocinadores), cifra que se repetir¨¢, quiz¨¢ con peque?as variaciones, a lo largo de los pr¨®ximos tres d¨ªas.
Lo cierto es que se les ech¨® en falta el a?o pasado. No hay un torneo de golf para el que los espectadores tengan semejante relevancia. No en vano utilizar ese decoroso t¨¦rmino antes citado, patrons, es una de las obligaciones que el club incluye en su contrato de retransmisi¨®n con la CBS cada a?o. Hasta sabemos lo que comen: entre otras cosas, los famos¨ªsimos sandwiches de pimento cheese (una crema de queso t¨ªpica en el sur de Estados Unidos), que al fin vuelven a tener quien los deguste.Tambi¨¦n tienen sus obligaciones los se?ores aficionados. Este a?o no pueden dejar abandonadas sus sillas playeras si quieren desplazarse por el campo y el uso de la mascarilla es obligatorio. Tampoco pueden portar c¨¢maras o m¨®viles, ni comer, beber o fumar en las zonas habilitadas para sentarse.
Augusta cuida mucho su imagen de exclusividad porque es una de sus se?as de identidad, pero tambi¨¦n es consciente de que, en una poblaci¨®n de algo menos de 200.000 habitantes dedicada principalmente a la industria, esta semana es gasolina de alto octanaje para la econom¨ªa local y hay que cuidar al visitante. He ah¨ª una de las razones de que se hayan vuelto a abrir las puertas, aunque el caudal se antoja escaso.
En una semana normal podr¨ªan llegar hasta 200.000 personas a la ciudad. Esta vez seguramente no alcancen las 50.000. "Si 2019 fue el pastel entero, este a?o solo tenemos una o dos porciones", resume Havird Usry, un hostelero local citado por Golf Digest. Su sector est¨¢ notando el mazazo, pero no es el ¨²nico. Habitualmente es imposible encontrar alojamiento en los d¨ªas m¨¢s pr¨®ximos al torneo, pero el pasado fin de semana a¨²n quedaban opciones disponibles en todos los rangos de precio, desde lujosas villas por 15.000 d¨®lares (unos 12.500 euros), hasta moteles de 47 euros la noche. El mercado de reventa de entradas, habitualmente colapsado, pr¨¢cticamente no funciona esta vez (las pocas que se venden pueden llegar a costar 3.000 d¨®lares (algo m¨¢s de 2.500 euros).
Si el evento gener¨® 26,2 millones de d¨®lares en 2019 (casi 22 de euros), el pasado noviembre la cifra se desplom¨® hasta los 8,3 (6,9) y habr¨¢ que ver hasta d¨®nde remonta este a?o. "S¨¦ por muchos negocios que el Masters es mes n¨²mero 13 del a?o, pero con el impacto del Covid esta vez puede ser el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d de algunos", resume tambi¨¦n a Golf Digest Bennish Brown, jefe de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Augusta.