Punto de inflexi車n
Escocia y Gales miden sus aspiraciones en la carrera por el Seis Naciones. Inglaterra, a darse un ba?o de autoestima ante la d谷bil Italia. El domingo, Irlanda-Francia.


La primera jornada del Seis Naciones dej車 un triunfo insospechado, el de Escocia ante Inglaterra, otro esperado, el de Francia contra Italia, y un 迆ltimo de dif赤cil lectura, el de Gales frente a Irlanda.
La segunda jornada, que arranca este s芍bado (15:15) en Londres, ser芍 punto de inflexi車n para despejar las inc車gnitas (muchas) y afianzar las certezas (pocas), que dej車 el acto inicial. Abren fuego Inglaterra e Italia en Twickenham. Un partido sin historia que deber赤a servir como ba?o de autoestima a la Rosa tras el naufragio de la Copa Calcuta. Eddie Jones ya tiene el alta de Mako Vunipola y volver芍 al esquema de doble apertura con Ford en el 10 y Farrell en el 12. El gran damnificado, Ollie Lawrence, que no pudo lucir ante Escocia y se va al banquillo.?
Despu谷s (17:45) llegar芍 el plato fuerte de la jornada. Escocia, crecida tras someter a los ingleses a domicilio por primera vez desde 1983, recibe a Gales, que sufri車 para ganar a Irlanda jugando una hora en superioridad num谷rica. El Cardo tiene las bajas de Ritchie, Redpath y Maitland, que abren las puertas del XV a Thomson, Lang y Graham; el Puerro no podr芍 contar con dos flankers, Lydiate y Navidi, as赤 que Wainwright recupera un 6 que debe ser suyo. Tampoco con Tomos Williams ni George North, que dejan hueco a Gareth Davies y Liam Williams en el 9 y el 11 respectivamente (Watkin ser芍 el segundo centro esta vez).
El partido dar芍 una medida real de las posibilidades de Dragones y caledonios en la carrera por el t赤tulo. Los primeros no tienen nada de que presumir tras una pobre puesta en escena inicial; los segundos, que parecen haber encontrado al fin el equilibrio entre delantera y l赤nea, ser芍n candidatos claros si creen de una vez en s赤 mismos y se imponen. El domingo ser芍 el turno de Irlanda, dolida tras la accidentada derrota en Cardiff, y Francia, el gran rival a batir una vez el favoritismo de los ingleses se ha desinflado.