El espect芍culo del Seis Naciones debe continuar
Un Seis Naciones de pron車stico incierto arranca este s芍bado a puerta cerrada y con los equipos confinados en burbujas. Inglaterra defiende t赤tulo.


Nunca el lapso de tiempo entre un Seis Naciones y el siguiente fue tan corto. Por obra y gracia de la pandemia, que oblig車 a posponer los 迆ltimos partidos de la edici車n anterior, han pasado algo m芍s de tres meses desde que vimos a Inglaterra sumar un nuevo t赤tulo y, como cantaban los Isley Brothers, all芍 vamos de nuevo.
Esta vez el torneo ha salido adelante contra viento y marea. La tercera ola v赤rica suscit車 dudas en el gobierno franc谷s, que no dio luz verde a los movimientos de su selecci車n hasta el martes, una vez convencido por el protocolo de aislamiento de la federaci車n local. Se mantienen las fechas normales, un peque?o triunfo tal y como est芍n las cosas, pero se pierde irremediablemente el alma de este acontecimiento, que est芍 en las gradas. No habr芍 franceses en Saint Denis para entonar La Marsellesa y la Flor de Escocia se marchitar芍 en un Murrayfield sepulcral.
El roto que eso supone en t谷rminos de atractivo es irreparable, pero el espect芍culo debe continuar porque sin 谷l este deporte, que en su esfera profesional hace tiempo que opera igual que cualquier otra disciplina de masas, se muere.
Y lo cierto es que sobre el c谷sped habr芍 argumentos poderosos para contrarrestar la ausencia de folclore. El mejor de ellos, la incertidumbre. Defiende t赤tulo Inglaterra, campeona por tercera vez al mando de Eddie Jones el a?o pasado. El ramillete de bajas de la Rosa es importante (Marler, que no quiso pasar por otra &burbuja*), Launchbury, Underhill, Mako Vunipola...), pero mantiene un bloque solvente en todas las l赤neas liderado por Owen Farell.
Francia e Irlanda son las dos grandes alternativas, un puntito por encima el Gallo de Fabien Galthi谷. El exinternacional ha construido un equipo convincente que cabalga a lomos de un brillante medio mel谷, Antoine Dupont, y un capit芍n aguerrido, Chales Ollivon. Pesan las ausencias de Ntamack, Vakatawa, Alldritt o Bamba, pero hay fondo de armario en los Fickou, Thomas, Chat, Penaud y compa?赤a. En cuanto al Tr谷bol, necesita recuperar la solidez perdida en el primer a?o de Andy Farrell. Buena noticia la vuelta de Furlong en un grupo con mucha experiencia (Healy, O*Mahony, Stander, Sexton...).
La Gales de Pivac, en la que sigue el hist車rico Alun Wyn Jones, est芍 en transici車n y es inc車gnita igual que la impredecible Escocia de Townsend, que ha recuperado para la causa a Finn Russell. Italia, sin Minozzi ni Polledri, apunta a su 16? cuchara de madera.