El embrollo de la 'Ley trans'
El borrador de Igualdad preocupa en el deporte femenino, ya que simplifica el proceso para conseguir un cambio de sexo y podr¨ªa distorsionar la competici¨®n.
El borrador de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, que ha elaborado el Ministerio de Igualdad y ha provocado otro roce en el Gobierno entre PSOE y Podemos, ha levantado preocupaci¨®n en el deporte, quiz¨¢ atropellado por los tiempos. Cuando a¨²n se discute sobre igualdad hombre-mujer y el desequilibrio es patente, aparece un elemento que supera esa lucha.
El borrador consagra la libre autodeterminaci¨®n de g¨¦nero. Cualquier persona puede cambiar su nombre y sexo en el registro con una "declaraci¨®n expresa", a partir de los 16 a?os. No har¨¢ falta "modificaci¨®n de la apariencia o funci¨®n corporal de la persona a trav¨¦s de procedimientos m¨¦dicos, quir¨²rgicos o de otra ¨ªndole", dice el texto.
Y por ah¨ª entra en conflicto con el deporte. El art¨ªculo 39 de ese borrador dice que las personas trans participar¨¢n en competiciones "atendiendo a su sexo registral" sin "pruebas de verificaci¨®n de sexo". El reconocimiento personal de una identidad de g¨¦nero (masculino o femenino) ser¨¢ suficiente. En un ejercicio de simplificaci¨®n desprendido de connotaciones morales, pero posible, un hombre podr¨ªa inscribirse en una competici¨®n femenina s¨®lo por sentirse mujer. Algo que ha levantado voces cr¨ªticas en el feminismo y que provoca sudores fr¨ªos entre federaciones y organizadores.
"Desde el respeto, esta ley puede tener una incidencia capital en el deporte", advierte la abogada Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez, especialista en Derecho Deportivo y asesora de varias asociaciones de deportistas. "Hablamos de que no entrar¨ªa tanto en juego el elemento biol¨®gico, sino el hecho de, simplemente, sentirse hombre o mujer. Y hay que ver si eso se traduce en tener una ventaja", dice.
"Eso no es igualdad. La identidad femenina puede quedar desdibujada. Se estar¨ªa expulsando a las mujeres de su espacio. Es un tema que necesita ser contemplado porque el deporte tiene una singularidad", reflexiona la abogada.
"La opini¨®n de las deportistas es importante. ?Qu¨¦ pasa si 12 jugadores de waterpolo se sienten mujeres? ?Qu¨¦ opci¨®n tendr¨ªa un equipo ¨ªntegramente femenino de ganar ese campeonato?", se pregunta Ra¨²l Chapado, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Atletismo y miembro del Council (gobierno) de World Athletics, por lo tanto cercano al caso de Caster Semenya.
La sudafricana (con hiperandrogenismo, no es trans), tiene prohibido correr entre 400 metros y la milla si no se medica para bajar a cinco nanomoles por litro de sangre su nivel de testosterona. En el caso del COI, el l¨ªmite es de diez. La Ley espa?ola trans chocar¨ªa con las internacionales del deporte.
"Que los derechos humanos est¨¦n por encima de todo, no quiere decir que no colisionen con el deporte. Igual hay que crear una categor¨ªa open, sin g¨¦nero, m¨¢s all¨¢ de la masculina o femenina. Un deporte que no preserva la igualdad no es justo. Y se decidi¨® que fuese masculino y femenino por un criterio de igualdad de oportunidades", recuerda Chapado.
"Estamos hablando de regular el dopaje y a la vez de que compitamos en desigualdad de condiciones hormonales. No tiene mucho sentido", se queja Mar Mas, presidenta de la Asociaci¨®n para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP). "Hay que gente que se plantea dejar la competici¨®n si esto va hacia adelante", a?ade, apuntando tambi¨¦n como soluci¨®n a una futura categor¨ªa trans. El debate dar¨¢ para largo.