Te¨®fimo L¨®pez hace peque?o a Lomachenko y es indiscutido

Te¨®fimo L¨®pez y su padre corr¨ªan de punta a punta del ring mientras Vasyl Lomachenko estaba en su esquina at¨®nito. No cre¨ªa que lo que estaba escuchando. Ya no era campe¨®n del peso ligero. La joven promesa, de 23 a?os (nacido en Estados Unidos, pero que represent¨® a Honduras en Rio 2016 y que tiene un abuelo espa?ol), acababa con el mejor libra por libra y lo hac¨ªa por decisi¨®n un¨¢nime (116-112, 119-109 y 117-111) para ser el campe¨®n WBA, IBF y WBO (aunque pos¨® con dos cinturones WBC, el t¨ªtulo Franquicia no estaba en liza). La hoja de ruta no entraba en los planes de casi nadie, pero la sorpresa se confirm¨®. Sin duda el combate no cumpli¨® con las expectativas. Demasiadas reservas de Loma, quien fue claro: "No estoy de acuerdo con el resultado. Revisar¨¦ el combate de nuevo. Creo que he ganado", apunt¨® cabizbajo y entre bambalinas tras su derrota. Por su parte, el nuevo campe¨®n no titube¨® al hablar de futuro: subir¨¢ de peso e intentar¨¢ repetir haza?a.

La pelea empez¨® hace mucho. Puede que los juegos mentales de Te¨®fimo afectasen a Lomachenko, o no, pero el ucraniano regal¨® la primera parte de la pelea y se le vio demasiado respetuoso. Ten¨ªa una explicaci¨®n de manual. Tras la rehidrataci¨®n, la diferencia de tama?o era muy grande y con un pegador como L¨®pez deb¨ªa cuidarse. Sus manos pesaban m¨¢s de lo que parec¨ªa y el ucraniano se dej¨® ir demasiado. Ah¨ª estuvo la clave la de la pelea, aunque quiz¨¢ el empate hubiese sido lo m¨¢s justo. Fuese o no el motivo de la derrota, Loma hizo el ring circular, durante los primeros seis rounds, para intentar cansar a su oponente y que as¨ª su pegada fuese menor. No era mala idea, pero le falt¨® a ¨¦l sacar m¨¢s trabajo. Pocas manos, precisas, pero pocas.

Eso pes¨® en las cartulinas de los jueces (el 119-109 de Julie Lederman fue desproporcionado), que premiaron el empuje de L¨®pez. No se lo comi¨®, ni mucho menos, de hecho, con lo justo Loma hizo que Te¨®fimo fuese con m¨¢s cuidado. El ucraniano era m¨¢s r¨¢pido y por eso le sorprend¨ªa. L¨®pez vio que arriba no era capaz de da?ar a Loma y le busc¨® abajo. Ah¨ª s¨ª le peg¨® mucho y pudo ser otro punto clave. Desde el quinto asalto, Lomachenko comenz¨® a acelerar, pero no fue hasta el octavo cuando empez¨® a despertar de su letargo. Tarde parec¨ªa, aunque hubo asaltos ajustad¨ªsimos, y tarde fue. El ya excampe¨®n no estaba de acuerdo, puede tener raz¨®n, pero el mejor libra por libra no puede regalar media pelea. La mala decisi¨®n de su estrategia fue su tumba en un pleito en la que hubo mucha igualdad y poca acci¨®n. Uno se confi¨® y al otro le falt¨® apretar m¨¢s. El tropiezo deja tocado a Loma, quien evit¨® hablar de futuro, pero su camino debe estar en el superpluma, el tama?o en el ligero va muy en su contra. D¨ªa de sorpresas en la burbuja de Las Vegas. Lo que pocos esperaban se cumpli¨®: Te¨®fimo L¨®pez hizo peque?o a Lomachenko.