Kerman Lejarraga se reencuentra ante Nurse en Marbella

Kerman Lejarraga termin¨® su combate contra Tyrone Nurse con una sonrisa de oreja a oreja. En febrero pele¨® y gan¨®, pero sus sensaciones en Marbella eran diferentes. No hubo, KO, pero s¨ª satisfacci¨®n de que el trabajo sali¨® como estaba planeado. Regres¨® es mirada que impon¨ªa a los rivales y lo ha hecho con un p¨²gil mejorado. El vasco ha aprendido de sus tropiezos y lo plasm¨® sobre la tarima. Nurse ten¨ªa un estilo que le ven¨ªa bien y eso permiti¨® que luciese. Gan¨® por decisi¨®n un¨¢nime y vuelve mirar muy alto. "El confinamiento me sent¨® bien", reconoc¨ªa antes de la pelea. Ten¨ªa raz¨®n. Las sensaciones del Kerman de antes est¨¢n ah¨ª y ahora es tiempo de plantearse el futuro. "Quiz¨¢ intente volver al welter", a?ad¨ªa. Habr¨¢ que esperar, aunque antes toca disfrutar del triunfo... o no mucho. Si las condiciones sanitarias lo permiten gustar¨ªa hacer, al menos, otra pelea en 2020.

Nurse se fue de Marbella con la vitola de encajador. Le llegaron bombas duras, y las aguant¨® todas sin pesta?ear. Kerman, ahora, no se obceca si el KO no llega. Tampoco se expone demasiado. Trabaja y deja pocas fisuras. Comenz¨® aplicando bien el jab. Potente, preciso y haciendo da?o. El visitante no encontraba su lugar y desde el tercer round cambi¨® de estrategia. Se peg¨® a las cuerdas y ah¨ª esper¨® al vasco. El 'Revolver' no dud¨® y se fue a por ¨¦l. As¨ª discurri¨® el resto de la pelea. Quiz¨¢ pensaba el ingl¨¦s que Kerman pod¨ªa desfallecer, para nada. Sac¨® el mismo ritmo, vari¨® planos e intent¨® encontrar huecos. No los hubo claros porque la defensa de Nurse (que rodaba bien la cabeza cuando las manos le impactaban) era buena, pero fue sumando golpes de poder.

El brit¨¢nico intercalaba las cuerdas con el movimiento por el ring. Kerman sab¨ªa que no deb¨ªa dejarle pensar, por eso sigui¨® trabajando bien con el jab cuando las cabezas no estaban pegadas. En el s¨¦ptimo, Nurse subi¨® el ritmo, sac¨® trabajo... pero de poco le vali¨®. S¨ª, Lejarraga encaj¨® alg¨²n golpe que debi¨® evitar, pero una guerra como la que armaron era normal tambi¨¦n recibir. El ¨²ltimo round fue otra absoluta. Los dos ten¨ªan gas y se vaciaron. El vasco y su equipo ten¨ªan claro una cosa para la primera mitad de 2020 (que ha sido m¨¢s por la pandemia): quer¨ªan rivales que diesen trabajo. Lo han logrado. Dos combates, veinte asaltos contra dos p¨²giles de entidad y unas sensaciones que van mejorando. El camino a la reconquista sigue firme. Momento de estudiar el siguiente paso.

Carter, primer campe¨®n postpandemia

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John Carter se convirti¨® en el primer campe¨®n postpandemia en Espa?a. En el segundo t¨ªtulo que se disputaba en nuestro pa¨ªs (el primero acab¨® con un nulo), el granadino se impuso por TKO en el octavo asalto a Ibon Larrinaga. El joven andaluz, de 26 a?os, da un paso de gigante para asentarse a nivel continental al alzarse con el cintur¨®n de la Uni¨®n Europea del superpluma. Llevaba dos a?os esperando para disputar este cintur¨®n y se le not¨® en las ganas. Sali¨® valiente, fiel a su estilo, y aunque Larringa plant¨® batalla, sus manos pesaban m¨¢s.

El combate fue enlazando partes muy diferenciadas. En los dos primeros asaltos, Carter meti¨® mucho ritmo. Encerr¨® a Larrinaga, a quien le cost¨® entrar en calor. En el tercer asalto, el vasco ley¨® la pelea y percuti¨® bien con su jab, pero una acci¨®n pol¨¦mica cambi¨® la din¨¢mica. Larri se tropez¨® con una publicidad del ring y justo lleg¨® el golpe de Carter. El ¨¢rbitro hizo cuenta y eso decant¨® el round para el granadino. A partir del cuarto ambos empezaron a bajar el ritmo. El andaluz se dio cuenta que sus manos da?aban y lo explot¨®.

Baj¨® la cadencia, pero se centr¨® en poner golpes potentes y certeros. As¨ª, Larrinaga dominaba con su jab y su bonito boxeo (destacando sus esquivas y fintas), pero Carter siempre pegaba m¨¢s duro e iba sumando castigo. Desde el sexto round, el gas comenz¨® a fallarle a Larrinaga, quien no dud¨® en echarle arrojo e intercambiar golpes. Fue valiente y la guerra se desat¨®. Ah¨ª las bombas que pesaban eran las del lado de Carter, quien fue sumando castigo y en el octavo asalto el ¨¢rbitro detuvo el pleito. En la esquina de Larrinaga, Txutxi del Valle tambi¨¦n ten¨ªa la toalla a punto de volar. El castigo ya era demasiado.

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