Jon Rahm es el n¨²mero uno

Contra viento y tormenta, sin p¨²blico y en un d¨ªa incomod¨ªsimo pero que no olvidar¨¢ en su vida, Jon Rahm ara?¨® el d¨¦cimo t¨ªtulo de su a¨²n corta carrera en el Memorial Tournament, el m¨¢s importante porque le coloca como n¨²mero uno del mundo 30 a?os y 11 meses despu¨¦s de que Severiano Ballesteros, otro espa?ol, el ¨²nico hasta ayer, fuera por ¨²ltima vez l¨ªder del ranking que se instaur¨® en 1986. Rahm es el 24? jugador que ocupa el trono, el d¨¦cimo europeo y el quinto m¨¢s joven que lo logra, con 25 a?os y 8 meses, despu¨¦s de Tiger Woods (21 y 5), Jordan Spieth (22), Rory McIlroy (22 y 10),?que es precisamente quien se ve superado en la tabla de puntos por el vasco, y Justin Thomas (25 y 1).

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Calificado como el torneo de mayor nivel de la historia del PGA Tour por la categor¨ªa de sus participantes, ganadores de majors y n¨²meros uno (Woods, Johnson, Spieth, Thomas, McIlroy, Day, Mickelson, Koepka, Rose, Sergio Garc¨ªa...), el Memorial sac¨® lo mejor de Rahm y de su ya famosa consistencia. En un campo infernal, el Muirfield Village de Dublin (Ohio, EE UU), con unos greenes endiablados dise?ados por su due?o, el gran Jack Nicklaus, y en medio de un bochorno (m¨¢s de 30?) y de una humedad (62%) dif¨ªciles de soportar, el de Barrika hizo buena la ventaja que hab¨ªa logrado en su estupenda tercera vuelta y con sufrimiento aguant¨® el envite de su compa?ero de partido, su buen amigo Ryan Palmer (juntos ganaron el Zurich Classic el a?o pasado).

Jon part¨ªa con -12, con cuatro golpes de ventaja y lleg¨® a tener ocho sobre el estadounidense despu¨¦s apuntarse dos birdies los hoyos 5 y 7 tras un par¨®n de tres cuartos de hora por amenaza de tormenta y fuerte brisa. Parec¨ªa lanzado, camino de una humillaci¨®n y con McIlroy a una distancias sideral, sin opciones de terminar segundo y salvar el liderato del ranking. Finau, que como Palmer hab¨ªa partido con -8, hundi¨® estrepitosamente y dej¨® la pelea por el triunfo en manos de los dos protagonistas del duelo estelar. Negros nubarrones se cernieron sobre Rahm durante unos minutos de zozobra en los que encaden¨® un bogey y un doble bogey por mandar la bola al agua en mitad de un cabreo monumental.

Presi¨®n y reacci¨®n

Tocaba apretar los dientes y aguantar, apelar a su inquebrantable regularidad, a ese af¨¢n suyo de no de no dar un golpe por perdido. No obstante, el ¨ªmpetu y las ganas de solventar la situaci¨®n le jugaron una mala pasada. Los golpes se le fueron un poco largos y su colega Palmer se puso a tres impactos con tres hoyos por disputarse. McIlroy se apart¨®, cay¨® con +4 por debajo del puesto 30 e hizo posible el objetivo de Rahm, que hubiera sido incluso n¨²mero uno con un segundo puesto.

Pero el vasco no quer¨ªa deslucir su gesta, no delante de Nicklaus, que le hab¨ªa entregado en 2016 el premio que lleva su insigne nombre al Mejor Jugador Universitario y que cuatro a?os despu¨¦s puso en sus j¨®venes manos el trofeo del Memorial, una vistosa copa de cristal con la Jarra de Clarete del British dentro. Cuando m¨¢s le apretaba su rival, en el 16 se sac¨® un approach incre¨ªble desde fuera del green, bastante lejos del agujero, que se col¨® sin tocar la bandera. ¡°?Dentro, vamos!¡±, rugi¨® el espa?ol. ¡°Ha sido incre¨ªble¡±, le dijo luego Jack.

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Fue la sentencia (-9 al final por una penalizaci¨®n precisamente en el 16), el punto de inflexi¨®n que necesitaba para templar nervios y caminar hacia la gloria de manera ya inexorable y con honores. Rahm, sin haber ganado a¨²n un major, entra en la estirpe de otros l¨ªderes espa?oles como Nadal, Muguruza, Carolina Mar¨ªn, ?ngel Nieto, Alonso, Mireia Belmonte, Sergio Garc¨ªa, Indurain y el propio Seve Ballesteros. Est¨¢ en la cima y con a?os por delante para mejorar