Al Bidasoa le faltaron dos goles para seguir en la Champios
En un partido sin ritmo, el equipo vasco remont¨® en la segunda mitad, pero desperdici¨° demasiadas ocasiones de goles claros
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El Bidasoa se qued¨® a las puertas de la remontada;?le faltaron dos goles para meterse en los octavos de final de la Champions ante un Wisla Plock que se hizo peque?o a medida que pasaron los minutos, que lleg¨® a Ir¨²n con su colch¨®n mullido de la ida (32-25), fue capaz de mandar en la primera mitad (10-12), y acab¨® tirando de veteran¨ªa para que en la recta final no hubiese partido: 24-19.
El primer p¨¢rrafo es simplemente informativo de lo que representa el marcador para los dos equipos. Contar por qu¨¦ pas¨® todo lo que ocurri¨® en el encuentro es pr¨¢cticamente imposible. De una parte, es factible que el choque de los vascos, malo, se pueda explicar por la ansiedad, por el querer brillar y brindar una jornada ¨¦pica y heroica, que quiz¨¢ alg¨²n psic¨®logo deportivo podr¨ªa desentra?ar; tambi¨¦n se podr¨ªa encontrar alguna explicaci¨®n en el poco ritmo que tuvo el encuentro, con las exclusiones interminables: antes del primer minuto Odriozola iba castigado al banquillo; y antes del minuto cinco ya se sumaban las dos primeras de las 14 que hubo a lo largo de la hora de encuentro. ?14! Una cifra exagerada para un choque no tan duro? en el que los jugadores acabaron por perderle el respeto a dos ¨¢rbitros daneses, cargados de ideas predicadoras de buen comportamiento m¨¢s que de desaparecer del plano principal para que el foco fuese de los verdaderos protagonistas.
No estoy diciendo que los ¨¢rbitros decidiesen el partido, sino que embrollaron el choque. No fueron culpables los daneses de que los jugadores del Bidasoa desaprovecharan al menos seis uno contra uno claros ante Stevanovic; tampoco lo fueron de las p¨¦rdidas de balones de los dos equipos, alguna tan dolorosa como el saque lateral del Bidasoa en el momento culminante que corta de espaldas y sin mirar un polaco. Que jugadores tan fiables como Rodrigo Salinas u Odriozola no est¨¦n en sus n¨²meros explica por qu¨¦ le faltaron esos dos tantos al equipo de Jacobo Cu¨¦tara.
Tambi¨¦n se puede sacar otro apunte: el Wisla no es superior en juego. Un equipo que domina la primera mitad, que mina la moral del cuadro que tiene que remontar, no puede pasar apuros de ning¨²n tipo para salir airoso. Tampoco fue el mejor d¨ªa de Mindegia, el central espa?ol de los polacos, que control¨® a los suyos tirando de a brida cuando era necesario, pero no brill¨® con en el partido de ida, donde fue el mejor y el h¨¦roe. Y si me apuran, la explicaci¨®n monda y lironda de que el Bidasoa haya dicho adi¨®s pasa por la baja del central Jon Azkue, el mejor de los vascos en Polonia, y este s¨¢bado en la grada viendo el partido de calle, con la camiseta hist¨®rica de hace un cuarto de siglo.