Ch¨¢vez Jr. firma un esperpento: se borra de su pelea con Jacobs
Julio C¨¦sar Ch¨¢vez Jr. no sali¨® al sexto asalto de su combate con Daniel Jacobs. Soprendi¨® haciendo un buen pleito, pero decidi¨® no seguir cuando mejor estaba.
Protegido por el personal de seguridad con los carteles de los asaltos, con la cabeza agachada y recibiendo una lluvia de objetos. As¨ª abandon¨® Julio C¨¦sar Ch¨¢vez Jr. el ring del Talking Stick Resort Arena de Phoenix (Arizona). El mexicano acababa de realizar una de las mayores espantadas de la historia del boxeo en su combate ante Daniel Jacobs. Era su regreso a un gran cartel y aunque hab¨ªa pocas esperanzas en su desempe?o... volvi¨® a defraudar. Se borr¨® al acabar el quinto asalto asegurando que ten¨ªa la nariz rota. Las dudas sobre la veracidad es cierta (sus explicaciones no sonaron convincentes) y la imagen que define mejor todo es la de su padre. Julio C¨¦sar Ch¨¢vez se echo las manos a la cara mientras negaba con la cabeza. No se cre¨ªa lo que estaba viendo.
Ch¨¢vez Jr. acababa de tirar por tierra todo, porque tras su en¨¦sima falta de profesionalidad en el pesaje estaba planteando una buena pelea. El mexicano no era capaz de cumplir con el l¨ªmite del peso supermedio y pidi¨® una chanza de dos kilos. Le cost¨® un mill¨®n de d¨®lares, pero la tuvo. Sobre el ring se notaba mucho la diferencia de tama?o. ¡°Es el rival mas grande contra el que he peleado¡±, asegur¨® Jacobs al terminar. En esa ventaja bas¨® todo Julio. Sorprendi¨® de inicio con una derecha recta qu¨¦ hizo da?o a su oponente. Un golpe en fr¨ªo tan pesado es dif¨ªcil de asimilar, pero el ¡®Hombre Milagro¡¯ pudo con ella y no dud¨®: empez¨® a boxear en la distancia.
Jacobs se dio cuenta de que con mucho menos peso no pod¨ªa competir en igualdad y se centr¨® en puntuar. Manos veloces, contin¨²as y mucha movilidad, ese fue su plan. Pese a ello, Ch¨¢vez mostraba peligro. Cerraba huecos, atacaba a la zona de flotaci¨®n y cruzaba potentes golpes. Su mejor momento fue en el quinto asalto, cuando conect¨® una tremenda derecha que volvi¨® a meter en apuros a Jacobs. El estadounidense se sinti¨® acorralado, pero pudo salir de esa situaci¨®n y acabar ¨¦l soltando una serie. Cuando Ch¨¢vez apret¨® se expuso y recibi¨® la contra de su oponente, qui¨¦n le cort¨® en la ceja y provoc¨® que empezase a sangrar por la nariz. Nada grave parec¨ªa, pero Julio lleg¨® convencido a la esquina. No se sent¨® y le dijo a su esquina que no pod¨ªa seguir. El ¨¢rbitro ante la situaci¨®n se acerc¨®, y recibi¨® la misma respuesta. ¡°Cuando crees que no puede defraudarte m¨¢s, lo hace¡±, se quejan amargamente muchos fans mexicanos. Julio C¨¦sar Ch¨¢vez Jr. firm¨® su peor obra, un esperpento.