Tiger observa la remontada de Estados Unidos desde la barrera
El Tigre no jug¨® en la tercera jornada, que termin¨® con la brecha que hab¨ªa abierto el equipo internacional reducida a dos puntos antes de los individuales.
"Que viene el lobo", debieron de pensar por momentos los jugadores del equipo internacional cuando Estados Unidos se puso por delante, en algunos casos con ventajas holgadas, en los cuatro partidos de foursomes del s¨¢bado en la President's Cup. Voluntariamente al margen, ejerciendo esta vez s¨®lo las labores de capit¨¢n, observaba la acci¨®n en el Royal Melbourne Tiger Woods, que no jug¨® en ninguna de las dos sesiones de la jornada.?
"Tengo que hacer lo mejor para el equipo", asegur¨® el Tigre pese a haber ganado los dos puntos que ha disputado, igualando con 26 el r¨¦cord de victorias que ten¨ªa hasta ahora en solitario Phil Mickelson. Y lo cierto es que al Dream Team norteamericano que ha viajado a Australia le fue bien. Tras coquetear con la debacle en los foursomes del viernes, que terminaron con 6.5-3.5 a favor de los internacionales, llegar¨¢n a los individuales del domingo, definitivos ya, con un 10-8 que deja esperanzas para afrontar una remontada nunca antes vista en los 25 a?os de historia de la competici¨®n.?
Por la ma?ana fue el turno de los fourballs (una bola por jugador), que volvieron a estirar la ventaja del equipo internacional con las victorias de Ancer (tres puntos y un empate en su debut para el prometedor mexicano) e Im sobre Cantlay y Schauffele (3&2), y de Pan y Matsuyama sobre Reed (lleva ya cinco derrotas seguidas en competiciones por equipos contando la Ryder del a?o pasado y no podr¨¢ llevar este domingo a su caddie habitual, enzarzado en una trifulca con un aficionado que le ha valido un neverazo del PGA) y Simspon (5&3). Estados Unidos s¨®lo sum¨® por medio de Fowler y Thomas, 3&2 a Li y Leishman, y Finau y Kuchar empataron con Scott y An.
Fue en los foursomes, una modalidad que siempre ha sonre¨ªdo a los estadounidenses en esta cita, cuando empez¨® a fraguarse la posible remontada. Cantlay y Schauffele tumbaron a Im y Smith (2&1) y Woodland y Dustin Johnson liquidaron a Scott y Oosthuizen, una dupla en principio mejor avenida en estos momentos (2&1). Podr¨ªamos estar hablando de un 10-10 si no fuera porque Ancer y Leishman, por un lado, y Niemann y An, por otro, se aferraron a un clavo ardiendo para recuperar desventajas importantes y empatar sus respectivos partidos contra Fowler y Thomas y Finau y Kuchar.?
"Por momentos pareci¨® que la ventaja se iba a escapar y los chicos jugaron con mucho coraje. No puedo estar m¨¢s orgulloso y feliz por ellos. Hemos visto un golf incre¨ªble a ratos. Me quito el sombrero", afirm¨® Ernie Els, capit¨¢n de las huestes internacionales, al t¨¦rmino de la sesi¨®n. La felicidad era compartida. La de unos, por su defensa numantina; la de otros, por su arrojo buscando una remontada in¨¦dita. Este domingo el aire se podr¨¢ cortar con un cuchillo.?