El triatleta popular, un h谷roe que solo trabaja los domingos
Juan L車pez C車rcoles cuenta c車mo es, desde dentro, la carrera Madrid Triatl車n Challenge, que se disput車 el pasado domingo en la capital espa?ola.
Es domingo y el despertador suena a las 7 de la ma?ana, abres los ojos y recuerdas que tienes que hacer un triatl車n que como m赤nimo te va a llevar cinco horas, as赤 que en ese momento piensas que lo de tener que volver a votar no es tan grave. Te espera un d赤a dif赤cil y lo peor es que te lo has buscado t迆 solito. Antes de la salida hay dos cosas clave para un triatleta amateur, la primera es desayunar como si se fuera a acabar el mundo; la segunda reside en lo contrario, evacuar la cena del d赤a anterior sea como sea, al precio que sea y donde sea.
La siguiente escena importante est芍 en el agua, pasado el mediod赤a 谷ramos m芍s de 600 personas haciendo por flotar, presas del p芍nico y esperando a que dieran la salida al Challenge Madrid. Nadar no es la disciplina m芍s dura de las tres, pero ese es el momento m芍s delicado de todos, puedes llevar un cochazo que corre mucho, pero en la M30 en hora punta eres igual que el que lleva un Panda. Los primeros diez minutos de la nataci車n fueron angustia pura y dura, con golpes por todos lados, parec赤amos salmones borrachos remontando el r赤o.
Una prueba tan larga y exigente es una monta?a rusa, hay momentos buenos y malos. Mi peque?a victoria del d赤a fue descubrir que sal赤 del agua un rato antes que ?lvaro Arbeloa, la parte negativa es que me adelant車 con la bicicleta como le pasaban a 谷l los extremos del Bayern M迆nich, ni me enter谷. Ahora vamos a explicar los deberes que un amateur tiene que hacer cuando se enfrenta a 90 kil車metros de bicicleta con la expectativa de correr despu谷s 21 kil車metros sin desfallecer en el intento. Tiene m芍s miga de lo que parece.
Si la nataci車n requiere de paciencia, la bici en un triatl車n largo es pura gesti車n, casi hay que ser un tecn車crata. Lo primero es la alimentaci車n, la fuerza del desayuno ya ha desaparecido y el cuerpo necesita hidratos de carbono. Como no te puedes meter una pizza cuatro estaciones (por un tema de log赤stica), la 迆nica opci車n son geles concentrados, barritas energ谷tica, pastillas de sales# en definitiva, cosas m芍s artificiales que la camiseta del Bar?a esta temporada. Y beber mucho, aunque sea una bebida de color azul y un sabor dif赤cil de calificar.
Luego est芍 el control del esfuerzo. El cuerpo gasta de una manera u otra seg迆n lleves el coraz車n m芍s o menos revolucionado. Todos los triatletas llevamos un reloj (casi siempre grande y fe赤simo) y una banda pectoral que nos va diciendo la frecuencia que lleva nuestra patata. Aqu赤 aparece el riesgo de fliparse m芍s de la cuenta y venirse arriba, lo que te da muchas papeletas para ser un zombi en la carrera a pie. En este caso el sector de bicicleta fue un descubrimiento, variado, rompepiernas y con unos 迆ltimos kil車metros dur赤simos por una autov赤a que no acababa nunca.
Dejamos la bici en la Casa de Campo, la mayor赤a con las ingles m芍s rozadas que la barandilla de las escaleras mec芍nicas de una estaci車n de Metro. Despu谷s de tres horas acoplado a una bicicleta de contrarreloj hay una v赤ctima clar赤sima: la espalda, que la podr赤a vender Ikea como un tabl車n. El Challenge Madrid tiene una cosa buen赤sima, los primeros tres kil車metros corriendo son cuesta abajo, luego quedan otros 18, pero es un alivio. A迆n as赤 en la carrera a pie lo principal es evitar explotar as赤 que hay que seguir mirando el reloj, todo con mucho cuidado.
La Almudena, Puerta de Toledo, calle Mayor, correr por ah赤 con ese ambientazo es una sensaci車n incre赤ble (aunque vayas peor que Drenthe). Tambi谷n hay anomal赤as que te sacan una sonrisa, por ejemplo ver que la pareja de la Guardia Civil que custodia el Palacio Real te anima y grita tu nombre, segunda victoria de la jornada despu谷s de lo de ganar a Arbeloa nadando. Incluso ver que el chino en el que has comprado infinidad de cervezas por la noche por fin ha salido de la tienda y observa con asombro el desfile de cad芍veres que discurre por su puerta.
Pero no hay nada como ver la felicidad de la gente entrando a meta con sus hijos y abrazando a sus parejas o familiares. En muchos casos significa recuperar a esa persona varias horas al d赤a.