"Soy un abuelo raro"

A una persona de 80 a?os no se la tutear¨ªa nunca. Pero cuando la voz de Carlos Soria, que los cumpli¨® el pasado 5 de febrero, entra como un torrente juvenil por el auricular del tel¨¦fono, no hay m¨¢s remedio que abandonar el usted. Es s¨®lo un chaval mayor que acaba de caminar 150 kil¨®metros con 9.000 metros de desnivel, en 12 d¨ªas, por el Valle del Khumbu, en el Himalaya, durmiendo dos noches a 5.200 metros con el objetivo de aclimatarse para atacar ya los 8.167 metros del Dhaulagiri, uno de dos ochomiles que le faltan para culminar su reto de convertirse en el alpinista de m¨¢s edad en subir los catorce.

"Esta vez no se va a resistir. Somos ya buenos amigos y me va a permitir que me suba all¨¢ arriba", cuenta optimista Soria sobre una monta?a en la que afronta un noveno intento: "He hecho otras mucho m¨¢s dif¨ªciles a la primera, como el Makalu, donde sub¨ª con 69 a?os, sin ox¨ªgeno y con un solo un sherpa. En el Dhaulagiri he llegado hasta 8.050, nos equivocamos de corredor y tuvimos que darnos la vuelta. En otra ocasi¨®n, estuvimos a 7.500 m. dos d¨ªas con viento y se hizo imposible, pero esta vez¡­".

Esta vez, Carlos llega adem¨¢s con una pr¨®tesis en una rodilla. "Hace un a?o que me la pusieron, voy a ver si lo celebro con la ascensi¨®n", advierte con gracia. Desde entonces, su trabajo ha sido recuperarse. Ha pasado muchos d¨ªas en la altitud del CAR de Sierra Nevada, rodeado de chavaler¨ªa. De atletas de ¨¦lite mundial. "Es un sitio fant¨¢stico, siempre lleno de extranjeros. Pas¨¦ quince d¨ªas antes de subir en agosto al Pico Lenin (7.134 m.).?La vida de un jubilado es muy buena, tienes tiempo para esas cosas", bromea.

Pero el monta?ero de Moralzarzal no es un jubilado al uso. De hecho, renunci¨® a su pensi¨®n cuando se meti¨® con BBVA en el gran proyecto de las 14 cumbres. "Me hice aut¨®nomo y me pago yo la Seguridad Social", explica. Ese patrocinio acab¨® y su ¨²ltima expedici¨®n le supuso 42.000 euros de su bolsillo. "Me est¨¢ costando mucho trabajo encontrar patrocinios. No quiero luchar m¨¢s con esto del dinero, me supera. Entrenar, prepararme¡­ lo llevo muy bien, pero lo otro es muy desagradable", recuerda. Ahora, ha encontrado apoyo de Movistar, del equipo del doctor Manuel Leyes (al que se gan¨® con su entusiasmo despu¨¦s de que le operara la rodilla), del grupo IDL y de donaciones an¨®nimas que llegan hasta de Suiza.

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"No me pongo fecha, me la pondr¨¢ el cuerpo cuando me diga que se ha acabado", advierte el monta?ero sin fin. "Mi reto no es por cabezoner¨ªa ni orgullo. Encuentro a mucha gente que me dice que les doy una esperanza tremenda, que les muestro que se pueden hacer cosas a una edad avanzada", refiere.

En Espa?a, Soria ha dejado a su mujer, a cuatro "maravillosas" hijas y a cuatro nietos. "Los que viven en Moralzarzal tienen 11 y 12 a?os y voy a buscarles alguna vez al colegio si hace falta, pero toda mi familia sabe muy bien c¨®mo soy y lo que quiero hacer y lo respetan much¨ªsimo. Soy un abuelo raro", se define. Un chaval de 80 a?os que quiere subir al Dhaulagiri y despu¨¦s al Shisha Pangma (lleg¨® a la cumbre central, pero no a la principal). Un hombre que ha parado el tiempo.