El sol se pone para Cuba
Sus selecciones compiten en Gwangju con un nivel amateur mientras sus t¨¦cnicos destacan "la falta de infraestructuras" y los graves "problemas econ¨®micos".

Espa?a-Cuba de waterpolo femenino a las 8:30 en Gwangju. 13-1 al descanso. Miki Oca manda a sus jugadoras que defiendan en zona, una manera sutil de darle un respiro a las americanas, uno de los conjuntos m¨¢s d¨¦biles de este Mundial. De hecho, ya es un milagro que se hayan clasificado teniendo en cuenta sus dificultades. ¡°Solo tenemos tres equipos en todo el pa¨ªs con 40 waterpolistas seleccionables. Jugamos un campeonato al a?o y escogemos a las mejores. Somos un grupo joven, pero crecer as¨ª es muy dif¨ªcil¡±, comenta su seleccionador Jorge del Valle, que ahonda en el h¨¢ndicap cubano: ¡°Tenemos problemas econ¨®micos y de infraestructuras¡±.
En los Juegos de Pek¨ªn, en 2008, Cuba se colg¨® 30 medallas ol¨ªmpicas. Su r¨¦cord lo estableci¨® en Barcelona ¡¯92 con 31. Entre ambas citas, logr¨® 25, 29 y 27, cifras muy superiores a las de Espa?a, y eso que la isla americana solamente cuenta con una poblaci¨®n de 12 millones de habitantes. Pero en Londres 2012 y en R¨ªo 2016 ese n¨²mero ha menguado, con 15 y 11 respectivamente. Un reflejo del deterioro de un modelo deportivo que inculc¨® Fidel Castro en los a?os 60 con la ayuda sovi¨¦tica pero que ha languidecido. ¡°Estamos en crisis. En Barcelona ¡¯92 conseguimos un quinto puesto, era nuestro esplendor, pero poco a poco hemos pedido ese potencial. Sobre todo hemos declinado los deportes de equipo, tanto el waterpolo, como el voleibol o el b¨¦isbol¡ No hay recursos, no hay condiciones, no hay muchas opciones de competir fuera¡±, a?ade del Valle.
Una pir¨¢mide deportiva eficaz
En los a?os 60, el ex presidente cubano cre¨® una pir¨¢mide deportiva con las ayudas sovi¨¦ticas para detectar el talento precoz y ayudar a los deportistas a desarrollar su carrera. Para ello se construyeron un sinf¨ªn de infraestructuras y se dotaron de recursos econ¨®micos y de manutenci¨®n a los atletas. Los Juegos Nacionales Escolares eran una manera de promover todos los deportes, ver en acci¨®n a los j¨®venes valores y al mismo tiempo crear una fuerte identidad nacional con tal de proyectar una imagen de una Cuba sana y pr¨®spera. ¡°Ahora hemos perdido las etapas de desarrollo. Todo se ha envejecido, tambi¨¦n las infraestructuras. No tenemos equipos infantiles ni juveniles, no hay masa de deportistas ni competiciones¡±, se queja del Valle.

Hubo grandes figuras cubanas como Alberto Juantorena, doble campe¨®n ol¨ªmpico de 400 y 800 metros o el boxeador Te¨®filo Stevenson, pasando por el saltador Javier Sotomayor o las selecciones de b¨¦isbol, voleibol y waterpolo. Precisamente, Iv¨¢n P¨¦rez, boya que jug¨® con Espa?a desde despu¨¦s de Atlanta ¡¯96, se benefici¨® de ese sistema. ¡°Yo empec¨¦ jugando a baloncesto, pero con nueve a?os me pas¨¦ al waterpolo. Era lo l¨®gico, mi padre fue ol¨ªmpico tres veces. Recuerdo saber nadar desde siempre. Con 11 a?os ya me reclutaron en un centro de alto rendimiento. All¨ª se un¨ªan todos los talentos y ten¨ªamos todas las facilidades. Empec¨¦ a destacar con 16 ya pase a la selecci¨®n¡±, coment¨®.
Iv¨¢n P¨¦rez fue testigo de esa pir¨¢mide en la que detectar al deportista con proyecci¨®n era f¨¢cil y luego se revert¨ªa en resultados. Otro factor clave eran las inversiones en competiciones o los entrenamientos en otros pa¨ªses. ¡°En los 80 viaj¨¢bamos a competiciones internacionales. Eso era clave, porque nos permit¨ªa estar arriba. Pero cuando cay¨® el Muro de Berl¨ªn llegaron los problemas. Se acab¨® el dinero, dejamos de competir poco a poco e internamente todo decay¨®¡±, recuerda. Precisamente, P¨¦rez a mitad de los 90 dej¨® su pa¨ªs y se qued¨® en Espa?a.
Para el gobierno cubano, el deporte ya no es una prioridad. Las inquietudes de los ni?os y el poder de la televisi¨®n han cambiado tambi¨¦n sus h¨¢bitos. El b¨¦isbol, deporte rey en el pa¨ªs, ha perdido adeptos y practicantes, aunque sigue siendo mayoritario. Los ni?os, no obstante, empiezan a preferir comprar un bal¨®n y jugar en la calle a f¨²tbol, un deporte que llega a sus casas a trav¨¦s de la pantalla y de su fuerza medi¨¢tica. Y tambi¨¦n es una cuesti¨®n de bolsillo, al ser m¨¢s econ¨®mico. ¡°Se intenta buscar una soluci¨®n. Cuba no tiene industria, todo lo conseguimos a base de importaciones y eso es caro. Adem¨¢s, se gasta mucho en salud y educaci¨®n. Darle al pueblo lo mejor en estas dos ¨¢reas implica que otras se vean perjudicadas. La etapa es dura para el deporte, pero somos cubanos, y ser cubano es ser optimista¡±.