Irribarria se lleva la segunda txapela del Manomanista
Trepidante partido en Miribilla en el que Urrutikoetxea cay¨® por peque?os detalles: 20-22. El saque determin¨® en gran medida el partido en el torno m¨¢s grande de pelota.


El Manomanista es el torneo grande de la pelota, la Champions, el m¨¢s preciado. Y en ese escaparate, un aut¨¦ntico fen¨®meno dej¨® claro que va a tener mucho que decir en la pr¨®xima d¨¦cada. Irribarria ha estado en cuatro ediciones del mano a mano y ya acumula tres finales y dos txapelas, las mismas que Oinatz y a una de Gallastegi y Eugi, que no es moco de pavo. Tiene la mitad que una leyenda como Aimar. Comparte con una decena de pelotaris el honor de tener dos y s¨®lo hay nueve por encima de ese bagaje. Es, adem¨¢s, el pelotari m¨¢s joven en calarse el trofeo de lana m¨¢s admirado: con 19 a?os se lo llev¨®. El segundo lo gan¨® tras un partido magn¨ªfico en Miribilla, muy duro, ante Urrutikoetxea, con una segunda parte estupenda por su parte. Con 15-10 y Urruti sin grandes fisuras, se vio muy atr¨¢s y empez¨® a arriesgar. Nunca sali¨® del choque, necesitaba a su botillero pero el reglamento lo prohib¨ªa por primera vez en la modalidad. Y cuando acariciaba el t¨ªtulo (18-21) cometi¨® una falta de saque que liberaron ciertos fantasmas. El colorado a¨²n tuvo tiempo para alojar un cuero en el txoko para el 20-21, pero ah¨ª se acab¨® el debate. El 20-22 es el tanteo m¨¢s ajustado del Manomanista desde 1984. Adem¨¢s, el delantero guipuzcoano en 2017 alcanz¨® el Parejas.?
El zurdo de Arama se impuso en un duelo largo, trepidante y en el que hasta que el ¨²ltimo pelotazo del de Zaratamo se fue al colch¨®n del frontis se mantuvo la incertidumbre de qui¨¦n a iba a ser el rey del mano a mano. Irri juega con el aplomo de un veterano. Su inicio del torneo contra V¨ªctor (curiosamente tambi¨¦n 20-22) fue el peor momento y lo dem¨¢s ha sido un avance imparable hacia la gloria. Los primeros pelotazos fueron una tortura para el azul, con muchos fallos. Un 0-4 poniendo a funcionar su zurda, la mano buena, le dio de las pocas ventajas de las que goz¨® en todo el encuentro: 4-7. El que cog¨ªa el saque dominaba, pero costaba un mundo mover al adversario. Hubo hasta siete empates. Un 8-0 en 24 minutos abri¨® la primera brecha rese?able: 12-7 para Urrutikoetxea, que buscaba muy bien al ancho la derecha del azul.

La emoci¨®n desbordaba los l¨ªmites. Los dos eran muy fuertes en el aspecto mental para aguantar el constante bazucazo. Faltaba cierto brillo a la hora de terminar, pero los sotamanos eran bestiales. Los dos finalistas se mov¨ªan el uno al otro, arrimaban el saque a la pared izquierda, marcaban bien el gancho y las defensas eran de gigantes. El descanso largo obligado en el 12 le vino de perlas al de Arama, para estrechar de nuevo el marcador: 12-10. Pero el colorado agarr¨®? de nuevo la iniciativa y un gancho perfecto le llev¨® al 15-10. Los detalles decantaron una batalla tan pareja. Con empate a 18, Urruti cometi¨® un error clave. Ten¨ªa una pelota franca pero se posicion¨® mal y se la dej¨® muerta a Irri. Como gato agazapado, ¨¦ste esper¨® la ocasi¨®n y mand¨® uno de sus descargas imposibles de atrapar. Sexta txapela seguida para Aspe.
285 pelotazos.
Tiempo de la final: 1:02:23 (12:30 real).
Urrutikoetxea: 8 tantos (3 de saque) y 7 fallos.
Irribarria: 15 tantos (4 de saque), 9 fallos.
Evoluci¨®n del marcador (saque Urrutikoetxea, de colorado) fue: 2-0, 2-2, 3-2, 3-3, 4-3, 4-7, 12-7, 12-10, 15-10, 15-15, 17-15, 17-18, 18-18, 18-21, 20-21 y 20-22.?