Hermansson tumb¨® a Souza

Hac¨ªa una apuesta fuerte Ronaldo 'Jacar¨¦' Souza en el UFC de Fort Lauderdale (Florida). El brasile?o se cruzaba con Yoel Romero para opositar a todo, pero el cubano se cay¨® a ¨²ltima hora y el guante lo recogi¨® Jack Hermansson (n¨²mero 10 del ranking). La jugada pasaba a ser un all in. Un triunfo no le dar¨ªa mucho, pero una derrota pod¨ªa alejarle demasiado de su objetivo. Cara o cruz, y sali¨® la segunda. Hermansson demostr¨® que su crecimiento no es flor de un d¨ªa y venci¨® por decisi¨®n un¨¢nime (49-46, 48-47 y 48-47) a Jacar¨¦, a quien reconoci¨® su val¨ªa al terminar la pelea. Se hab¨ªa vaciado el veterano, pero no le lleg¨®.

En el primer asalto Jacar¨¦ estuvo a punto de sucumbir. Sali¨® con ritmo, intent¨® presionar... pero siempre llegaba con manos aisladas. Cuando quiso lanzar su primera combinaci¨®n tuvo el primer problema de la noche. Se qued¨® frontal, Hermansson le caz¨® con tres crochets consecutivos y el brasile?o se fue al suelo. Ah¨ª sufri¨® de la lindo. El sueco intent¨® la guillotino y el matale¨®n. El final parec¨ªa cerca... pero Souza resisti¨®. En el segundo round fue m¨¢s cauto, solt¨® una patada que da?¨® al europeo y ¨¦ste le llev¨® al suelo. Ah¨ª le presion¨® todo el round. Quer¨ªa quitarle fuerzas.

En el tercero, Jacar¨¦ tuvo su mejor momento. se dio cuenta de que ten¨ªa que arriesgar con tiento y entr¨® con manos sueltas. Una vez que estaba confiado, a?adi¨® los golpes a la zona de flotaci¨®n de Hermansson. Estrategia de boxeo que le sirvi¨® para da?ar a su rival, pero ¨¦ste supo reponerse. En el cuarto acto ambos fueron m¨¢s est¨¢ticos y Souza decidi¨® reservar fuerzas para el final. Pudo ser la clave en dos cartulinas, ya que en el ¨²ltimo round Jacar¨¦ volvi¨® a apretar. Conect¨® buenas manos... pero fue insuficiente. Hermansson hab¨ªa sido mejor y contin¨²a creciendo. El brasile?o, por su parte, tendr¨¢ que reflexionar. Hab¨ªa avisado antes de la pelea (cuando todav¨ªa peleaba con Romero) que si pronto no ten¨ªa una pelea titular se retirar¨ªa. Con su tropiezo su ambici¨®n se aleja, y el plan B puede tomar fuerza. Toca esperar.