El Bar?a gan¨® la Copa que anim¨® el Cuenca mientras pudo

Sexta Copa del Rey consecutiva para el Barcelona, su mejor racha de siempre, y esta vez ante un debutante Cuenca que ha sido el animador de la competici¨®n, por su juego, por su p¨²blico, por su ardor. Por primera subcampeonato el cuadro conquense se lleva un doble ptremio: jugar¨¢ en Europa la pr¨®xima campa?a, y estar¨¢ en su primera Supercopa de Espa?a ante los barcelonistas. Hizo lo que pudo en la final: (16-12)

En esta ¨¦poca llega un momento en la que se repite la frase ¡°ya se va el Bar?a¡±. Suele coincidir con la primera rotaci¨®n de jugadores, con los azulgrana de refresco. Entre el minuto 15 y el 20, cuando salen los suplentes de una platilla de titulares. Es cuando el Bar?a mete la sexta marcha, cuando en pis pas sale en estampida y coloca la renta de cuatro o cinco goles que ya es un lastre para el rival. Pas¨® en esta final, aunque el 12-8 a¨²n lo pudo controlar el Cuenca con dos tantos seguidos, cuando Dutra estaba en el banco con una exclusi¨®n: entr¨® el ca?onero excesivamente motivado, y dos lanzamientos suyos, seguidos, los par¨® a dos manos Gonzalo P¨¦rez, estampida de los suyos, y 16-12 al descanso.

Es la historia de siempre, lo que se ha visto toda la temporada. La velocidad del Bar?a te fulmina. No hay ant¨ªdoto en el mercado de los equipos espa?oles; no hay dinero para comprarlo, para tener una plantilla de tanta calidad y comprometida. Y eso que el Cuenca ten¨ªa en la porter¨ªa a un Maciel de dulce, que le quit¨® tres goles de penalti a los barcelonistas, dos a G¨®mez y uno a Donelec. Por eso a¨²n hab¨ªa algo de partido para la segunda parte.

Y se acab¨® nada m¨¢s empezar la segunda mitad. Sin la posibilidad de seguir en la pelea, el desgaste le pas¨® factura a los hombres de Lidio. El Cuenca se fue desmoronando, se qued¨® sin fuerza, y sin f¨ªsico fueron pasados por la apisonadora azulgrana, que no regal¨®, que fue inmisericorde con el rival al que tritur¨® con ese 34-18, cediendo s¨®lo seis tantos en esta segunda mitad.