Errol Spence se doctora tras arrollar a Mikey Garc¨ªa en Texas
El estadounidense retuvo el IBF del peso welter por decisi¨®n un¨¢nime (120-107, 120-108 y 120-108) ante Mikey Garc¨ªa, quien acus¨® la subida de categor¨ªa.

"Estoy muy cansado", reconoci¨® Mikey Garc¨ªa a su esquina antes de salir al noveno asalto. En el siguiente descanso, su hermano y entrenador (Robert) le pregunt¨® si quer¨ªa salir. Mikey es un guerrero y aguant¨® los dos rounds que le quedaban. No ten¨ªa opciones, pero quer¨ªa morir en pie. Lo consigui¨® porque Errol Spence le dej¨®. El campe¨®n fue muy superior y no quiso arriesgar al final, de lo contrario el desenlace pod¨ªa haber sido otro. Spence era m¨¢s grande, pudo aprovecharlo, pero su idea era demostrar su calidad y lo hizo. Los jueces no tuvieron ninguna duda (120-107, 120-108 y 120-108, en las cartulinas), los aficionados tampoco. El p¨²gil de Dallas fue un rodillo para retener ante los suyos (hubo 47.525 en el AT&T Stadium) el IBF del peso welter y dejar un mensaje al resto de la divisi¨®n: hay boxeador para marcar ¨¦poca.
Spence mand¨® desde que son¨® la campana. Impuso su jab desde el primer segundo y fue percutiendo con su izquierda recta (es zurdo) en la zona de flotaci¨®n de Garc¨ªa. El aspirante se dedic¨® a estudiar la pelea en los dos primeros actos, a partir de ah¨ª el gui¨®n fue el mismo. Quiso sorprender con velocidad y anticipaci¨®n, pero la subida de categor¨ªa fue una losa demasiado grande. Spence era m¨¢s r¨¢pido y siempre le dejaba fuera de distancia (cuando no lo hizo se quitaba golpes con el hombro con gran facilidad). Cuando intercambiaban la diferencia tambi¨¦n era notable. El campe¨®n, al tener mayor envergadura, impactaba antes y con m¨¢s potencia. No hab¨ªa manera, era inexpugnable. En la esquina de Garc¨ªa le ped¨ªan que se cubriese bien y entrase en distancia. Una quimera. Garc¨ªa se llev¨® m¨¢s castigo en Dallas que en toda su carrera y a partir del octavo asalto todo se evidencio.
Spence le hab¨ªa conectado golpes de todas las formas posibles... y Mikey intent¨® batallar, pero poco pudo hacer ante la superioridad de su rival. El trabajo a la zona de flotaci¨®n del campe¨®n se dej¨® ver. Garc¨ªa no se mov¨ªa, era un blanco f¨¢cil. No ten¨ªa ni fuerzas para cabecear. Del noveno al und¨¦cimo asalto su respuesta fue casi nula, otro no hubiese salido, pero ¨¦l tiene un legado que defender. En el ¨²ltimo acto Spence baj¨® el ritmo. "Cabeza", le pidieron en la esquina. Lo hizo, hab¨ªa dado una clase magistral y no la tir¨® por la borda. Arroll¨® a la leyenda en la cartulinas y tambi¨¦n en los estad¨ªsticas. El dato define todo: Mikey Garc¨ªa sac¨® en 12 asalto 406 manos, s¨®lo impact¨® 75. Spence, intent¨® 1.082 y lleg¨® con 345. ¡°Quer¨ªa demostrar que soy vers¨¢til y puedo hacer de todo¡±, afirmaba orgulloso el campe¨®n tras su victoria. Ya tiene su doctorado.