Baltimore Ravens 10- Los Angeles Chargers 23
Unos Ravens inferiores rozaron el milagro ante los Chargers
Aunque en los minutos finales despertaron y so?aron con la remontada, los Ravens fueron muy inferiores a unos Chargers que les dieron una lecci¨®n defensiva.
Los Ravens empezaron el partido de fumble en fumble y tiro porque me toca. Un despelote. Lamar Jackson perd¨ªa el bal¨®n sin parar, lo recuperaba, lo volv¨ªa a perder, el center lanzaba los snaps a lugares imprevisibles y, por fin, Dixon regalaba el bal¨®n a sus rivales en su propia yarda 15. Si los de Baltimore han basado su renacer esta temporada en el juego en la carrera, el control del reloj y la protecci¨®n del bal¨®n, en el partido de wild card hicieron todo lo contrario.
Lo malo no fue que como consecuencia del desmadre terminaran encajando un field goal. Lo peor es que el caos sirvi¨® para dar confianza a unos Chargers que en el arranque del partido parec¨ªa a¨²n amedrentados tras la paliza sufrida ante estos mismos Ravens hace solo dos semanas. Aunque la serie tambi¨¦n sirvi¨® para demostrar que la defensa local no estaba en las nubes como su ataque, fren¨® al ataque rival tres veces en las ¨²ltimas tres yardas y Melvin Gordon sali¨® del campo lesionado durante algunos minutos doli¨¦ndose otra vez de su rodilla izquierda.
Lamar Jackson, sobrepasado
El problema de los Ravens no era solo que Lamar Jackson estuviera como una pila. El front seven rival ven¨ªa con la lecci¨®n aprendida y no ca¨ªa en ning¨²n enga?o de carrera. Y adem¨¢s agobiaba al quarterback, que no ten¨ªa tiempo para lanzar ante la incompetencia de su l¨ªnea ofensiva. El ataque local al completo era un caos casi siempre, y demasiado previsible cuando ejecutaba bien, y la defensa de los Chargers no paraba de echar gasolina para que creciera el incendio. Mientras, un grand¨ªsimo retorno de Desmond King permiti¨® que Badgley anotara un field goal de 53 yardas. 0-6 a¨²n no era una diferencia preocupante, pero pasito a pasito los visitantes estaban abriendo camino y Baltimore no es precisamente un equipo que por su forma de jugar est¨¦ c¨®modo por detr¨¢s en el marcador. Lo curioso es que en todo el primer cuarto los Chargers solo hab¨ªan conseguido un primer down y 20 yardas totales, pero s¨ª hab¨ªan sabido aprovechar los regalos.
El segundo cuarto sigui¨® con el mismo guion. Los Chargers sufriendo ante una defensa de Baltimore que empezaba a pasar demasiado tiempo en el campo y Lamar Jackson cometiendo m¨¢s errores y lanzando una intercepci¨®n que volv¨ªa a darle una buena posici¨®n de campo a sus rivales. Adem¨¢s aparec¨ªa Keenan Allen como mejor socio de Rivers, que no paraba de correr por su vida pero poco a poco consegu¨ªa ajustar la mirilla. Nuevo field goal para Badgley, esta vez de 40 yardas, y 0-9 para Los Angeles, que se pon¨ªa dos anotaciones por delante, una distancia que parec¨ªa casi insalvable por lo visto en el partido hasta ese momento. Las c¨¢maras de la televisi¨®n empezaban a enfocar a Flacco, que hac¨ªa como que la cosa no iba con ¨¦l. Antes del descanso los Chargers a¨²n tuvieron tiempo de anotar su cuarto field goal 0-12. El goteo era constante y no hab¨ªa ninguna se?al de que el ataque de los Ravens pudiera salir del coma.
El guion no var¨ªa en la segunda mitad
La primera jugada de la segunda mitad pudo cerrar el partido. Desmond King consegu¨ªa un tremendo retorno de kickoff que dejaba la pelota en la yarda 26 del campo de Baltimore. Como hab¨ªa sucedido hasta entonces, la defensa consigui¨® limitar los da?os a una patada entre palos, pero el festival de Badgley se interrumpi¨® bruscamente cuando una mano milagrosa de Za¡¯Darius Smith desvi¨® la pelota. Todos est¨¢bamos pendientes de qui¨¦n ser¨ªa el quarterback que dirigir¨ªa el ataque de Baltimore en la segunda mitad despu¨¦s de que Jackson solo completara dos pases para 17 yardas en los dos primeros cuartos, pero no hubo cambio ni de pasador ni de t¨®nica. No solo es que el quarterback fuera completamente inoperante, su l¨ªnea ofensiva estaba desaparecida y los blitzs entraban como Pedro por su casa para atropellar a Jackson una y otra vez.
Touchdown de Gordon y arre¨®n final de Baltimore
En once minutos de la segunda mitad ning¨²n equipo hab¨ªa conseguido un primer down, pero los Chargers se encargaron de romper la racha en el siguiente drive, en el que empez¨® a notarse el agotamiento en la defensa local. Despu¨¦s de avanzar 60 yardas en 10 jugadas, Melvin Gordon anotaba en cuarto down un touchdown con conversi¨®n de dos de Mike Williams que parec¨ªa cerrar el partido 3-20. El touchdown debi¨® subir al marcador dos jugadas antes cuando Derek Watt atraves¨® la l¨ªnea con el bal¨®n antes de ser tocado por un defensa, pero el equipo arbitral no solo dio ese bueno como malo, sino tambi¨¦n uno malo como bueno de Gordon en el que tuvieron que rectificar. Un caos poco edificante que dej¨® el detalle arbitral que parece obligado esta temporada en casi todos los partidos.
El ¨²ltimo cuarto fue el m¨¢s emocionante de todos, cuando los Chargers se relajaron excesivamente y devolvieron a la vida a sus rivales. El ataque de Baltimore sigui¨® al principio inoperante y abucheado mientras los Chargers consum¨ªan el tiempo, Rivers se jugaba el tipo innecesariamente y Badgley anotaba su quinto field goal, 3-23. Hubo que esperar a los ¨²ltimos siete minutos, cuando la gente ya abandonaba la grada del M&T Bank Stadium, para que el ataque de Baltimore despertara e incluso so?ara con el milagro. Primero lleg¨® un touchdown de Michael Crabtree que solo parec¨ªa servir para que Lamar Jackson maquillara un poco sus estad¨ªsticas y el equipo el marcador, 10-23. Pero a falta de dos minutos Lamar Jackson conectaba de nuevo con Crabtree en la end zone y los Ravens se pon¨ªan a una anotaci¨®n de diferencia, 17-23. Todav¨ªa dispusieron los locales de un bal¨®n y 45 segundos sin tiempos muertos para intentar avanzar hasta la end zone rival desde su propia yarda 47, pero en un acto de justicia po¨¦tica, que define perfectamente en un instante lo que fue el partido, Jackson sufri¨® su s¨¦ptimo sack y perdi¨® el bal¨®n, que fue recuperado por los Chargers para rubricar el punto y final.