Juegue o no juegue, Joe Flacco se juega su futuro este domingo
El problema de Joe Flacco durante toda su carrera ha sido, simple y llanamente, que ha ganado m¨¢s dinero del que merec¨ªa y se ha cre¨ªdo mejor de lo que es. New York Giants vs Dallas Cowboys en vivo y directo: NFL
Es curioso. Juegue o no juegue, el partido del pr¨®ximo domingo puede ser el segundo m¨¢s importante para la carrera de Joe Flacco. El primero, sin duda, fue aquella Super Bowl ganada a los 49ers de Jim Harbaugh que le sirvi¨® al quarterback para, pocos meses despu¨¦s, dar el golpe de su vida en el banco central de las oficinas de los Ravens con un contrato de 120,6 millones de d¨®lares en seis a?os. Unas cifras que entonces quitaron el hipo al universo de la NFL y dejaron en pelota picada y sin margen econ¨®mico de maniobra durante mucho tiempo a la franquicia de Baltimore. Tres a?os despu¨¦s, en 2016, una franquicia hipnotizada extendi¨® el contrato de su quarterback tres a?os m¨¢s, hasta 2021. Y a eso nadie puede decir nada. Los Ravens ya deb¨ªan saber de sobra lo que ten¨ªan en casa y decidieron seguir su matrimonio. Cada uno hace lo que quiere con su cuerpo y quien con infantes pernocta excrementado alborea. Pues eso.
?Por qu¨¦ es un partido tan importante el de esta semana 11 frente a los Bengals? Porque una derrota no solo alejar¨ªa casi inevitablemente a los Ravens de los Playoffs, tambi¨¦n abrir¨ªa la puerta a que Lamar Jackson empezara a tener minutos para que el staff estudie su viabilidad como quarterback de futuro de la franquicia.
Para Flacco es mejor no jugar
Estoy seguro de que nadie querr¨ªa jugar el partido m¨¢s importante del resto de su carrera con la cadera da?ada y frente a la peor defensa de la NFL (aunque esto ¨²ltimo parezca un contrasentido). Por un lado, el jugador est¨¢ suficientemente tocado para ser duda hasta ¨²ltima hora y para, en el caso de saltar al campo, no poder rendir al ciento por ciento. Por el otro, un buen partido ante una defensa d¨¦bil no despeja dudas, pero uno malo puede hacer que por fin salte por los aires el tap¨®n de las cr¨ªticas. Todo el mundo, tambi¨¦n en los medios de Baltimore, est¨¢ siendo muy respetuoso con Flacco y su plana temporada, pero tambi¨¦n estoy seguro de que casi todo el mundo tiene cargada la escopeta, y que solo har¨¢ falta el sonido de una salva para que el personal se lance a por la cabeza del jugador.
Por eso, creo que para Flacco casi ser¨ªa mejor no jugar, recuperarse de su lesi¨®n, y esperar que sea Lamar Jackson el que se la juegue ante los Ravens. Si Jackson es el titular y juega mal, todos diremos que a¨²n no est¨¢ preparado (que es lo que parece) y Flacco ganar¨¢ tiempo. Si Jackson juega bien y los Ravens ganan, no se abrir¨¢ el debate del cambio de quarterback mientras haya opciones de playoffs, Flacco volver¨¢ a estar tras el center la semana que viene y tambi¨¦n ganar¨¢ tiempo.
En realidad, me importa un pimiento si Flacco sigue siendo el quarterback de Baltimore durante mucho o poco tiempo. Y creo que, al final, en estos partidos se est¨¢ decidiendo mucho m¨¢s que la continuidad de un quarterback. Tambi¨¦n el futuro de un proyecto.
Un proyecto agotado y mal planteado
El problema de estos Ravens en los ¨²ltimos a?os siempre ha girado alrededor de Flacco y del coordinador ofensivo. Cuando el quarterback lleg¨® al equipo en 2008 tambi¨¦n lleg¨® John Harbaugh como entrenador principal y Cam Cameron como coordinador del ataque. Flacco jug¨® su mejor football con Cameron como coordinador. En esas primeras cinco temporadas el equipo siempre lleg¨® a playoffs y el jugador se labr¨® su fama de ¡®enfant terrible¡¯ en enero. Pero tambi¨¦n fueron temporadas en que con Le¡¯Ron McClain, Willis McGahee y sobre todo Ray Rice el ataque terrestre de Baltimore estaba en la ¨¦lite de la NFL. Solo hay que comparar a?o tras a?o durante la etapa de Flacco como quarterback para descubrir que han llegado a playoffs cuando han tenido un juego de carrera dominante y se han pegado el trompazo cuando no lo han tenido.
Lo m¨¢s curioso es que Cam Cameron fue despedido en la semana 14 de 2012 y el equipo alcanz¨® su punto culminante mes y medio despu¨¦s cuando gan¨® la Super Bowl con Jim Caldwell como coordinador ofensivo. Podr¨ªamos debatir bastante sobre el tema, pero esa Super Bowl no es de Caldwell, sino de Cameron y sus cinco a?os de magn¨ªfico trabajo en la franquicia haciendo lo que hab¨ªa que hacer y con una filosof¨ªa clara.
Caldwell solo dur¨® una a?o m¨¢s, 2013, en el que el ataque terrestre de Baltimore fue el tercero peor de toda la NFL y el equipo acab¨® con un r¨¦cord 8-8. En 2014 lleg¨® Gary Kubiak, que ha sido el otro coordinador que ha conseguido hacer jugar bien a Joe Flacco¡ con la ayuda del octavo mejor ataque terrestre en yardas conseguidas y el quinto en n¨²mero de touchdowns de carrera. El problema es que Kubiack primero enferm¨® y despu¨¦s se fue a Denver a conseguir un segundo anillo de campe¨®n para Peyton Manning.
Todos intentando que Flacco fuera un quarterback ¨¦lite
Desde su marcha, los Ravens han tenido un juego de carrera apestoso con Marc Trestman y con Marty Mornhinweg, y un desfile de corredores que en un principio parec¨ªan buen¨ªsimos pero que nunca terminaban de cuajar porque nadie sab¨ªa muy bien lo que hacer con ellos. Lo tremendo es que tanto Caldwell como Trestman y Mornhinweg son entrenadores especialistas en quarterbacks que parecieron llegar con el ¨²nico objetivo de conseguir que el Flacco explosivo en enero fuera igual de temible en temporada regular.
Yo creo que el pu?etero problema de toda esta historia llega el d¨ªa que despiden a Cam Cameron por no ser capaz de hacer jugar a Flacco como un quarterback ¨¦lite para pagarle pocos meses despu¨¦s como a un quarterback ¨¦lite y dedicar los siguientes a?os a intentar hacerle jugar como un quarterback ¨¦lite. Flacco siempre ha sido un digno gestor de juego en un equipo con mucho potencial terrestre. E incluso me parece un jugador inteligente, e ideal como lo que se ha dado en llamar ¡®game manager¡¯. El drama es que ni ¨¦l ha asumido ese papel ni su entrenador John Harbaugh ha sabido usarle como tal. El autoproclamado ¡°mejor quarterback de la NFL¡± ha vivido durante media d¨¦cada en un papel que no es el suyo y por el camino ha arrastrado a la franquicia.
John Harbaugh en el punto de mira
El problema es que Flacco no cobra como un ¡®game manager¡¯, sino como una estrella. Si los Ravens le traspasan, su nuevo equipo seguir¨¢ cargando con un contrato superior al que se merece. Si le cortan, ellos se ahorrar¨¢n 10,5 millones contra el cap (18,5 si es tras el 1 de junio), pero siempre habr¨¢ alg¨²n ¡®primo¡¯ que crea que ser¨¢ capaz de hacerle lanzar pases como si fueran rayos y le pagar¨¢ una morterada seg¨²n est¨¢ el mercado.
Flacco habr¨ªa sido un quarterback buen¨ªsimo para los Ravens si ¨¦stos hubieran mantenido un backfield poderoso como han sabido mantener una defensa impresionante. Eso ni siquiera es culpa de Ozzie Newsome, que siempre ha intentado conseguirle al staff t¨¦cnico buenos corredores, sino de John Harbaugh, un genio dirigiendo un partido desde la banda, pero que lleva mucho tiempo intentando imponer un game plan a su ataque en vez de adaptarlo para potenciar las virtudes de sus jugadores. Y ese es un error muy grave de mal entrenador.
Y todo lo anterior no se va a arreglar con Lamar Jackson o cualquier otro quarterback, sino con un staff t¨¦cnico que por fin baje a la tierra¡ en todos los sentidos.